Si ciudades con un tráfico aéreo moderado como Bruselas ya disponen de dos aeropuertos, cabe pensar que en la capital del país más poblado del mundo un sólo aeropuerto internacional no era suficiente. Y al existente ya en Pekín se sumará el nuevo aeropuerto internacional de Pekín/Beijing, cuya construcción se ha completado ya (en no mucho tiempo) y empezará a funcionar este año.
El diseño del aeropuerto Beijing Daxing, a cargo de la difunta Zaha Hadid, es llamativo, aunque más lo son las cifras que se barajan para el mismo. Con el objetivo de aliviar el tráfico de pasajeros del actual aeropuerto internacional (PEK), con el nuevo se espera que en 2025 pasen por el nuevo 72 millones de pasajeros al año y 100 millones en 2040.
Modernismo, tradición y tecnología
No es de extrañar que por ello se espere que sea de los más concurridos del mundo, tal y como comentan en Bloomberg. Se trata de un proyecto para que el tráfico aéreo internacional se reparta y funcione mejor, siendo además una manera de celebrar el 70 aniversario del Día Nacional de China (que será cuando se inaugure).
Así, la capital china pasa a tener varios aeropuertos internacionales como París, Londres o Tokio. El coste de la obra asciende hasta los 12.900 millones de dólares, y se espera que entre los dos aeropuertos internacionales se albergue a un total de 170 millones de pasajeros al año en 2025.
Y hablando de cifras altas está la de la superficie de su terminal, que con 700.000 metros cuadrados será la más grande del mundo y se ha construido en apenas cinco años, como comentan en El País. La estructura tiene forma de estrella o asterisco, siendo uno de los brazos el acceso y el resto los que darán lugar a las terminales y conectan con las pasarelas de las puertas de embarque.
Eso en el eje horizontal, porque en el vertical habrá hasta siete plantas en esa terminal, dos de éstos subterráneos albergando una gran estación que conectará con el metro, los trenes de cercanías, los regionales y incluso los de alta velocidad. En los extremos de cada una de estas alas habrá además cinco grandes jardines, por supuesto diseñados según las tradiciones chinas.
Esta estructura no es ni mucho menos la habitual para un aeropuerto y de hecho implica que haya un punto central en vez de diversas terminales. Según los diseñadores, es una manera de minimizar el impacto medioambiental además de originarse en la arquitectura tradicional china para organizar espacios interconectados alrededor de uno central.
Pero lo contemporáneo no queda sólo en el diseño del edificio. La idea es que todo vaya más fluido y rápido y en el aeropuerto Daxing la idea es que embarcar sea una experiencia "autónoma y sin papeles", según Zhang Ru, portavoz del proyecto de construcción del aeropuerto. Esto se conseguirá con reconocimiento facial a tiempo real, un sistema de radiofrecuencia RFID para el equipaje (que permitirá al pasajero saber en todo momento dónde está desde su smartphone) o puestos automatizados de check-in.
Está previsto que en su primera fase gestione hasta dos millones de toneladas de carga y 620.000 operaciones en sus cuatro pistas, que se ampliarán a siete a largo plazo. Está situado a 46 kilómetros del centro de la ciudad en dirección sur, un trayecto que durará unos 30 minutos gracias a una línea de alta velocidad entre estos dos puntos.
Nuevo aeropuerto para empezar el nuevo curso
Esta peculiar estructura está pensada, además de para alojar todo lo estudiado, para que los pasajeros puedan tener acceso a la planta más alta. De este modo podrán apreciar las vistas del propio edificio, tal y como también explicaba Zhang Ru.
Las operaciones en el nuevo aeropuerto empezarán el 30 de de septiembre con seis tests, y se espera que a finales de año compañías como China Eastern Airlines (y otras de la alianza Sky Team) ya funcionen. Según la Administración de Aviación Civil de China, la transición debería estar completa en 2021.
Dicha administración afirmó que el tráfico anual de pasajeros fue de 1.260 millones en 2018 (un 10,2% más que el año anterior), y para 2022 se espera que China sobrepase a Estados Unidos siendo así el mayor mercado de aviación. Así que todo apunta a que el nuevo aeropuerto efectivamente será una ayuda para mejorar las condiciones del tráfico aéreo en la capital.
Imagen | Zaha Hadid Architecture
Ver 21 comentarios