“Me gusta definir al radioaficionado como alguien que es capaz de comunicarse por sus propios medios con cualquier parte del mundo y, si me apuras, incluso fuera de él”. Pedro Fernández, presidente de la Unión de Radioaficionados Españoles (URE), no exagera. Si alguna noche nos da por mirar las estrellas y preguntarnos qué parte del mundo estarán mirando desde la Estación Espacial Internacional, jamás podríamos salir de dudas ni con WhatsApp ni con Telegram. Ni siquiera con Twitter. Si quisiéramos preguntar a los astronautas, tendríamos que echar mano de una emisora de radio.
Hay un eslogan no oficial que dice algo así como “Si todo falla: radioafición”. Sirve para recordar que cuando una catástrofe asola una zona y sus infraestructuras de comunicación quedan destruidas, es posible recuperar la comunicación gracias a las emisoras de radio y a los radioaficionados locales. Basta con un equipo de radio, una antena y una fuente de energía que alimente esta pequeña infraestructura.
Pero más allá de su uso en estos escenarios, el radioaficionado de hoy se acerca a esta actividad por diversión y, en menor medida, por cierta nostalgia. En España hay 31.839 autorizaciones administrativas para radioaficionados, algo menos de la mitad de las 58.906 que existían en 1998. La causa de esta caída está muy clara para las asociaciones: los radioaficionados van desapareciendo y no hay relevo generacional. A esta cifra hay que añadir unas 100.000 personas más que practican la radioafición pero a través de la llamada Banda Ciudadana, que limita las comunicaciones a una porción concreta del espectro radiofónico.
En esencia, el radioaficionado y el usuario de Banda Ciudadana, o cebeista (palabro que viene de CB, Citizen Band), se parecen: ambos se sientan frente a su emisora y hablan a través del micrófono entre ruidos y abreviaturas. Pero hay diferencias. Una muy evidente es que el radioaficionado debe conseguir una autorización administrativa (de ahí que podamos saber exactamente el número de radioaficionados que hay en España) y el cebeista, no.
A cambio de aprobar un examen sobre electrónica, manejo y reglamentación, y pagar unas tasas, el radioaficionado obtiene el permiso para usar emisoras de radio que pueden transmitir prácticamente a cualquier parte del globo (y fuera de él), además de un indicativo que le identifica (algo del tipo EA0JC, el indicativo del rey emérito). El cebeista lo tiene más fácil para empezar, pero los aparatos que emiten en Banda Ciudadana tienen un rango de frecuencias mucho más limitado y dependen en mayor medida de las condiciones de propagación, que son diversas variables que afectan al estado de la ionosfera y que condicionan sensiblemente el comportamiento de las ondas electromagnéticas que emiten y reciben las emisoras de radio.
Charlar por radio en tiempos de WhatsApp y Skype
El perfil del radioaficionado actual es variado y está muy condicionado por el tipo de emisora que tiene. Para Antonio Manuel Adalia, presidente de la Liga Española de Asociaciones C.B. y Radioaficionados, lo normal es que en Banda Ciudadana, las comunicaciones se den en un radio de acción de no más de 20 kilómetros si se dispone de un equipo básico. ¿El uso principal? Charlar.
Quienes vivieron su adolescencia o juventud en la España de los 80 quizá recuerden a su padre —porque normalmente era el hombre quien lo hacía— retirarse de la sobremesa de la cena para ir a conversar con otros cebeistas. El momento no era casual: había que esperar a que saliera la carta de ajuste para evitar las interferencias de las televisiones de aquella época. La estampa del padre de familia escuchando micrófono en mano, quizá acompañado de cigarro y copa, puede resultar caduca, pero la idea de charla distendida se mantiene intacta (y también que sea una afición fundamentalmente masculina).
Charlar es también un uso muy habitual entre los radioaficionados con licencia, quienes lo tienen bastante más fácil para conseguir buenas conexiones debido a la potencia de sus equipos. Pueden navegar por las distintas frecuencias buscando conversaciones o pueden usar los indicativos (que son exclusivos de los radioaficionados con licencia) para localizar a alguien en particular.
“Si a un radioaficionado le ponen en la calle dos farolas de los chinos y no de materiales de calidad, el resultado es que el radioaficionado deja de poder usar su radio”
Conversar a distancia con otra persona sigue siendo un atractivo irrenunciable para los radioaficionados, incluso en la época de WhatsApp, Telegram y Skype. Por qué el radioaficionado prefiere gastar unos 200 euros (en equipos de Banda Ciudadana, contando emisora básica, antena y fuente de energía) o más de 1.000 en emisoras de rangos más amplios para establecer una comunicación que bien podría resolver con el móvil que tiene en el bolsillo no tiene mucho que ver con la comunicación.
De hecho, la calidad de las conexiones ha empeorado en los últimos años debido a la contaminación del espectro electromagnético. “La luminaria LED es muy ecológica, pero se usan fuentes de alimentación de muy pobre calidad y mal conmutadas, y se generan interferencias bestiales”, explica Pedro Fernández, de URE. “Si a un radioaficionado le ponen en la calle dos farolas de los chinos y no de materiales de calidad, el resultado es que el radioaficionado deja de poder usar su radio.”
Ser radioaficionado en 2019 es una cuestión de libertad, de independencia y de cierta nostalgia. Pero también de diversión, pues la radioafición encierra un extenso abanico de actividades y retos.
Conquistar el mundo
“Hay gente a la que le gusta hacer radio competitiva”, explica Fernández. De hecho, la comunidad de radioaficionados se parece un poco a la de los alpinistas en el sentido de que puedes imaginar cómo es un alpinista si sabes qué cumbres ha conquistado. En el caso de los radioaficionados, las cumbres son las entidades. Una entidad es una zona geográfica que tiene su propio código identificativo. No son países necesariamente. En España tenemos cuatro entidades: EA es el territorio peninsular, EA6 comprende las Islas Baleares, EA8, las Canarias y EA9, Ceuta y Melilla. En todo el mundo hay 340 entidades, y todo radioaficionado que se precie quiere establecer comunicación con todas ellas.
Quienes buscan obtener el mayor número posible de comunicaciones con lugares remotos reciben el nombre de diexistas (de DX, Distance X). Cuando un diexista consigue comunicarse por primera vez con una entidad, solicita una tarjeta QSL, una especie de postal que funciona como prueba de que efectivamente esa comunicación se produjo. (La fórmula QSL signfica acuse de recibo en el Código Q, originariamente creado para la telegrafía y que hoy es el idioma universal para todos los radioaficionados del globo)

Comunicarse con todas las entidades no es tarea sencilla. Hay zonas en las que es muy fácil contactar con radioaficionados, como los países desarrollados, zonas que ya suponen un reto, como las islas poco pobladas del Pacífico sur, y zonas que son consideradas El Dorado para los radioaficionados, como Corea del norte, donde la radioafición también está prohibida.
Los dominios de Kim Jong-un no son los únicos territorios casi inexpugnables para los diexistas. Existen entidades que son complicadas de conquistar porque están ubicadas en islotes remotos donde no hay emisoras en activo o siquiera personas.
En estos casos se organizan expediciones con el propósito de reactivar esta entidad, para que durante unas horas sea accesible a todo diexista que quiera añadir una tarjeta QSL a su colección. Se han hecho expediciones a la Isla Pedro I (en la región antártica), a las Islas Marshall o a las Fiji, entre muchas otras. Son expediciones cuyo coste puede superar los 300.000 euros, porque no sólo hay que transportar el material (emisoras, antenas, víveres...), fletar un barco y contratar a su tripulación, sino que en ocasiones se alquilan incluso helicópteros. Para Pedro Fernández, “entre las aportaciones de la gente y los patrocinadores… no estoy seguro de que se recuperen estas inversiones”.
No todas estas expediciones triunfan, pues a veces el tiempo no acompaña y la instalación de la emisora es imposible. Pero cuando salen bien, es todo un acontecimiento para los diexistas. “Imagínate. Estás allí, haces una llamada desde tu emisora y según sueltas el micro, te están llamando 200.000 personas a la vez”, explica Fernández. Este fenómeno se conoce como pile-up.

Se busca relevo generacional
“Tuve el gusanillo desde que veía ‘Starsky y Hutch’ y ‘Los hombres de Harrelson’. Yo pensaba hacerme policía o guardia civil sólo para hablar con radio”, explica Antonio Manuel Adalia, presidente de la Liga Española de Asociaciones C.B. y Radioaficionados, cuyo indicativo es EA4ATK. Pero, “mi suegro, que era camionero, puso un CB [emisora de Banda Ciudadana] y vi que no hacía falta ser un superhéroe para acceder a la radio”. Adalia compró su primer equipo de Banda Ciudadana con 25 años (tiene 57), antes de empezar a trabajar como camionero. “La emisora fue lo primero que puse en mi camión”.
“Tuve el gusanillo desde que veía ‘Starsky y Hutch’ y ‘Los hombres de Harrelson’. Yo pensaba hacerme policía o guardia civil sólo para hablar con radio”
Pedro Fernández (EA1YO), presidente de la Unión de Radioaficionados Españoles, se aficionó a la radio con 14 años, veraneando en Suances con un amigo. “Tenía una pequeña antena en el balcón y un día empezamos a escuchar a un tío italiano. Estuvimos hablando con él y aquello me engancho tanto que en cuanto pude me compré una radio”. Cuando compró su casa, lo primero que miró fue el tejado. “Tenía que ver dónde iba a colocar la antena”. Tiene 55 años.
Andrea Iglesias tiene 16 años y participó hace unas semanas en el concurso S.M. El Rey de España, de la URE, donde gana quien más contactos hace en un tiempo concreto (un día, en este caso). Es hija de radioaficionados y considera que “estaba predestinada a ser radioaficionada”. “Lo que más me llamaba la atención es que cuando mis padres hablaban se oía ruido. Es algo extraño porque cuando te pones a hablar no gusta nada ese ruido, pero llama la atención porque ves que hay algo, que algo está pasando”, explica.
"La gente se piensa que la radioafición es muy distante, como los camioneros de las pelis, y es algo muy cercano. Como somos pocos, intentamos estar a gusto unos con otros"
Según Pedro Fernández, “ahora mismo la radioafición goza de buena salud, pero sí es cierto que requiere de un relevo generacional y es ahí donde está el problema”. “Creo que la radioafición irá a menos en el futuro. De nosotros depende que a los jóvenes les hagamos ver que es una actividad entretenida, el mejor hobby científico que hay. Que sólo con Arduino y una Raspberry Pi puedes hacer un hotspot, un pequeño repetidor propio que te va a permitir comunicarte con un walkie con todo el mundo”.
Buscar nuevos radioaficionados es una misión que Andrea Iglesias ha tomado como propia. “Es una lucha que tengo yo: intentar transmitir la radioafición a la gente y que no sea necesario que alguien de tu familia haya sido radioaficionado para que tú quieras serlo. La gente se piensa que la radioafición es muy distante, como los camioneros de las pelis, y es algo muy cercano. Como somos pocos, intentamos estar a gusto unos con otros”, explica Iglesias, y subraya que faltan mujeres radioaficionadas: “es muy complicado encontrar chicas y esto se nota en que cuando oyen a otras chicas por la radio, enseguida van a hablar contigo. Me gustaría animar a chicas y mujeres de cualquier edad. Es un mundo muy cercano, muy bonito, del que se puede sacar mucho provecho, y es una pena que las representantes femeninas seamos tan poquitas.”
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Usuario desactivado
Pues yo creo que el exceso de regulación es el que se ha cargado la afición.
La nueva generación de "gamberros" se juntó con los viejos "ofendiditos" que usaron las leyes como arma arrojadiza y ahí estamos hoy, con unas normas estrictas y un guión de uso encorsetado que hace que usar una radio sea aburrido, peligroso y absolutamente poco práctico.
P.D. soy EAx-xxx, mi opinión se basa en mi propia experiencia.
Gonzalo Lara
Yo me considero de esa "nueva generación" de radiofacionados. Tengo 27 años y soy ingeniero de telecomunicaciones, por lo que en cuanto descubrí que había un hobbye relacionado con lo que estaba estudiando y que tanto me gustaba, me tiré de cabeza a la piscina. Desde ese día han pasado ya cuatro y sinceramente, cada vez que alguien me pregunta por ello me cuesta recomendarle o animarle a que se meta en este hobbye.
Las barreras de entrada son importantes. Primero te tienes que sacár la licencia que son unos 120 euros pero es que después tienes que comprar todo el equipo.
Una emisora de onda corta no baja de 400€ de segunda mano y de 700 nueva. Lo bueno es que las antenas te las puedes fabricar tú a nada que seas un poco mañoso y al menos eso que te ahorras.
Si quieres hacer radio desde tu casa con una antena en el tejado, tienes que hacer un proyecto, que te lo aprueben en telecomunicaciones y llamar a un instalador autorizado para que te lo monte. Estamos hablando de varios miles de euros.
Para los que somos jovenes y no tenemos ni dinero ni casa en propiedad para poner antenas, la solución es operar en movil, es decir, desde el coche subiéndote a alguna montaña que esté cerca de tu casa, y eso los que tenemos coche, porque si no entonces ya estás fastididado.
En las bandas altas para comunicación local, VHF y UHF, apenas hay actividad y en mi opinión no merece mucho la pena invertir dinero en este tipo de equipos salvo algún walki talki chino de estos de 30€ que por ese precio sirven para quitarte el gusanillo.
Después de cuatro años, he de reconocer que la radioafición me ha dado momentos muy buenos, la gran mayoría gracias a buenos amigos con los que subía al cerro de mi ciudad a ver qué zona del mundo tocaba esa noche.
Pero una vez que ya has hablado con unos cuantos países y que has cacharreado fabricándote tus antenas... en mi caso el interés fue decayendo ya que se tornaba un poco repetitivo y el factor "estoy aprendiendo a hacer algo nuevo" se disipó.
En resumidas cuentas creo que es algo que tiene que ser vocacional y que te guste de primeras mucho. DE cualquier otra forma, es mucho dinero invertido en relación al placer que te genera, al menos en mi caso.
makoki69
Yo era EB2Axx. Hace un par de años quise retomar la adición que dejé hace 20 años. Ahora podría cumplir mi sueño, vivo en una casa propia y el tejado y parcela son mías y podría poner cualquier antena. Estuve escuchando unos meses por la banda de 2 metros y me decepcionó mucho. Enlaces digitales entre repetidores. Se puede escuchar un Canario conectado al R0 de Bilbao. Antes todo era mucho más complicado...para mi a perdido toda la épica de antaño.
mecheroasesinovozmediano
despues de 45 años como radioaficionado todo sigue igual, seguimos siendo cuatro locos pelacables, las emisoras son muy caras, el papeleo para ser LEGAL es aterrador, y cuando pasa una catastrofe SIEMPRE acudimos los mismos a solucionar las comunicaciones, que para eso estamos declarados DE UTILIDAD PUBLICA. Si a un joven le das a elegir entre una emisora de 1500 leuros mas antena mas permisos mas etc etc, o un movil con internete siempre elegira el movil.
Usuario desactivado
Buen artículo, aunque no mencionaís la telegrafía o CW, que es casi el principal método de comunicación cuando se quieren hacer contactos a larga distancia (DX). Puede parecer a estas alturas arcaico, pero el código morse está MUY vivo entre radioaficionados. No hay ningún sistema mejor que este para comunicarse cuando la señal es débil o hay ruido en la frecuencia.
Una corrección: cuando habláis de expediciones y de que mucha gente intenta hacer contactos a un solo equipo se considera "pile-up" (no "line-up") que es así como un "apilamiento" de emisoras en una frecuencia.
Trocotronic
No soy radioaficionado, pero me gustaría serlo. He trabajado y sigo trabajando con equipos de Software Defined Radio (SDR), y estoy convencido de que pueden servir frente las caras emisoras viejas y tradicionales. ¿Alguien ha trasteado con ambas y que pueda dar su opinión?
Gracias y saludos.
biturrizar
Bueno, la "Estación espacial" está controlada y matemáticamente ubicada. Se puede seguir con "Sky View" en cualquier móvil.
shazarino
Aqui un EB2 semiretirado también.. creo que es un error de los gobiernos no promover esta afición y facilitarla, en lugar de eso venga tasas y exámenes, el dia que haya una catástrofe se acordarán de los radiopitas.
Las comunicaciones digitales muy bien, pero cada vez hay más riesgo de que un gobierno, un hacker, una guerra... le dan al botón y nos llevan a la "edad de las cavernas", demasiado control.
labandadelbate
Yo tengo varias emisoras de banda ciudadana, y lo que no entiendo es como a veces no nos oimos entre nosotros estando relativamente cerca y no paremos de oir a italianos y rumanos, no se sí es que ellos no tienen limite de potencia o que será, desde aquí os ruego respuesta sí alguien lo sabe.
Dr. Emmett Lathrop Brown
Leer este artículo me recordó mucho a un capítulo de la serie de los ochentas llamada ALF. En el que ALF contacta al avión presidencial de Estados Unidos por medio del radio de onda corta de Willy jaja.
Y de igual modo me hizo recordar a la película "Frecuencia" con Dennis quaid.
mr.maldivas
Son sus costumbres y hay que respetarlas.
inphower
Magnifico articulo, aqui EA5SP - 2º Operador, el Titular era como no mi Padre (muy reconocido en el gremio con varios Cuadros de Honor DX colgados del "Despacho de la Radio" como lo llamaba) del que adquirí la afición y los conocimientos de Radio y Electrónica a muy temprana edad .... por cierto "Hay un eslogan no oficial que dice algo así como (Si todo falla: radioafición)" de hecho muchos miembros de Protección Civil eramos Radioaficionados formando parte de la Red REMER.
elboludo73
Hola ,me encantaría ser radio aficionado ,ya que mi padre en Argentina lo es y sé que es un mundo maravilloso.estuve viendo para sacarme la licencia ,pero al hacer los test ,para mi sorpresa ,que la electrónica no es lo mío se me hizo chino básico.me parece que exigen un nivel de cono momentos de electrónica ,muy elevados ,por no decir imposible ,ya que hay cosas muy técnicas que al fin y al cabo no se ponen en práctica en la comunicación..un saludo y excelente la noticia...
hectorcruz2
Aqui desde EEUU, mis siglas son WP3WV, y para los que no tenemos las facilidades (o los medio$$$) para hacernos con un buen radio y antena, siempre existe la opción de usar un software llamado EchoLink, que funciona como un radio digital en tu computadora, y te conectas a casi cualquier banda del mundo, e incluso puedes integrar tu radio físico a dicho programa... no tiene el mismo encanto de un radio físico, pero resuelve esas ansias de comunicación lejana (y lo mejor es que lo puedes usar también en el movil, ya sea Android o iPhone)....
albertoporelmundo
Buenas soy un antiguo radioaficionado de 27. He leído el articulo y sus comentarios con atención. Me acuerdo de que cuando tenía 20 años (yo en día tengo 47) la emisora se usaba para muchas cosas, caza del zuro, contactos para QSL internacionales. Pero para lo que más la utilizaba era para el tráfico que en lo que he leído no se ha mencionado. De hecho, me parece que los camioneros la siguen usando. Si es verdad que tenemos hoy en día los GPS que cada vez son más completos y dan más información. Me acuerdo de que cuando estabas en un atasco y metías un "Breico" por la emisora siempre contestaba alguien que estaba delante y que te podía decir el porqué del atasco y además te contestaba él que se avía desviado y te decía si era viable o no. Os aseguro que se montaban charlas improvisadas que hacían mucho más ameno el atasco. Cuando se buscaba un sitio en concreto. Me acuerdo siempre te avisaban de los controles de velocidad movibles y que estaba mal visto avisar de los controles de alcoholemia (al que conduzca bebido que le pillen).
Mi opinión es que es algo bueno llevar la emisora en el coche y cuanta más gente la lleve mejor será. Hoy por hoy el coste de poner una emisora en un coche ronda los 300€ y las ya super pequeñas que no alteran la estética del coche tanto interior como exterior.
Yo personalmente me he comprado un todoterreno pick up para ponerle una célula vivienda (como una autocaravana todo terreno) para recorrer todos los países del norte de Europa y os aseguro que una emisora le voy a poner, aunque de momento no se si va a ser de 27 o de 2 metros.
Espero haber sido de utilidad
Un saludo.
jysjys
La radioafición tuvo éxito cuando para comunicarse sólo estaba el teléfono fijo de casa y además no había tarifa plana, etc.
Luego salió la tarifa plana de Internet, el Messenger, los móviles y los SMS.
La gente ya se podía comunicar por otros medios que no fuese la radio y eso la mató. Eso sumado al ruido que apareció de repente en las principales bandas por culpa del PLC, la iluminación led, etc.
jysjys
La gente ahora utiliza otros medios más económicos y directos como las redes sociales y las aplicaciones de mensajería. Antes, como no existían, se iban a la radio.
Esto, sumado a las interferencias del led, plc, etc, pues os podéis imaginar.
Es una pena, pero la tendencia es que cada vez haya menos gente haciendo radio.
miguelgo
En algunos países como EEUU la radio ha tenido un repunte entre los mas jóvenes, debido a la apertura que existe en ese país en integrar a los radioaficionados en los procedimientos de emergencia de muchos condados o estados, con la cruz roja, bomberos, servicios forestales e incluso con algunas agencias locales de policía.
Existe el ARES y RACES que permanentemente están haciendo ejercicios en conjunto con los organismos de emergencia del estado o municipales, logrando una sinergia muy positiva que aun cuesta ver en España por un tema de celo y mentalidad un tanto delicada por parte de los organismos del estado o emergencia, aunque también eso está cambiando y empiezana tomar en cuenta a este colectivo, no con la fuerza de EEUU, pero por lo menos algo es algo.
Años atrás un alto funcionario de telecomunicaciones de España al yo comentarle que había un descenso importante de usuarios de este hobby, me respondió: "ahora están verdaderamente los que deben estar, la radio no es para todo el mundo" y creo que en el fondo este funcionario tenía razón. En la radioafición es mejor calidad que cantidad.
De todos modos, la radio nunca va a morir, las grandes casas mundiales que fabrican emisoras, antenas y accesorios siguen muy activas ofreciendo modelos e innovaciones, lo que demuestra que aun hay un mercado importante y mas ahora que en algunos países los radioaficionados son muy preciados en temas de respuesta inmediata a emergencias, ya que a pesar de toda la tecnología existente (internet, satélite, iridium, IP, redes independientes, fibra óptica, GSM) la comunicación radial tradicional sigue siendo la menos vulnerable ante cualquier situación extrema. Lo demuestran los muchos casos de huracanes, terremotos, apagones eléctricos nacionales y hasta en situación de caidas de servidores o redes mundiales de internet.