Poner imagen a los pensamientos suena a una utopía pero ponerle color cada vez es más frecuente. Ya hay sistemas para monitorizar la actividad neuronal y teñirla de color según el tipo que sea y así saber en qué está pensando una persona o cómo se siente en ese momento. Swarovski por ejemplo tiene uno y British Airways que trabaja con mantas avanzadas parecidas.
Esta vez nos toca hablar de NEUROTiQ, un casco en apariencia muy hortera pero que cuenta con un juego de sensores que, pegados al cráneo, permiten registrar la actividad cerebral y mostrarlo en colores de diferente tipo. Una idea bastante futurista pero que más allá del artificio ofrece una idea muy buena.
Más allá de la moda, se busca la expresión
El sombrero es capaz de representar diferentes estados del cerebro: el sueño profundo se muestra como rojo mientras que la meditación aparecerá con un tono naranja. Un estado despierto se verá amarillo y la avaricia en verde. Las luces son programables y podemos configurarlas a nuestro gusto.
A nivel de materiales, NEUROTiQ es una curiosa mezcla entre tejido tradicional (61 horas de trabajo) mientras que se han empleado otras 76 en impresión 3D para crear el resto del casco. Hay que decir que el resultado es bastante excéntrico pero la idea es bastante buena por un término que sus creadores han acuñado como “extimacy” o lo que es lo mismo: hacer visible lo más íntimo.
Lejos de ser un mensaje enfocado a las redes sociales y a nuestros pensamientos más privados, el término va enfocado más hacia el estudio del autismo y la búsqueda de nuevas formas para comunicar este tipo de ideas. De tener un diseño más discreto, seguro que iba a tener mejor aceptación.
Vía | CNET
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