Usar de forma eficiente un dispositivo solar como un cargador en días nublados está cada vez más cerca.
Al menos es lo que opinan los científicos que han desarrolado una célula solar de plástico que puede convertir la luz solar en energía eléctrica incluso cuando no hay rayos solares a los que atenerse.
Las células, basadas en la nanotecnología, podrían aprovechar la energía del sol proveniente de los rayos que no vemos, los infrarojos. Este tipo de dispositivos plásticos, podrían algún día ser hasta cinco veces más eficientes que los actuales modelos de células fotovoltaicas.
Pero es que además, estas nuevas células plásticas podrían aplicarse como si de una pintura se tratara, usándolas en forma de spray por ejemplo, sobre la superficie que queremos convertir en receptora energía solar.
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