Hay desiertos cálidos y desiertos fríos, pero ambos tienen en común lo que los define, es decir, la escasez de agua. Lo que idearon para el de Ladakh no valdría para todos, pero no deja de ser una solución curiosa y que parece estar funcionando para aprovechar el agua y guardarla para épocas de sequía: crear un glaciar en vertical artificial.
Se trata del proyecto Ice Stupa, cuyo nombre se inspira en las estructuras budistas para contener reliquias llamadas stupa (también chedi o dagoba), culto mayoritario en esta región llamada también Pequeño Tibet. Lo que ocurre en este desierto es que las colinas del Himalaya crean zonas sin lluvia, de modo que según de qué época del año se trate los pueblos pasan por sequía, y con estos glaciares artificiales se aprovecha el agua que de otro modo se iría a los ríos.
Un reservorio de agua a lo congelador frost
La idea en realidad no es nada nueva, de hecho según explican en la página del proyecto sus ancestros ya usaban un proceso llamado algo así como "injertos de glaciar" recurriendo a la formaciones de hielo que se crean de manera natural en invierno y se derriten en primavera, pero con los años han ido a menos en cuanto a volumen. Así, de esa idea partió Sonam Wangchuk, ingeniero de Ladakh, buscando una solución alternativa que no requiriese altitudes demasiado elevadas y cuyo mantenimiento tampoco fuese demasiado complejo.
¿Cómo se construyen estas pirámides y cómo resultan de utilidad? Los conos alcanzan una altura de 30 a 50 metros y su formación no es nada compleja: se trata de un chorro de agua, que sale por presión y se va congelando (algo que ocurre de manera natural con las temperaturas de la zona y el viento, entre -30 y -50 grados centígrados). Las montañas pueden situarse cerca de cada pueblo que necesite el agua y supone una inversión relativamente pequeña.
La forma cónica no es algo casual, sino que es clave para el invento. Lo explicaba el propio Wangchuk en The Guardian, explicando que los stupas necesitan sombra, y con esta estructura el hielo "se hace sombra a sí mismo" sin depender de estructuras externas y accesorias, dado que así se minimiza la superficie expuesta de manera directa al sol. De este modo, el ritmo de derretido es el adecuado .
La primera que se construyó fue en el valle de Leh, una zona relativamente baja y expuesta a la luz solar. Se tardó un mes en crear una de estas stupas de hielo de unos 7 metros, la cual según explican cumplió expectativas (lo consideraban éxito si llegaba hasta mayo sin derretirse y aguantó hasta el 18 de mayo de 2014, habiéndose formado el invierno anterior).
Contribuir al aprovechamiento del agua y a la educación
La idea fue premiada el pasado mes de diciembre con el Rolex Award for Enterprise 2016 por innovadora recibiendo 80.000 libras (91.468 euros aproximadamente), según cuentan en The Guardian. El proyecto además tiene buena acogida entre los habitantes de la región, dado que recuerdan como decíamos a los stupas, algo importante en la tradición y a nivel espiritual.
El plan es construir muchas Ice Stupas más. De momento han reunido fondos para poder empezar a trabajar en 20 más, que medirán aproximadamente unos 30 metros de altura. Entre los planes de Wangchuk además figuran dedicar dinero a la enseñanza fundando una "universidad alternativa" para que la gente más joven entienda los problemas de la zona y cómo solucionarlos, según explica.
Información e imágenes | The Ice Stupa Project
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