A estas alturas la mayor parte de vosotros estáis ya al tanto de lo que es la realidad aumentada y de las distintas aplicaciones que están apareciendo en este sentido. Sin embargo, nunca viene mal un repasito y la vocación de nuestra Xatakapedia es precisamente la de definir conceptos para que incluso los menos expertos puedan estar al tanto de las últimas tecnologías.
En esencia, la realidad aumentada es el conjunto de tecnologías (hardware y software) que nos permiten añadir elementos virtuales a lo que vemos en el mundo real. Generalmente estos elementos virtuales suelen consistir en información adicional que nos ayuda a interpretar o percibir la realidad de una forma más completa.
El mundo real convertido en videojuego
La comparación con un videojuego ayuda mucho a entender el concepto de realidad aumentada. En un juego, el jugador ve en la pantalla distintos indicadores que le muestran, por ejemplo, el mapa del nivel en el que está, la vida que le queda a su personaje o lo que dicen sus compañeros de equipo en el caso de un juego online.
La realidad aumentada se plantea como objetivo trasladar este tipo de interfaz al mundo real. Las distintas plataformas de realidad aumentada tratan, por ejemplo, de que veamos las indicaciones del GPS sobre el mismo suelo que pisamos, que los nuevos mensajes en nuestra bandeja de entrada de correo aparezcan flotando en el aire frente a nosotros, o que podamos ver las actualizaciones de estado de Facebook de una persona conocida con tan sólo mirar en su dirección.
A diferencia de la realidad virtual, la realidad aumentada no genera un entorno totalmente artificial en el que desenvolvernos, sino que añade capas de información al mundo real. Si hablamos continuamente de ‘ver’ la realidad es porque las principales herramientas de realidad aumentada se centran en el sentido de la vista. Eso no descarta que no aparezcan en el futuro tecnologías comerciales de realidad aumentada que se basen en el oído o el tacto.
Móvil y juegos como ecosistema natural
Para hacer realidad todo esto y que funcione de manera fluida en tiempo real hace falta una potencia de procesamiento bastante elevada unida a un conjunto de sensores como cámaras o GPS y, por supuesto, conectividad. Eso y el hecho de que la realidad aumentada se conciba como una tecnología que nos acompañe en todo momento ha convertido a los smartphones de última generación en el caldo de cultivo perfecto para su desarrollo.
En los móviles, la realidad aumentada utiliza la cámara para mostrar nuestro entorno en la pantalla y mezclarlo con los elementos virtuales que añaden información. La mayor parte de las veces esta información depende de los datos que ofrecen servicios online. Existen aplicaciones como Layar, Wikitude o la reciente Nokia City Lens que ya hacen sus primeros pinitos en realidad aumentada.
Los videojuegos es otro de los campos en los que la realidad aumentada más está perfeccionándose. El último avance en este sentido es el Wonderbook de Sony, un libro con códigos impresos similares a los BIDI que permiten utilizarlo como periférico interactivo en videojuegos de realidad aumentada. Le preceden otros títulos como Invizimals, también de Sony. El AR Drone, un cuadricóptero de radiocontrol creado por Parrot también es otro ejemplo de como se puede utilizar la realidad aumentada.
Mejorar los sentidos humanos
Aunque el concepto se ha hecho popular en los últimos años, la realidad aumentada aún está en pañales como tecnología. El siguiente paso hacia el que se dirigen los departamentos de i+D pasa por diseñar lo que se conoce como HUD (Head Mounted Displays) o Wearable Displays.
En esencia el objetivo es que podamos ver la información extra que nos aporta la realidad aumentada sin tener para ello que sacar un dispositivo del bolsillo y ponerlo a la altura de los ojos. Hasta ahora, el concepto más explorado es el de unas gafas de realidad aumentada. Son varias las compañías que han experimentado en este campo aunque de momento ninguna de ellas ha tenido éxito de ventas debido a lo rudimentario de los dispositivos.
Google, con su Project Glass, parece ser el que más pasos está dando en este sentido aunque aún no hay ninguna fecha prevista para el lanzamiento de una versión comercial de este dispositivo a gran escala.
En el fondo, la realidad aumentada casi podría definirse como una rama de la cibernética. Aún no llevamos chips de realidad aumentada implantados en nuestro cuerpo, pero la filosofía detrás de esta tecnología es mejorar los sentidos de una persona hasta un nivel donde la naturaleza no llega. Un último campo donde la realidad aumentada está probando su utilidad más allá de móviles y gafas es el de la automoción.
Los HUD o gafas de realidad aumentada se sustituyen aqui por el parabrisas, cuyo cristal refleja diversos datos que mejoran nuestra experiencia al volante. No cabe duda de que, en unos años, la realidad aumentada estará en todas partes. Los filósofos discuten a menudo sobre si ello nos hará sobrehumanos o, por el contrario, más ‘torpes’ y dependientes de la tecnología, pero esa es otra historia.
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