Imagina poder tener un altavoz o sistema de sonido literalmente pegado a un gadget o incluso un televisor. Como si de una pegatina se tratara. Es lo que podría conseguirse con los nanotubos de carbono, ese material que parece llegado del futuro para solucionar la mayoría de males de la electrónica de consumo en particular y la tecnología en general.
Aunque los nanotubos de carbono se estudian desde hace casi 20 años, hasta ahora no se habían buscado sus propiedades acústicas, que ahora ha quedado demostrado que pueden desarrollar sin problemas. Lo han hecho Shoushan Fan y su equipo de trabajo de la Universidad de Tsinghua en Pekín.
Este equipo ha logrado crear una superficie que podemos acoplar a un gadget y que está compuesta por nanotubos enrollados con un diámetro de 10 nanómetros (nosotros no notaríamos que son en realidad tubos sino una superficie completamente plana) que al aplicarles una frecuencia audible, hacen que actúen como altavoces. Casi magia para nuestros ojos.
La base del funcionamiento de estos nanotubos de carbono como altavoces debemos buscarla en la diferencia de temperatura que ese material puede alcanzar respecto al ambiente cuando aplicamos una señal de sonido. Esa diferencia de temperatura provoca cambios en la presión del aire que rodea la superficie recubierta de nanotubos y se produce el sonido.
Este sonido generado es muy reducido en potencia, pero la especial estructura de los nanotubos permite que el sonido escuchado sea suficientemente potente.
Vía | NewScientist.