Si pienso en pantallas o tecnología OLED seguro que lo que te viene a la mente es pequeño, calidad y caro. Estás en lo cierto. Pequeño porque lo único que hay ahora mismo factible tiene reducidas dimensiones, normalmente en teléfonos móviles. Calidad porque una pantalla OLED proporciona mejores colores, contraste y todo con un consumo más reducido. Y caro porque el único ejemplo de televisor OLED que conocemos en Europa es el XEL de Sony que sale a 5.000 euros por un modelo con pantalla de 11 pulgadas.
Pues en Corea piensan un poco lo contrario y la empresa Modistech dice que ha conseguido un método de producción de paneles OLED muy económicos para lo que cuestan en la actualidad. Además, esos paneles son flexibles. El coste estimado sería de unos 200 dólares cada metro cuadrado.
La noticia es importante porque esta reducción de precio acercaría el uso de esta tecnología al hogar digital. Y eso nos gusta. La tecnología usada para fabricar esos nuevos paneles no es nueva, sino que se basa en la impresión sobre paneles flexibles, por lo que es de esperar que el coste de la misma baje todavía más.