Salvo que vivas en una cueva te habrá llegado la terrible noticia del suicidio de una madre trabajadora de la empresa IVECO tras conocer que un vídeo de sexting de hace 5 años empezaba a circular por los móviles de sus compañeros de mesa hasta llegar a su marido. Este caso ha tocado la fibra sensible de gran parte de la población a sabiendas de que hay más cómplices en la difusión de este tipo de vídeos de los que nos podemos imaginar.
Curiosamente una noticia que ha pasado más desapercibida aunque pueda suponer una tragedia en vida es la de las más de 50 adolescentes asturianas de entre 14 y 16 años que han visto cómo fotografías de sexting eran distribuidas por compañeros de clase hasta que empezaron a llegar las denuncias.
La vinculación entre los dos casos creo que abre una buena oportunidad para hablar de sexting, y más concretamente de sexting entre adolescentes. No me importa tanto qué estamos haciendo mal desde como qué se ha demostrado efectivo.
Es importante entender el fenómeno del sexting como algo natural lo que debe servir para ponerlo encima de la mesa sin moralinas y no tiene por qué quitarle importancia. Con natural los profesionales se refieren a que en el sexting hay un envío de mensajes de contenido sexual entre dos personas donde el emisor lo envía con su consentimiento: normalmente no existe una violencia o un chantaje. Si existe hablamos de ciberbullying, grooming u otros términos.
Esto no quita que haya casos donde el sexting sin ser tan claro presenta elementos coercitivos. El ejemplo más frecuente es el “¿por qué no me envías esa foto? ¿es que no te gusto?”, una manipulación emocional de libro que está a la orden del día. A efectos de este artículo trataré el sexting en su forma más común o ligera, es decir, se comparte una contenido sexual propio con un ligue o pareja como parte de la propia curiosidad y desarrollo sexual del adolescente como parece que fue el caso de Avilés.
Es totalmente legítimo que la gente joven esté interesada en desarrollar su sexualidad por lo que la curiosidad por explorar y jugar con ideas de contenido sexual en el ámbito de las relaciones no debe ser ignorada o rechazada
Este detalle es importante y presenta un contraste importante con el otro gran riesgo asociado al uso de redes sociales por parte de adolescentes: el ciberacoso. Como bien expresa el informe Sexting Report (PDF) que citaré varias veces, publicado en 2012 por diversas investigadoras británicas, al contrario que el ciberbullying no todo el sexting supone un problema. Es totalmente legítimo que la gente joven esté interesada en desarrollar su sexualidad por lo que la curiosidad por explorar y jugar con ideas de contenido sexual en el ámbito de las relaciones no debe ser ignorada o rechazada mientras que los problemas relacionados con el respeto, el consentimiento y la reciprocidad, no sólo en el ámbito digital sino en la vida en general, son las que que se deben discutir.
Esta confusión inicial en torno al sexting como problema en sí mismo (que no lo es) ha polarizado la conversación sobre el tema:
- Enfoque absolutamente restrictivo y moralista: debemos proteger a las niñas inocentes de los hiperhormonadísimos varones restringiendo al máximo su acceso a estas herramientas. Es decir, la responsabilidad está en el emisor (generalmente chica) y por lo tanto si hay un tragedia se tiende a culpar a la víctima
- Enfoque absolutamente liberal: como es imposible convencer a los chavales de que no practiquen sexting simplemente les trasladamos que practiquen “sexting seguro”. O lo que es lo mismo, en lugar de decirle a los chavales que no beban les decimos que no pasa nada si se toman sólo dos copas.
Si habéis estado al tanto de las reacciones a la noticia de IVECO os llamará la atención como esos dos enfoques en cierto modo se trasladan a los adultos y la discusión se polariza hasta que, de la nada, aparece un debate politizado sobre algo que debería ser de consenso.
Don’t blame the victim
No culpar a la víctima en estos caso debería ser una obviedad en 2019. Con 14, con 36 o con 64 años. Sin embargo y dado que el discurso de género para muchos se ha transformado en una herramienta política tengo la terrible sensación de que vamos para atrás.
Cuando me plantaba en una clase de la ESO en 2015 y decía a los muchachos que ni se les ocurriera acudir al “pues que no hubiera pasado el vídeo” o “pero es que lo buscaba”, el discurso cuajaba y la razón se abría paso. En 2019 digo lo mismo y soy un feminazi marxista post-moderno.
Cuando me plantaba en una clase de la ESO en 2015 y decía a un grupo de muchachas que enviar una foto de alto voltaje a su rollo del finde implicaba muchos riesgos, el discurso cuajaba y la razón se abría paso. En 2019 digo lo mismo y soy un fascista machista opresor que está haciendo mansplaining.
Os volará la cabeza pero la mayor parte de profesionales que trabajamos en estos temas sostenemos las dos cosas a la vez y dormimos sin complejo de Schröedinger. Llevar un fajo de billetes a la vista en el bolsillo en un metro concurrido no implica que estés buscando que te roben y, sin embargo, supone un riesgo.
Por lo tanto, por supuesto que la culpa no es de la víctima. En 2015 ya escribí un artículo quejándome de cómo la Guardia Civil twitteaba un vídeo con un caso de grooming donde en la metáfora la moraleja era clara: si la niña hubiera hecho las cosas de otro modo.
Y como demuestra el caso de IVECO, la distribución de vídeos de sexting anónimo a través de grupos de Whatsapp está tan extendida entre los padres de los niños que cambiar el chip llevará generaciones. Porque claro, salirse del grupo o llamarle la atención a otro tío por compartir esas cosas queda fatal. No es natural que diría Fran Rivera.
¿Si un paisano de 40 años no es capaz de decirle a otro en un grupo “oye tío, no me mandes esas cosas, no las compartas” cómo narices esperamos que en un momento de la vida donde uno quiere encajar a toda costa el menor diga “esto no amigo”? ¿Les pedimos a ellos cosas de adultos que ni hacen los adultos?
Generalizar con chicas como víctimas y chicos como agresores en estos casos no debería alterarnos tanto. Al menos cuando hablamos de sexting y según los datos del libro “Entre selfies y Whatsapps” en España un tercio de los niños entre 11 y 16 años han enviado mensajes de carácter sexual. Los chicos son más propensos a recibir este tipo de mensajes, un 35% comparado con un 28% de las chicas. Los chicos también son dados a enviar contenido más explícito pero el mismo estudio afirma que a las chicas se las juzga más negativamente por ser partícipes del sexting.
Nadie está diciendo que haya que ignorar a las víctimas varones pero por si acaso se ha compartido mucho los últimos días este artículo de The Conversation que afirma que las situaciones de porno-venganza se reparten a partes iguales entre hombres y mujeres, al menos en Australia. Teniendo en cuenta que estamos mezclando muchos conceptos en la comparación (sexting, ciberacoso, revenge porn...) y centrándonos en el ámbito de los menores las diferencias de género no se encuentran en el riesgo sino en la gestión del daño por utilizar la terminología de EU Kids Online (PDF):
Concretamente, los chicos parecen ser más propensos a buscar contenido ofensivo o violento, acceder a contenido pornográfico o enviar enlaces a webs de pornografía, encontrarse offline con alguien que han conocido online y dar información personal. Las chicas son más propensas a sentirse molestas por material ofensivo, violento y pornográfico, por los chats con desconocidos, recibir comentarios de contenido sexual no deseados y por que se les demande información personal aunque son conscientes del riesgo que entraña dársela a desconocidos. Ambos sexos están expuestos al riesgo del ciberacoso.
Del propio artículo de The Conversation:
Por ejemplo, para las imágenes tomadas sin consentimiento, el 32% de las mujeres víctimas afirmaron temer por su seguridad comparadas con el 23% de los hombres. Para imágenes distribuidas sin consentimiento, el 40% de las mujeres y el 36% de los hombres dijeron sentir miedo.
El doble rasero provoca que los chicos sean admirados y valorados por recibir estos contenidos mientras que las mismas chicas que son animadas y en ocasiones presionadas para hacer los envíos luego son tildadas de estúpidas por hacerlo. Además, y según el mismo informe, las chicas no pueden hablar abiertamente sobre sus actividades y prácticas sexuales mientras que los chicos por el contrario son rechazados por sus pares si no lo hacen. Los sesgos de género en estos casos son tan marcados que ofrecer un discurso único se antoja complicado: parece más productivo hablar con las chicas con un enfoque y con los chicos, por separado, otro distinto.
Las chicas no pueden hablar abiertamente sobre sus actividades y prácticas sexuales mientras que los chicos por el contrario son rechazados por sus pares si no lo hacen
Insisto, nada de esto excluye concienciar a las chicas del riesgo inherente al sexting. Si no lo hacemos corremos el riesgo de que se malinterpreten campañas hechas con sanísima intención como #Sexteaconlacabeza de la ONG Faro Digital o la guía de didáctica del Conseyu de la Mocedá en Asturias sobre Sextingseguro.

No existe el sexting seguro, es decir, privacidad y redes sociales o aplicaciones de mensajería nunca van de la mano. En ningún podemos dar falsas esperanzas como hacen las redes con trampas de usabilidad y candaditos que te indican que una foto caduca a los 10 segundos o que la conversación está supercifradadelamuerte. Si alguien quiere capturar ese contenido y distribuirlo va a poder hacerlo.
“No muestres tatuajes que te identifiquen”, “Que no se te vea la cara” supondrán sólo un parche dado que estos problemas surgen de forma más frecuente en entornos pequeños y conocidos (mi colegio, mi empresa…).
“Utiliza aplicaciones seguras como Imgur o Snapchat” como digo es una trampa de confianza para cualquier persona formada en el uso de la tecnología.
Así pues, es normal y natural que los adolescentes quieran explorar su sexualidad a través del sexting y sin embargo el medio a través del cual lo hacen es altamente inseguro ¿cómo demonios enfocamos esto? Tenemos que ponernos las pilas porque si bien los encuentros sexuales entre los centennials están disminuyendo, los virtuales están creciendo.
Educando en el sexting
Dado que estamos ante un tema tabú que a muchos educadores les produce urticaria no se entra al meollo con los menores. Y cuando se entra, uno se puede llevar sorpresas.
La primera es que el tratamiento oficial de prevención del sexting se centra en casos bastante alejados de la realidad. Dicho de otro modo, se ponen continuamente en el peor escenario: envías una foto sexual y acabas en Internet con tu vida destrozada.
Lo que reclaman los menores son estrategias para las situaciones más comunes: ¿qué hago si mi chico me pide unas fotos y a mi no me apetece? ¿cómo me comporto cuando recibo un mensaje de estas características? ¿es normal que esto me guste/me disguste?
La mayor amenaza en los casos de sexting no viene del grooming o de adultos desconocidos. Estas situaciones los menores las gestionan mucho mejor de lo que sus padres imaginan identificando rápidamente a un tipo raro o extraños que quiere engañarles. Pero estas estrategias no funcionan cuando realmente quieren explorar su sexualidad con alguien más cercano o conocido.
Lo que reclaman los menores son estrategias para las situaciones más comunes: ¿qué hago si mi chico me pide unas fotos y a mi no me apetece? ¿cómo me comporto cuando recibo un mensaje de estas características? ¿es normal que esto me guste/me disguste?
¿Están los padres dispuestos a tener esa conversación con sus hijos? Twitteaba el otro día:
A partir de ahora creo que a la mítica pregunta de ¿A qué edad le regalo un móvil a mi hijo? voy a responder "A la misma a la que hables con él de sexting y porno". Si piensas que tu hijo ya debería tener móvil a lo mejor es que ya deberíais tener esa conversación.
— Juan García (@blogoff) 28 de mayo de 2019
Vivimos en una sociedad donde según el estudio que mires entre un 30% y un 50% de los adolescentes no hablan de sexo con sus padres. Ahora encima necesitamos hablar de sexting, consentido y con niños de 10 años (dado que es la edad media a la que empiezan a usar el móvil de forma independiente).
Aparte de las obligadas conversaciones en el ámbito familiar, desde el punto de vista educativo hay tres estrategias que se han demostrado efectivas.
Primero diferenciar sexting (consentido) de lo que no es e incidir en que lo que no es sexting, es delito. Sin medias tintas. Si una chica te envía un vídeo sexual y lo difundes sin su consentimiento en un grupo de Whatsapp, estás cometiendo un delito y habrá multas, denuncias, cargos, etc… Si eres un tercero que estás en ese grupo y lo difundes más de lo mismo. Luego si queréis hablamos de ética pero aquí la ley es la ley, vas a pringar. Y ni si te ocurra chantajear, amenazar o presionar para tener ese tipo de contenido porque vas a sumar delitos a la pila. Si no es sexting, es delito.
Segundo, los adolescentes de 16 años son héroes para los de 13. Y muchos de 16 sienten cierto deber de protección sobre los de 13 (especialmente si tienen hermanas en esa edad). Ejerce como modelo entonces y ponle las pilas a los de 13. Si ves a un niño de 13 que piensa que es el rey del mambo por tener uno de esos vídeos o difundirlo trátalo como un niño y demuestra que los chicos de 16 ya son más maduros, y ser más maduro implica respetar la intimidad y confianza de la otra persona.
Me da igual si queréis hablar de nueva masculinidad o de que esto parece un anuncio de Gillette. Uno no debería sentirse ni más ni menos hombre por no difundir un vídeo como el de IVECO, debería sentirse más o menos empático y respetuoso.
Tercero y último: más perfiles técnicos dando charlas en los centros escolares. O nos vamos a la parte pedagógica y de educación sexual o son las fuerzas de seguridad del estado las que atajan al problema. Necesitamos más ingenieros, abogados, médicos que den otras visiones sobre el uso de la tecnología en las aulas. Recuerdo que el grandísimo Pablo F. Burgeño, abogado experto en tecnología, daba charlas a chavales de forma altruista. Lo que puede aportar alguien de su perfil es refrescante.
El mito del nativo digital que impregna los huesos de nuestra sociedad y sostiene que los nativos saben más que sus padres por haber crecido en otra época y que por lo tanto “aprenden solos” está bien para hablarlo con unas cañas pero es un disparate cuando afecta a su educación. Hay que hablar de servidores, de cifrado, de intercambio de archivos, de seguridad de las contraseñas, de doble autenticación y dar una base más técnica.
Está bien aprender a conducir pero saber algo de mecánica y de cómo funciona tu coche te ayudará a tenerlo en mejor estado y prevenir accidentes.
Tratar los temas que les preocupan, darles más responsabilidad para que ejerzan de modelos y mejorar sus competencias digitales son tres factores que según todo lo investigado estos años tendrá un impacto real en la prevención de las noticias que abren este artículo.
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unodemadrid
Y digo yo. ¿El problema del sexting no será la reacción que tiene la gente cuando se desvela contenido sexual? ¿No actuamos en general de manera muy puritana, en lugar de verlo como un acto natural en el que quien mete la pata es la persona que lo distribuye sin consentimiento?
ciudadwifi
Menuda sarta de mentiras para, otra vez, insinuar lo malos que somos los hombres y lo víctimas y buenas que son las mujeres.
Empecemos por el caso IVECO... ahí la que se suicidó ni le grabaron sin su consentimiento, ni era un solo video, ni era una madre dedicada como se intentó vender... La realidad es que desde antes de casarse ya tenía amantes (que si tu pareja no te pone, pues no te cases con él, ni te vayas a vivir con él... pero claro el malo es el hombre)... Joder incluso en ese caso es que ya le pasara años antes de un video que circulo por toda la planta. Esa mujer se dedicaba a acosar a los compañeros de trabajo con quien quería follar enviando videos sexuales y fotos para después enrollarse con ellos durante una temporada. Y después pasar a otro. Por cierto, todo indica que la que distribuyo uno de los videos fue la pareja de uno de los que fue su amante, que se lo pilló en móvil de su pareja y enfadada lo distribuyo... aunque circular, circulaban una media docena... después no solo eran hombres quienes lo distribuían, aunque se haya insinuado eso... realmente era toda la plantilla (una buena parte mujeres), incluso la que llevo probablemente al desenlace final fue que la hermana del viudo, pues enseño a este, al menos uno de los videos... Y este, como es lógico, pues le dijo que se iba a divorciar... eso de que debería ser comprensivo como han vendido desde el feminismo es cuanto menos asqueroso, cuando es al revés no dicen eso precisamente... compresivo puedes ser con unos cuernos puntuales, que todos podemos caer en la tentación... pero es que lo de esta es que saltaba de cama en cama. Y por encima, después en su casa era de las celosas, que parece ser que le montaba unos poyos al viudo impresionantes solo por hablar con otras mujeres (claro pensaría que todas eran como ella). Que se llego a decir para venderla como víctima que el video es de antes de casarse y tal... que va el más famoso ya llevaban viviendo juntos años y es de la época que tuvieron al primer hijo... que yo soy a ese hombre y me hago las pruebas de paternidad ya. Lo simpático es que cuando se vió que lo de esa mujer era indefendible, pues algunos intentaron insinuar que no era culpa suya, sino que era ninfómana y por tanto es una enfermedad mental y hay que perdonar... Pero las mentiras que se llego a decir son tremendas, incluso se intentó vender como una madre modelo que sacaba tiempo de donde no había... bueno pues no era así, no tenia tiempo porque estaba en cama con otros hombres... ella trabajaba a turno y tenía muchísimas horas disponibles, pero decía que trabajaba mientras estaba golfeando. Incluso uno que salió en la prensa como un "amigo", pues es que fuera uno de sus amantes...
En cuanto a las asturianas, pues otra vez salió mal la jugada a las feminazis y por eso hubo que medio callar el tema... Que cierto que varios chicos recogieron imágenes de compañeras y montaron una web o lo que fuera... Pero lo que se intentó tapar fue que ellas hicieran eso antes de sus compañeros, que se las habían pasado e incluso valorado y puesto también disponible... y después hubo réplica.
Pero es que hay más hombres extorsionados por videos de sexo que mujeres... y en el caso de las mujeres normalmente cuando les sale mal es por videos o fotos que ellas mismas se hicieron y enviaron, no como el caso contrario.
Y lo que se ha llegado a pasar con las leyes españolas es brutal, si alguien envía una foto o video a un tercero y después este tercero difunde, pues no puedes convertirlo en delito, eso es una burrada tremenda... Tema distinto son las grabaciones no consentidas y demás, que claro que eso tiene que ser delito... pero si una mujer es jilipoyas, pues tiene que cargar con sus actos. Pero es que incluso es contradictorio con que después se condene a alguien porque se considera que es darle publicidad a un bulo por whatsapp y en cambio si es una mujer que envía una fotito cachanda no sea hacerlo con publicidad...
Pero lo simpático de todo es que se intenta culpabilizar a los hombres de las irresponsabilidades de las mujeres y que los hombres tienen obligación de protegerlas... Tocate los cojones con el empoderamiento femenino. Y lo peor es que después te venden en el caso de adolescentes se dice y afirma que las mujeres maduran antes que los chicos y que una chica de 16 años tiene la madurez de un chico de 24 años... Pero tienen que ser los chicos los maduros cuando interesa... Y así todo... joder menudo país.
Usuario desactivado
Estoy de acuerdo en la mayor parte del artículo, salvo en que se intente normalizar el envío de material sexual entre adolescentes y preadolescentes. Una cosa es prohibir (que coincido totalmente que no es la mejor solución, la prohibición en muchos casos conduce a la rebeldía ante la prohibición, mas a esas edades donde la rebeldía fluye sola) y otra cosa es lanzar el mensaje de que es lo normal y aceptado. Cojo el ejemplo de ir con un fajo de billetes en el metro, claro que tiene un riesgo hacerlo y no es algo que se deba prohibir, pero tampoco se puede lanzar el mensaje de que la gente vaya con fajos de billetes y que hacerlo es lo normal (con la coletilla del riesgo).
dekerivers
El problema creo que pasa por no blanquear el Sexting . Es una irresponsabilidad, o por lo menos lo es si no eres capaz de asumir las consecuencias.
Y por supuesto no hay que decir que hacerse fotos en pelotas es un derecho fundamental de ser humano. Si aceptamos que lo de hacerse fotos en cueros no es la mejor idea que puede tener uno, ya sería un avance.
yavi
Adultos o adolescentes a mi no me parece bien que se haga, no por el hecho de enseñar tu pitilín o una tetilla, porque esas fotos como se demuestra pueden acabar en manos de quien no querrías bien por un enfado con la otra parte, bien porque alguien tenga acceso a tu teléfono en un momento determinado etc.
Pero bueno, que ya veo que el articulo son mil lineas para decir que no es culpa de quien las hace si no de quien las difunde, pero si no hay foto no hay difusión, llamadme cuñado, concuñado ó consuegro, pero no es tan difícil de entender, todos hemos sido adolescentes y nos hemos podido exponer más ó menos, pero debemos saber los riesgos lo primero en eso se basa la prevención en este y en todos los temas.
palalol
Pero es que vamos, eso es falta de educación paterna en la mayoría de casos.
Mi hijo pasa contenido así de jajas porqué quiere o porqué es un puto subnormal y es el último móvil que toca hasta que se independice.
Scrappy Coco
El tema es curioso. Por un lado prohibir este tipo de cosas no va a generar una buena reacción pero por otro es algo cada vez más normal entre los jóvenes de estos tiempos.
Me parece a mi que la mejor forma es hablarlo, explicar bien las posibles consecuencias que tiene. Esto es como el sexo entre adolescentes: querámoslo o no, estos chavales están teniendo sexo y nada o nadie va a parar eso. Sabiendo esto lo mejor es educar con conocimiento sobre consecuencias negativas que puedan tener (no mostrar solo lo negativo, no es ese mi punto) las acciones que están realizando. Es decir, uso de condón, protección de otros tipos, posibles embarazos, enfermedades, etc para el caso del sexo físico.
En este caso, el tema del cuidado de la privacidad es clave. Saber que te estás exponiendo a una posible situación donde tus fotos o lo que envíes puede ser usado en tu contra con x o y acción. Hay gente mala en este mundo.
Yo no critico el sexting en general. Yo lo hago y me gusta, divierte pero estoy muy consciente de los posibles problemas que traiga. Sigo diciendo, prohibirlo entre adolescentes es como prohibirles el sexo. Algo utópico. Lo qué hay que hacer es enseñarles que si bien puede traer momentos de placer, etc, puede traer consecuencias indeseables.
Ahora bien. Hay muchas maneras de manejar con mucho más cuidado este tema. Apps donde no revelas nada con relación a nombres u otra información, la cara, marcas del cuerpo, vamos, cosas que te identifican. Pero por supuesto, HACERLO CON GENTE DE CONFIANZA! Yo sé muy bien que no siempre se puede y normalmente esto se realiza con gente desconocida o poco conocida pero entonces debes tener mucho más cuidado.
Es un tema difícil. Yo no soy padre y no puedo entender con certeza el punto d e vista que pueden tener sobre el tema peor si me parece muy importante conversarlo.
Snapchat es bastante seguro "nada es 100% seguro" para estos temas. De ahí siguen Instagram donde se revela tu nombre de usuario al mandar una foto autodestructiva y lo que menos hay que usar es Whatsapp (increíble que se use para esto). Telegram es un excelente sustituto
acerswap
Aqui lo que pasa es que se trata al mismo tiempo de eludir responsabilidades y de buscar culpables, aparte de que queda muy feo lo de culpar a la victima. Existen varias responsabilidades aqui:
- La responsabilidad de custodia. Esta responsabilidad de custodiar ese contenido la tiene toda persona que tenga ese contenido. Si una persona posee un contenido, debe de estar dispuesta a asumir todos los riesgos que conlleva entregarlo a otra persona. Ahi la "victima" es tan responsable como quien lo distribuye.
- La responsabilidad de la difusión no autorizada, que es la que si tiene una responsabilidad ante la ley. Obviamente, aqui la "victima" no tiene responsabilidad alguna, ya que por la persona que se saca una foto tiene derecho a difundirlo si quiere.
Y aqui entra el cada vez mas escaso sentido común. Debes ser consciente del poder que tienen ciertos contenidos y de los riesgos que existen. Del mismo modo que si vas a pasar por una zona de la ciudad en que hay robos eliges llevar una tarjeta bancaria en vez de llevar un maletín lleno de billetes debes saber que tener una foto con ciertas caracteristicas tiene su riesgo, y que la mejor manera de evitar que se distribuya (adrede o de manera accidental) es no sacarsela.
acontracorriente
Aquí los menos culpables son los chavales que hacen esto con las hormonas disparadas. El problema lo está creando esta sociedad tan sexualizada donde las RRSS como Instagram o Youtube dejan al alcance de los más desprotegidos (y salidos dada la edad) una cantidad de erotismo y sexualidad que para empezar no refleja la realidad, y que en segundo lugar normaliza que luego veas niñas de 13 años por la calle sacando el pecho para afuera con el móvil hacia arriba para que le salgan bien gordas las tetas.
Qué ganas de acabar con la infancia y la inocencia cada vez antes. Mira que tendrán años y años para hacer las gilipolleces que hacen imitando a sus influencers y queriendo ser "mayores".
Es una pena hacia dónde va esta sociedad. De verdad creo que estamos en una fase de involución a nivel social que a la larga no provoca más que infelicidad y frustración al ver que el mundo no es así.
jdf.delafuente
Leyendo estas cosas me siento el abuelo cebolleta. Quizá no era tan mala esa palabra llamada... Pudor.
tony.fernandez.7568
Si la gente no es capaz de entender que el Facebook y el WhatsApp no es “socializar” sino una forma como cualquier otra de despistarte del mundo real toqueteando una pantalla, el problema y gordo, es del mundo.
No puede ser que en una comida familiar la mitad o mas están mirando su movil y no hablen con nadie.
Puedo entender que lo usen para hacer fotos y verlas yodos juntos. Pero no que se aproveche para: trabajar, ver el facebook, contestar a los grupos del WhatsApp y reirse con las cosas que ve y no enseña al que tiene al lado... ¡por falta de confianza!
O sea, estas comiendo con gente que no tienes confianza y ves cosas en el WhatsApp que comparte un completo extraño y no puedes enseñárselo a tu pareja porque en un poco verde, por no decir porno como es el caso del articulo.
lolo_aguirre
El problema que se plantea en el artículo es un problema grave en la sociedad hoy en día, el aceptar y valorar los riesgos y consecuencias de nuestros actos. Mandarle fotos íntimas a tu pareja puede ser normal, pero tienes que tener en cuenta que algún día puede dejar de ser tu pareja o puede que no l@ conozcas tan bien como crees. ¿Te importaría que se difundiera algún día? Entonces no lo hagas. Porque incluso aunque sea de perfecta confianza, puede perder el móvil o cualquier otra historia. Yo tenía una amiga que decía que ella hacía topless, pero que lo que no iba a hacer era hacerse fotos en topless. Cuando le pregunté que cómo iba a evitar que el de la sombrilla de al lado se las hiciera cuando no se diera cuenta, se quedó blanca y me dijo que no lo había pensado. Y lo peor es lo que dice el artículo, hoy en día cualquier llamada a la prudencia y a la responsabilidad se considera como represión, especialmente en cuestiones de género y sexo.
Si alguien se va de paseo a un poblado marginal y le roban, lo primero que pensaremos todos es "joé, es que ya le vale, a quién se le ocurre". Y no lo estamos culpando, pero es un imprudente. Pero si una chavala se mete en un portal con cinco chulos pasados de alcohol a los que acaba de conocer, ni se te ocurra decir que es una imprudente (que no culpable), porque debería poder hacer lo que quisiera sin problemas. Y sí, debería poder hacerlo, pero no vivimos en un mundo ideal. Yo debería poder salir de casa sin cerrar la puerta, pero todos llevamos el bolsillo lleno de llaves.
Tenemos muy claro que la mejor defensa del bullying es no darle el gusto de que nos afecte, que si no puede molestarnos acabará por cansarse. Igual con esto pasa lo mismo. "¿Tienes una foto de mis tetas? Yo tengo mejores , ¿quieres otra?". Igual así se acababa el interés.
punk84
TDS es TDS
royendershade
"1 Enfoque absolutamente restrictivo y moralista: [...]
2 Enfoque absolutamente liberal: [...]"
Falta el enfoque 3, que es el único que debería haber al respecto: "Enfoque no seas jodidamente imbecil". El enfoque absolutamente restrictivo no tiene por que tener una base moralista (que a priori no tiene por que tener nada de malo, hay muchas formas de abordar el asunto moral, algunas malas), puede tener simplemente sentido comun: ¿para que coño haces eso? ¿Que te aporta realmente? ¿Que te motiva a hacer algo tan estupido? A la mayoria de la gente ni siquiera hay que explicarle nada y entiende que es una practica absurda que no haria. Si aun asi lo vas a hacer, que sea porque te da completamente igual lo que suceda con ese material, porque es absolutamente obvio que en cuanto lo haces ya pierdes el control sobre ello. Igual de estupido es hacerlo a cualquier edad, por cierto.
Aparte esta todo el asunto de quien comparte sin permiso. Desde luego que los culpables de eso son ellos y es a quien hay que perseguir, pero eso no hace menos imbecil a la otra parte.
Akenatón 2013
El que juega con fuego se puede quemar. Punto.
Según el articulista todo es normal... Sí, sí, pero por pura estadística siempre habrá gente que no sepa controlar el tema , y qué ocurre? Más gente sancionada penalmente. Y así con todo, al final creamos una sociedad a la que dotamos con mil armas y formas de tener más posibilidades de infracciones penales. Cuantas menos posibilidades mejor. ¿Y cómo atajamos esto? Pues yo no tengo la receta, o la gente es responsable o no lo es, y es imposible un 100% de buen uso de las tecnologías. Pues nada, más cárcel, más suicidios, más multas, más problemas, y más infelicidad. Esto solo puede ir a más.
Creo que una buena solución sería prohibir la venta o tenencia de smartphones con cámara a menores de 18 años. Los padres siempre pueden prestar su móvil para momentos puntuales. Pero como todos los smartphones vienen con cámara y no hay legislación al respecto, pues es lo que hay, algunos adolescentes que no saben ser responsables con su vida por inmadurez y luego vienen las lamentaciones. Solo es una idea para el debate.
JuanAnt
Pues yo no me corto un pelo llamando la atención a quien haga falta en los grupos de WhatsApp y Facebook, saliendo de grupos si no se mantiene un mínimo de respeto o borrando de Facebook a quien publica algo que considero irrespetuoso para alguien por mi amigo mio que sea quien lo publica, y si me preguntan porque me he ido de un grupo o porque he borrado a alguien, lo explico sin problemas.
Creo que entre todos podríamos mejorar un poco las redes sociales si exigieramos más respeto incluso a nuestros mejores amigos... ya veréis como cambiarán las cosas el dia que se pueda pulsar sobre un "no me gusta" anónimo en las redes sociales, cuando muchos vean que lo que publican, escriben, comparten, etc... gusta mucho menos de lo que creen....
En todos los grupos de whatsapp en los que estoy ha habido alguien, a veces yo mismo, que ha pedido muy en serio no hablar de los siguientes temas: política, religión y fútbol, y esto ayuda bastante a mantener las formas y el buen ambiente.
Por cierto, a veces alucino con el nivel de algunos comentarios: a algunos solo les falta llegar al insulto directo...
Saludos.
Usuario desactivado
Creo que el problema más bien consiste en entender que si juntas datos personales y una red de internet, esos datos serán, con toda probabilidad, incontrolables. No importa la edad, ni el contenido, ni el formato, ni quien lo use, ni como se use, ni nada. Si quieres tener el control de tus datos no les pongas cerca de ninguna red.
benten
Y aquí como siempre es cuando entra uno de los derechos más importantes del ser humano, que viene siendo sistemáticamente vapuleado e ignorado desde que tenemos las nuevas tecnologías: la PRIVACIDAD.
El argumento de "no tengo nada que ocultar" se desmonta rápido con casos así. ¿Acaso no cierras la puerta del water cuando vas a cagar aunque todo el mundo sepa a lo que vas?
lord_doomy
En el momento que compartes algo por internet pierdes el poder sobre ello. Sabes a donde lo mandas o a quien se lo envías, pero no sabes quien mas tiene acceso a ese contenido que has compartido y que provecho pueden sacar de ello.
Pero esto ha pasado desde siempre, con o sin internet.
fanboy_de_todo
A ver cariño, ¿sabes lo que es el sexting? Si, es mandarse fotos de contenido sexual a amig@s/novi@s etc por internet. Esas fotos que compartes con alguien ¿Te importaria que las viese toda tu clase? ¿Que acabaran en internet a la vista de todos?
Si eso te va a hacer sentir mal no las mandes. Cuando te acuestas con alguien te estas acostando tambien con la chica/chico que se acosto hace 15 dias, esto quiere decir que puede pasarte una ETS de su anterior pareja. Pues cuando tu le mandas una foto a otra persona, esa foto puede acabar en manos de toda esa otra gente.
Si lo haces y lo acaba compartiendo (que al final puede pasar xq no toda la gente es buena aunque lo parezca) se le denunciara, recibira su pena(si es un compañero tuyo de clase, de tu edad, seguramente muy poca), pero todos tus amigos lo habran visto y seguramente tu foto siga en internet a la vista de un monton de gente dentro de 15 años cuando seas ya mayor. Puede que incluso se la enseñe a sus amig@s y tu nunca lo llegues a saber.
Tu decides, es tu cuerpo, es tu vida, y no voy a poderte controlar todo el rato. Si quieres hacerlo adelante, pero mi recomendacion es que no lo hagas. Nunca. Y si lo haces, hazlo sabiendo que tu foto deja de ser tuya cuando la envias.
Y asunto arreglado.
havochin
La mayoria de los que se rasgas las vestiduras les habría encantado ver los packs de sus amigas en el cole
andrealedicam
No estoy de acuerdo ni con éste artículo ni con las leyes de ustedes. De castigarse el Sexting tiene que aplicarse la LEY POR IGUAL tanto para el que PRODUCE como para el que DISTRIBUYE, sin importar sin son menores de edad inmaduros (as), hembras o machos. A partir de 14 años ya somos portadores de deberes y derechos aproximados a la adultez, con consecuencias judiciales a sus respectivos padres. Punto.
Castigar al distribuidor y ensalzar como víctima al productor, es el EQUÍVOCO MALSANO que debemos erradicar. Con esa ecuación aquí en Latinoamérica estamos inundándolos a ustedes los europeos y a los americanos con toneladas de droga, destruyendo millones de vidas y a sus familias: se persigue y penaliza al narco, pero al campesino cocalero nunca le pasa nada, es víctima del conflicto. Todos sabemos que sean las condiciones sociales que sean, existe un germen maligno que los induce a sembrar droga.
robertoalgo
el problema es que se ha difuminado tanto la linea entre lo intimo y lo público, que resulta complicado explicar determinados actos, responsabilidades y consecuencias.
(como no se si se entenderá esto, parto de un ejemplo), situémonos en el cuarto de cualquiera de nosotros (tengamos la edad que tengamos), físicamente es un lugar intimo restringido a las personas que nosotros admitamos en el, si cerramos puertas y ventanas, es casi imposible que sepan si estamos dentro o no, o que estamos haciendo, se crea entonces un sentimiento de refugio, de lugar donde resguardarnos del frio, la lluvia, cosas que nos hayan sucedido o de gente a la que no queremos ver. Pero con la llegada de las nuevas tecnologías este refugio ha visto como se quebraban sus paredes, ya que a pesar de poder seguir manteniendo esa sensación de refugio, lo cierto es que una vez situamos ciertos periféricos en nuestro cuarto, quien accede a ellos va escapando a nuestro control. Y con esa misma sensación de estar en un lugar intimo hablando con alguien también intimo, podemos hacer cosas que realmente nunca haríamos estando en una plaza pública, al fin y al cabo como es internet. Y es que desde el mismo momento en que un dispositivo se conecta a la red, es, eso una ventana abierta 24horas, desde la que nosotros podemos ver y oír lo que hacen los demás y viceversa, por lo tanto el compartir según que cosa supone riesgos, y todos deberíamos tenerlo claro y saber transmitirlo.
zakatolapan
tras conocer que un vídeo de sexting de hace 5 años empezaba a circular por los móviles de sus compañeros de mesa hasta llegar a su marido
En realidad no fue tan así. No fue un "video de sexting". Fue que se montó una orgía con varios compañeros de trabajo, ellos lo grabaron y 5 años después terminó por filtrarse. Al marido no le hizo mucha gracia y le pidió el divrocio.
Usuario desactivado
Menuda cerda la tipa esa. Se lo tenía bien merecido.