Hemos vivido tantos años mirándola que seguramente si cambiaran tu querido cursor del ratón con forma de flecha, nos sentiríamos muy perdidos. Es casi una de esas metáforas de la informática que uno asume sin rechistar.
Borrando de nuestra memoria algún que otro momento en que estuvimos tentados de "personalizarla" con horrendos diseños, la flecha siempre ha sido así, desde el inicio de sus tiempos.
Pero, ¿por qué está ligeramente torcida? La razón nos la dan en Hack&Stuff, que basándose en un documento original de la cuna del cursor, el Xerox Parc, afirma que si bien la idea inicial de Douglas Engelbart fue tener una flecha completamente recta, algo que parece con más sentido, finalmente se optó por inclinarla unos grados.
¿El motivo? Pues que en la interfaz gráfica original pudiera identificarse claramente dónde se encontraba ese cursor, algo que si se mantenía completamente recta era imposible teniendo en cuenta las resoluciones de la época. En esa situación, en Xerox se pensó que era mejor inclinarla que darle un tamaño más grande.
Como ha pasado en muchas ocasiones en la historia de la informática, a pesar de la mejora de las resoluciones de las pantallas y evolución de las interfaces, esa pequeña flecha inclinada sigue ahí, siempre observada atentamente por nuestro ojo.
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