La gran obra de Terry Pratchett, fallecido hoy, es Mundodisco, de la que ya os hemos hablado antes. Pero aunque es probable que hayas oído hablar de ella, también es bastante posible que te hayan echado para atrás los 40 (y pico) libros que la componen.
Empezar con ella es más sencillo de lo que parece, aunque nadie lo diría si veis un esquema de cómo está compuesta la saga. Son demasiadas ramas y demasiados títulos. Es cierto que la obra de Pratchett conquista empieces donde empieces, por su humor desbordante y su fina y afilada sátira, pero... venga, lo ponemos fácil.
Las llaves de las cinco puertas de Mundodisco
Mundodisco tiene unas cuantas subtramas principales, lo que da pie a que se puede empezar a leerla por cualquiera de ellas. El método es sumamente sencillo: cogiendo uno de los cinco libros iniciales (El color de la magia, "¡Guardias, guardias!", "Mort", "Ritos Iguales" e "Imágenes en acción"), entrar en Mundodisco es solo como dejar una bola de nieve rodar colina abajo.
¡Guardias, Guardias!: ¿un enano de dos metros llamado Zanahoria con el sueño vital de convertirse en guardia nocturno, la peor profesión de la ciudad de Ankh-Morpork? Con esa premisa se abre una novela alocada en la que la novela fantástica parodia a la policíaca (¿o era al revés?) y se descubre la mejor manera de acabar con el crimen: legalizándolo.
El color de la magia: En el comienzo fue el verbo... de Terry Pratchett y Rincewind, Dos Flores y el resto de la troupe que pueblan una aventura en la que no se sabe bien si estamos huyendo como cobardes o yendo de turismo. Es también la primera aparición de La Muerte, el que es, definitivamente quizás, el mejor personaje de Mundodisco.
Ritos Iguales: Lo siento, Esk, pero las niñas no pueden ser magas. Ni las mujeres, claro, por muy resabiadas que sean. Desde ese juego de palabras del título ("Equal rites" vs "Equal Rights"), Pratchett se queda a gusto despachándose contra la intolerancia. Sí, es también ese Pratchett que si no metía diez chistes por página, no se quedaba a gusto.
Mort: No sé si os imagináis lo cansado que es ser La Muerte. Lo sabéis, pero no lo entenderéis de verdad hasta que veáis en acción a Mort, ese aprendiz que la lía parda al perdonarle la vida a quien debería estar muerto, por muy princesa que sea. La vez que más cerca ha estado el Mundodisco de irse al garete y todo porque ALGUIEN quería irse de bares.
Imágenes en acción: los alquimistas nunca han hecho nada útil, pero de repente hacen magia por fin. Así es como se crea en Mundodisco el cine, y Holy Wood hace lo que en el Civilization se conoce como "Victoria Cultural": de repente, lo único que quiere hacer todo el mundo es ver imágenes en acción. No hace falta ser cinéfilo para disfrutar de esta novela, pero, madre mía, qué cantidad de referencias maravillosas te puedes perder.
¿Y el orden para continuar? Pues aquí lo tenéis, bien detallado, cortesía de la Fancueva. En todo caso, no digáis que no os lo hemos avisado: esto engancha, y mucho.
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