Una de las principales pegas de las pantallas táctiles es que el usuario no recibe respuesta táctil, al contrario que con los botones. Se han diseñado diversos métodos para solucionar esto, como la tecnología háptica, pero ninguno que sea el definitivo.
En el Carnegie Mellon están trabajando en superficies táctiles que se puedan pulsar como botones pero permitiendo los cambios de interfaz que ofrece una pantalla. Para ello, ofrecen unos botones cubiertos por látex rellenos de aire, cuya presión se puede variar cuando queremos desactivarlos.
Estos botones ofrecen respuesta táctil al usuario y permiten, además, calcular la presión con la que se está pulsando la pantalla, lo que abre nuevas aplicaciones en el interfaz de usuario. Para mostrar este, se utilizan proyectores, lo que hace difícil adaptar esta tecnología a pequeños dispositivos.
Mediante el uso de sensores de infrarrojos, además, estas pantallas se convierten en multitáctiles. Probablemente, esto tenga mucho más sentido si consiguen hacer botones mucho más pequeños, casi como los píxeles de la pantalla, que permitan que no sean fijos los sitios donde debemos pulsar.
Vía | Engadget.
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