En un mundo digital, todo está etiquetado. Las fotos, los correos, los documentos … y los alimentos. Nutrismart, una idea de Hannes Harms para el Royal College od Art de Londres, lleva esa idea al extremo colocando etiquetas RFID comestibles en los alimentos. Nada se dice de lo que nuestro organismo hace con esos restos así que nos centraremos en la idea global.
Nutrismart pretende mantener al consumidor perfectamente informado de lo que come. Desde el origen del alimento hasta sus calorías, pasando por el camino que ha seguido hasta llegar a nuestro plato o componentes delicados para posibles alérgicos.
Toda esa información iría en unas etiquetas RFID integradas en el propio alimento, sea elaborado o no, y que enviaría la información a todos los dispositivos suceptibles de leerla: el plato donde lo comemos, el frigorífico o despensa donde guardamos los mismos (y que servirían para hacer una lista de la compra inteligente y automática) o el dispositivo que nuestro dietista haya incorporado al cuerpo para realizar un seguimiento de nuestra alimentación … y enviarnos una descarga eléctrica automática si nos pasamos o saltamos la dieta,
Vía | Engadget.