Y sabe como hacerlo. Quedaos con este nombre: HAMR, o Heat Assisted Magnetic Recording, una tecnología de la que ya hay algunos registros de 2002 pero que parece que sigue en desarrollo por parte de Seagate, su impulsora.
Según Electronista, Seagate quiere llegar a los 60 TB en un disco duro de 3.5 pulgadas en las primeras versiones de esta nueva tecnología para dentro de algo menos de diez años. ¿Cómo funciona HAMR? Según el fabricante, la evolución en la densidad de datos por disco está llegando a un punto en el que cada bit es demasiado pequeño, de forma que se crea el problema del superparamagnetismo a la hora de escribir los datos. Para solucionar esto llega HAMR, una tecnología que utiliza un minúsculo láser para calentar la superficie del disco (que, por cierto, será de otro material diferente al actual) con la finalidad de que físicamente sea más fácil escribir sobre ella. Una vez que los datos ya están almacenados se procede a enfriar la superficie para estabilizar los bits y que no puedan interactuar entre ellos, evitando de esta forma posibles cambios inesperados.
Este nuevo proceso de lectura/escritura mejoraría la densidad de los datos en el disco duro. ¿Cuál sería el nuevo límite? Dependerá del propio tamaño del disco duro, claro:
Discos duros de 2.5 pulgadas: entre 10 y 20 TB.
Discos duros de 3.5 pulgadas: entre 30 y 60 TB.
Estas capacidades serían las que llegarían al mercado a finales de la década, aunque unos años antes se verán modelos más tímidos de 2 y 6 TB para las 2.5 y 3.5 pulgadas, respectivamente. No podemos ofreceros una fecha más concreta, pero no deberían ser más que dentro de unos pocos años.
HDD Vs. SSD
Con esta tecnología parece claro que los discos duros tradicionales seguirán creciendo en capacidad, independientemente de la velocidad de trabajo. Es posible que HAMR mejore el rendimiento, pero no parece que vaya a resultar algo significativo como para competir con los SSD.
En el futuro tendremos un SSD para el almacenamiento principal: rápido y con los gigas suficientes como para los programas más habituales. El disco duro magnético pasará a un segundo plano y estará enfocado al almacenamiento masivo de datos, copias de seguridad, etc.
A día de hoy puede parecer una locura si tenemos en cuenta el alto precio de los SSD, pero lo lógico es que estas cifras se vayan ajustando a medida que pase el tiempo. Parece que esta década va a traer grandes cambios en el mundo del almacenamiento.
Más información | Electronista