Con la salida del Reino Unido, la Torreta de Guardamar se ha convertido en la estructura más alta del territorio de la Unión Europea. Con sus 370 metros de altura, es más alta que la Torre Eiffel y únicamente si nos vamos a algunas plataformas petrolíferas sobre el mar en Noruega o torres rusas se supera esta enorme antena situada en Guardamar del Segura (Alicante).
Conocida como la Torre de los Americanos, en su puerta figura un cartel que indica una altura de hasta 380 metros. En total, su altura alcanza hasta los 475 metros si tenemos en cuenta la parte que se sumerge y llega hasta el nivel del mar. Y es que esta antena, perteneciente a la Armada Española y la Marina española, tiene como función la transmisión de telecomunicaciones a submarinos sumergidos del Arsenal Militar de Cartagena.
Un gigantesco mástil construido por los "americanos"
La Torreta de Guardamar recibe su sobrenombre por su origen estadounidense. Fue construida en 1962, durante la Guerra Fría y como parte de los acuerdos a los que llegó Franco con los EE.UU para la instalación de bases militares de uso compartido.
Precisamente en la base naval de Rota, otra de las instalaciones militares surgidas de estos pactos hispano-estadounidenses, es desde donde se controla el transmisor de la Torreta. Esta gigantesca antena se sitúa en la zona de El Moncayo e inicialmente fue gestionada por el ejército de los EE.UU. Posteriormente a los años 90 y la Guerra del Golfo, la antena pasó a manos del ejército español, quienes denominaron a la base "Campamento Santa Ana".
Dispone de una construcción triangular. Un largo mástil con anclajes de cable de acero en el suelo, un ancho de unos 3 metros y un ascensor en el centro para que puedan moverse los técnicos de mantenimiento.
Identificada como "Radio Estación Naval - Antena LF 380 metros - Guardamar", el Ministerio de Defensa mantiene la antena protegida de visitas, aunque hace unos años se organizaron varios tours puntuales para turistas manteniendo las respectivas medidas de seguridad.
La torre es visible desde kilómetros de distancia como una línea vertical que corta el horizonte. Sin embargo, no es posible acercarse ya que la Armada dispone de un perímetro de seguridad vallado entre pinares de tres kilómetros y una superficie de casi 630.000 metros cuadrados.
Su función es controlar el tráfico marítimo, especialmente el de submarinos. Precisamente por ello es tan alta, aunque de hecho hubiera sido interesante que lo fuera todavía más. Para realizar las telecomunicaciones de largo alcance se necesitan estructuras altas para captar con más facilidad las ondas, pero llegada determinada altura, es técnicamente difícil mantenerse, como bien se mostró con la torre de Varsovia.
La estación trabaja ininterrumpidamente las 24 horas del día durante todo el año y opera a unas 30 personas, principalmente militares. Gracias a antenas como la Torreta de Guardamar, los submarinos no necesitan subir a la superficie para recibir la señal, lo que hace más difícil detectarlos y evitar tener que realizar inmersiones constantes.
Su base se sitúa a unos 64 metros por encima del nivel del mar y a 1,4 kilómetros de la costa. En su interior dispone de un transmisor de 500 kW para frecuencias entre 100 y 200 kHz. Un equipamiento para "permitir al submarino recibir mensajes sin necesidad de salir a superficie", explica Defensa.
La Torreta de Guardamar es una estructura muy conocida en la zona. Su llegada supuso un impulso a la economía local y su construcción despertó leyendas como que los nativos americanos eran inmunes al vértigo y fueron ellos quienes finalizaron las zonas más altas. Unas historias de las que no se tiene base pero reflejan el interés que se generó con la Torreta de Guardamar, una enorme antena cuyo propósito reside bajo el mar.
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