Resulta sumamente extraño ver un televisor de plasma Pioneer con el marco en otro color que no sea un intenso negro. A juego con su famosa publicidad. Pero en estos momento hay que satisfacer a todos los posibles clientes, y Pioneer ha sacado en Europa dos nuevos modelos de plasmas de 50 pulgadas con la particularidad de que su marco es de un color nada habitual: beige y blanco. El primero me parece horrible, el segundo, más contenido en extravagancia. El grosor, de 64 mm, también ha sido reducido. Se fabricarán en unidades limitadas de 1.000 y 1.500 televisores respectivamente.
Pasando ya a ver las características más técnicas de ambos modelos, sus paneles nos dejan una resolución de 1080p y vienen con un sintonizador que según la EISA debería darles a los televisores KRP-500AW y KRP-500ABG la etiqueta HDTV 1080p, pues se trata de unos modelos con sintonizador analógico, un digital y uno de satélite, pero que pueden decodificar señales digitales en MPEG-4.
El grosor reducido que hemos comentado se ha logrado con la disposición del receptor de medios digitales en el exterior, conectado con un discreto cable a la pantalla. Es algo cada vez más habitual entre los fabricantes, pero no nos termina de convencer mucho.
Como ayudas a la visualización de contenido en estos plasmas de Pioneer, no falta el modo de visualización optimizado, que regula automáticamente valores de la imagen para ajustarse a las condiciones de luz de la estancia en la que tengamos colocados estos televisores de plasma de Pioneer. Tampoco podía quedarse este par de televisores sin ofrecernos certificación DLNA, especialmente útil para pases de imágenes.
El Kuro Link y los cuatro puertos HDMI que se incluyen en la pantalla completan las principales característicias de estos nuevos plasmas que cuentan con la particularidad de salir al mercado en dos colores nada habituales en la marca de los negros profundos.
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