La misión del proyecto Mars One es tan ambiciosa como inquietante: conseguir establecer una primera colonia humana permanente en Marte el año 2025. Si todo va según lo previsto en la agenda oficial, este mismo año comenzarán a entrenar a los primeros aspirantes y, en 2018, lanzarán el primer satélite que se encargará de las comunicaciones con el planeta rojo.
Tras la misión está Bas Lansdorp, un emprendedor holandés, y cuenta con el apoyo de algunos nombres reconocidos dentro de la industria aeroespacial. Sin embargo, y al ser un proyecto de tal envergadura, han ido surgiendo dudas sobre su tecnología e incluso sobre su financiación que los responsables del mismo no han sabido disipar. ¿Es Mars One una misión real o es todo una cortina de humo?
Habla uno de los "elegidos"
Según Mars One, de los 202.586 voluntarios para este viaje sin retorno a Marte, los 100 finalistas fueron finalmente elegidos a finales de febrero. Joseph Roche, profesor adjunto del Trinity College de Dublín es uno de ellos. Sin embargo, y como él mismo explica a Matter, no tiene demasiada fe en la misión. ¿El motivo? Varias cosas que, desde dentro de la organización, no le terminan de encajar.
Roche se queja de que apenas ha tenido contacto con el equipo de Mars One, y que fue seleccionado tras enviar un vídeo, rellenar un test y hacer una entrevista de voz por Skype, sin reunirse con nadie en persona todavía. ¿Reconocimiento médico? Sí, uno básico, pero él mismo tuvo que buscar a alguien que se lo hiciera (su médico de cabecera) y les envió sus resultados. Un proceso de selección poco exhaustivo para un proyecto donde los conocimientos y el aguante físico parece primordial.
No sólo eso: los candidatos se organizan en un ranking, según Joseph Roche. ¿Quiénes están en las primeras posiciones? Los que más "puntos" consiguen, lógicamente. Lo que no es tan lógico es que dichos puntos se consigan, entre otras formas, comprando merchandising en la página oficial o haciendo donaciones a Mars One. De hecho, la organización "recomienda" a los participantes que acepten entrevistas a cambio de dinero y que donen una parte al proyecto.
No es el único en criticarles
De Matter, la misma publicación, os recomiendo éste otro artículo en el que muestran el resultado de su investigación de más de un año sobre Mars One. Después de hablar con el CEO, los detalles técnicos no le quedan claros. Chris Hadfield, astronauta, critica precisamente este aspecto: "Quiero saber. ¿Cómo funciona un traje espacial en Marte? ¿Cómo se refrigera y se le da presión? ¿Cómo es el diseño de los guantes? Todo esto no se puede comprar de la nada. No existe". Entre otras cosas, Hadfield dice que tampoco especifican cómo reciclarán el oxígeno, el agua o cómo se protegerán de la radiación.
Hay muchas preguntas sin respuesta sobre Mars One, tanto a nivel técnico como a nivel económico, y desde Mars One dan evasivas
En otro punto de su investigación, desde Matter citan lo misteriosas que son las finanzas. Hay algún patrocinador, sí, pero no gran cosa. La campaña de crowdfunding organizada no llegó a reunir los 400.000 dólares del objetivo. Según las estimaciones de Mars One, necesitarán 6.000 millones de dólares (que muchos consideran una cantidad excesivamente baja) para el proyecto. Y sí, cobran por solicitud de los candidatos (entre 5 y 75 dólares) y venden merchandising, pero sigue siendo una cifra muy lejana.
¿Han recibido 200.000 solicitudes de voluntarios para el viaje sin retorno a Marte como aseguran? Éste es otro punto que no está claro: tan sólo 2.782 candidatos incluyeron vídeo de presentación, un requisito obligatorio para ser considerado. Cuando Matter preguntó por más información sobre qué cifra es la correcta, desde Mars One respondieron con evasivas y con negativas. El "mucha gente se fue bajando del proceso conforme avanzaban los pasos" se convirtió en "son datos confidenciales" y terminó con un "no nos interesa compartir esta información".
Por si todas estas incoherencias fueran poco, uno de los premios Nobel y embajadores del proyecto ha asegurado recientemente que cree que Mars One es poco realista, son varios los expertos que no se cortan en tacharlo casi de "timo" y expertos del MIT han concluido que la misión, tal y como está planteada, no es técnicamente posible. ¿La respuesta de Mars One? O evasivas o el silencio, pero realmente nada concreto que demuestre que sus críticos están equivocados.
El tiempo pasa y...
El plan inicial de Mars One, tal cual se anunció en 2012, planeaba que para 2014 ya estuviera construido el primer satélite para comunicaciones, con el inicio de la primera misión tripulada para 2022. A finales de 2013 hubo cambio de planes y se retrasaron dichas fechas: lanzamiento de satélite en 2018 y primera misión tripulada en 2024. En teoría, y según la nueva planificación, este mismo año debería comenzar el entrenamiento en una réplica del complejo, pero todavía no ha habido noticias al respecto.
¿Y qué hay del satélite y del primer vehículo de exploración, que supuestamente deberían ser lanzados al espacio en 2018? La empresa encargada del primero reconocía el mes pasado que entregaron el estudio preliminar a Mars One, pero desde entonces no han recibido órdenes de seguir trabajando en él. ¿Y el vehículo de exploración? Va a ser difícil que lo lancen en un Falcon 9 de SpaceX, como ellos dicen en su web oficial, dado que SpaceX asegura no saber nada sobre el proyecto.
Pero Endemol está poniendo dinero para emitir esto como un reality en televisión, ¿verdad? No exactamente: el mes pasado la productora holandesa anunciaba el fin de las negociaciones, dado a la falta de acuerdo con Mars One. En su lugar, desde el proyecto explican que ahora tienen pensado grabarlo en forma de documental con una nueva productora (todavía sin identificar) y la idea es emitirlo "como si fueran unos Juegos Olímpicos, viendo lo más importante y donde no vemos todo lo que los atletas hacen cuando no están mostrando sus habilidades", según el fundador de Mars One.
¿Y el dinero? ¿No iba a venir en gran parte de este acuerdo televisivo? Bas Lansdorp insiste en que no, que esto fue un error que cometió la gente al asumir que la financiación vendría de Endemol. En su lugar, explica que la mayoría de los fondos vendrán de inversores privados.
Los planes, según Mars One, parecen seguir según lo previsto y ellos siguen a lo suyo anunciando la llegada a Marte del primer vehículo de exploración en 2018, pero hoy por hoy hay más sombras que luces rodeando a este proyecto. Ya no sólo a nivel técnico, sino también con supuestos socios que, como Endemol, ya se han bajado del carro. El tiempo dirá si Mars One era un proyecto demasiado ambicioso o una estafa con todas las letras, pero hoy por hoy pinta mal. Muy mal.
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