Gustos hay para todos, pero lo de un parque de atracciones en China roza lo que uno encuentra como entretenimiento: simular una incineración.
En la ciudad china de Shenzen, una de las atracciones lleva el poco sugerente nombre de The Cremator, y recrea precisamente lo que promete. El juego comienza con los visitantes dentro de un ataúd que se moverá hasta llegar a una sala oscura donde comienza el verdadero "espectáculo".
Aire y altas temperaturas en la simulación
Para simular una situación que, en caso de que llegue el momento, no podremos experimentar como para contarlo, los creadores de la atracción recurren a aire caliente que provoca que en el interior de "nuestro" ataúd se alcancen temperaturas de 40 grados.
Esa sensación se debe unir a la de claustrofobia y un toque en forma de destellos de luz y proyecciones que tratan de imitar las llamas de una incineración.
¿Te parece algo absurdo? Pues atento porque su creación ha sido posible por una campaña de financiación colectiva en China. Finalmente se abrió al público en septiembre del año pasado y "disfrutar" de esta experiencia sale por unos 30 euros.
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