Nuevos colores de carcasa. Esa es la mejor excusa de Panasonic para presentar sus nuevos Panasonic Dect KX-TG5511, unos teléfonos inalámbricos que vienen a sumarse a la ya de por sí extensa gama de terminales para el hogar que la compañía tiene en el mercado. Eso sí, los KX-TG5511 son los primeros en abandonar el gris metalizado o negro habituales de la gama Dect para añadir unos tonos metalizados en moca y chocolate.
Por lo demás, no estamos ante un terminal de grandes prestaciones, sino ante un inalámbrico de gama media cuya prestación más llamativa es algo tan poco tecnológico como la función manos libres.
Equipado con una pantalla LCD monocroma retroiluminada en azul eléctrico junto a las teclas, el Dect KX-TG5511 ofrece memoria para hasta 100 entradas de la agenda consistentes en nombre y número de teléfono. También es capaz de registrar las últimas cincuenta llamadas perdidas.
Panasonic ha incorporado un sistema de corrección de errores para mejorar la calidad del audio durante las conversaciones y un modo ECO que reduce la iluminaciónd el terminal para moderar su consumo eléctrico.
Poco más se puede decir de este modelo. La compañía, eso sí, dispone de terminales Dect con bastantes más prestaciones, como el KX-TG6481, resistente a salpicaduras y apropiado, por tanto, para negocios que impliquen lidiar con líquidos o suciedad.
Apropiados para usuarios domésticos que no quieran nada más que un teléfono, los nuevos Dect de colores están en la media de precio. Cada uno cuesta 40 euros y ya están disponibles en el mercado. Pese a su extensa gama, no es extraño que Panasonic no se dedique a investigar mucho en este campo, sobre todo teniendo en cuenta que las líneas de teléfono fijo tradicional están en franco retroceso.
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