En Xataka y Webedia España, aunque tenemos una redacción física en la que trabajan a diario muchos compañeros, la mayoría de los que nos dedicamos a escribir lo hacemos desde casa. En Xataka, por ejemplo, todos los que escribimos a diario lo hacemos desde nuestro despacho, cuarto o salón, así que en teletrabajar tenemos experiencia.
El trabajo a distancia ha cobrado mucha importancia en los últimos años, puede que por la digitalización de los procesos, puede que por la versatilidad y herramientas que hay disponibles online, puede que por un cambio de mentalidad, pero sea como sea, lo cierto es que cada vez más personas trabajan desde casa. Es cómodo, no hay atascos y favorece la conciliación laboral, pero puede resultar algo complicado para aquella persona que lleve toda su vida en una oficina y de un día para otro empiece a teletrabajar.
Precisamente por ello, para echar una mano a aquellas personas que estén empezando ahora a trabajar desde casa, en este artículo hemos recopilado los consejos y trucos de los editores de la casa. En total, 15 personas, no solo de Xataka, sino de todo Webedia España, han participado con sus testimonios. Hemos recogido las palabras de diferentes perfiles, no solo de editores, para tener una visión más global y completa. Al final podrás encontrar un resumen con los puntos clave. Dicho esto, comenzamos.
Javier Pastor
Editor en Xataka
Creo que es importante tener claro que trabajar desde casa es (o debería ser) igual que trabajar desde cualquier otra parte en cuanto a ritmos y productividad, así que en primer lugar es importante mantener el horario de trabajo y de pausas para comer por ejemplo. Es recomendable no aislarse y no perder contacto con el equipo, y aquí hay muchas alternativas aunque servicios como Slack son muy conocidas y al menos entre quienes trabajamos en Xataka y Webedia funciona muy bien. La idea es, claro, aprovecharla de forma coherente: entre todos es posible compartir ideas y temas a desarrollar, y es como un lugar de encuentro constante al que puedes acudir para consultar y comentar en grupo o para hacerlo en privado con alguno de tus colegas para un tema concreto.
Para gestionar temas pendientes y fechas solemos trabajar con Asana, otra buena alternativa en servicios online que en este caso permite gestionar proyectos fácilmente y de forma clara. En mi día a día personal diría que uso aplicaciones muy convencionales: un navegador web —que enseguida está lleno de pestañas—, quizás un reproductor musical para poner música tranquila de fondo y siempre tengo a mano Lightshot para las capturas de fotos y Photoshop para la edición. Por supuesto las herramientas dependen de cada usuario, pero en esencia el entorno de trabajo en casa debe replicar al que necesitarías en la oficina. En muchas empresas es necesario trabajar vía VPN para evitar filtraciones de información, pero ese tipo de servicios son totalmente transparentes para el usuario una vez instalados y activados, así que por ese lado no hay problema alguno.
No utilizo técnicas especiales de productividad aunque en las últimas semanas he probado RescueTime como una especie de "pulsera de actividad" virtual para analizar mi flujo de trabajo. Hay por supuesto muchas otras opciones como la técnica Pomodoro para gestionar tiempos de una forma más estricta, pero yo no las he usado. Hacer alguna pequeña pausa de cuando en cuando para levantarse de la silla es buena idea, pero como decía al final la idea es mantener la misma rutina que si trabajásemos en una oficina
Eva Rodríguez de Luis
Editora en Xataka
Trabajar en casa es una bendición para las personas que nos organizamos bien. Antes de acostarme miro qué tengo que hacer esa semana en los Asana de mi trabajo y me apunto las tareas previstas para el día siguiente en "Recordatorios".
Añado el tiempo estimado (aquí luego me salen fantasías que no cuadra), las clasifico por prioridad y las ordeno cronológicamente para saber qué hago primero o en qué bloques. Me gusta esta app de iOS y macOS porque es sencilla, intuitiva, me permite poner colores, horas, fechas y prioridades y se me sincroniza en todos mis dispositivos. Yo no necesito más.
Al día siguiente solo tengo que ir siguiendo la lista y cruzar los dedos para que no sucedan cosas nuevas... plot twist: suelen suceder cosas nuevas, artículos potenciales, urgentes e incidencias. Por eso he aprendido algo fundamental: deja siempre un margen de tiempo extra para contestar esos emails, llamadas o incidencias.
Respecto a lo que me ayuda a tener buena productividad, tengo muy claro que contrariamente a lo que se pueda pensar, uno de mis trucos son los descansos. Al principio intentaba dedicarme "a mi" al terminar mi jornada, pero luego me di cuenta que si intentaba hacer todo lo que tenía previsto y los imprevistos, al final siempre terminaba reventada y sin fuerza ni cabeza para otras cosas. Así que todas las mañanas intento una escapada al gimnasio que tengo debajo de casa. Algo que no he dicho pero que también me funciona: trabajar insanamente pronto, con la cabeza fresca y sin ruidos porque la gente todavía está durmiendo.
Javier Lacort
Editor en Xataka
No llevo mucho trabajando desde casa, algo menos de tres años, pero me he ido haciendo a ello. La app que más me ayuda es Todoist, bien gestionada es una gran aliada para tener claro qué tenemos que hacer cada día o qué proyectos, aunque no tengan una fecha asignada, conviene no olvidar.
Luego uso RescueTime para mejorar mi autodisciplina, que es vital a la hora de teletrabajar: me ayuda a entender en qué gasto mi tiempo y cuáles son mis patrones de productividad. Con esa información es más fácil tomar decisiones.
Unos buenos auriculares con cancelación de ruido son claves para aislarte de los ruidos de la calle o del resto de la casa, y de paso, para escuchar música. Si tengo que dar solo un par de recomendaciones, escucho a Tobu para momentos de trabajo más intenso, y a Ludovico Einaudi para momentos de gestión, organización, etc, donde se puede -y debe- ir una marcha por debajo.
En mi caso particular, mi día empieza muchísimo mejor si me hago la cama (primera sensación matutina de “estás haciendo las cosas bien”), me ducho (aunque me haya duchado la noche anterior, siempre empiezo más despejado tras ducharme), he desayunado y me he vestido. Un pijama transmite una sensación equivocada a la hora de ponerse a trabajar.
Juan Carlos López
Editor en Xataka
Trabajo en casa desde hace casi siete años, y mi experiencia es muy positiva. Cuando llevaba solo un par de días haciéndolo comprobé de primera mano lo que intuía antes de teletrabajar: para que todo funcione correctamente es imprescindible ser organizado y muy disciplinado. Afortunadamente esta premisa encaja bien con mi forma de ser, así que no tardé en darme cuenta de que necesitaba encontrar las herramientas que me ayudasen a ser lo más organizado y meticuloso posible.
Creo que abusar de las herramientas de organización puede ser tan perjudicial como quedarse corto, así que actualmente utilizo solo las aplicaciones que realmente me aportan valor y tienen un impacto positivo en mi día a día. Para planificar mis artículos empleo el mismo servicio que usamos todos los editores de Xataka: Asana. No es más que un gestor de proyectos y tareas relativamente sencillo, pero si lo mantienes actualizado y en orden se transforma en una herramienta de organización muy valiosa que, además, facilita la comunicación con otros miembros del equipo.
Para planificar todo lo que no son artículos, como los viajes, las ruedas de prensa o las entrevistas, utilizo Google Calendar. Como veis, no me van las apps exóticas. Esta herramienta es simple, pero cumple con holgura lo que le pido: tiene una interfaz extremadamente sencilla, está integrada con Gmail y mantiene todos mis dispositivos sincronizados. No necesito nada más. Y, por último, la tercera herramienta a la que recurro constantemente para organizar mi día a día es el correo electrónico.
Tengo mis tres cuentas de correo del trabajo organizadas de tal forma que en la bandeja de entrada de cada una de ellas únicamente aparecen los mensajes vinculados a una tarea pendiente. Para lograrlo recurro a los filtros y las carpetas. Un mensaje que no implica nada pendiente ni por mi parte ni por la de una segunda persona no estará en la bandeja de entrada; estará clasificado, bien de forma manual, bien de manera automática, en la carpeta en la que mejor encaja. De esta forma evito distracciones y ahorro mucho tiempo. Mi sistema es sencillo pero a mí, desde luego, me funciona.
Lola Rovati
Directora de Bebés y Más
Sé que al principio puede ser complicado no distraerse con limpiar esa ventana que estás viendo sucia desde el ordenador o ir al frigorífico a picotear, pero para mí ha sido clave establecer un horario fijo de trabajo, igual que si estuviera en una oficina. Por ejemplo, mi horario de trabajo es de 9 a 14 y de 15 a 18 horas. También tengo alarma a las 12 y a las 16.30 para tomarme unos minutos de descanso y despejar la cabeza. No son inamovibles. Si tengo un día de esos que las ideas no fluyen, salgo al jardín a tomar aire y riego las plantas, algo que me relaja.
Es muy productivo también planificar la jornada. Por ejemplo, por la mañana me resulta más fácil concentrarme, por lo que utilizo esas horas para redactar artículos. Las cuestiones más de planificación, informes, revisiones, etc. prefiero dejarlas para la tarde. Al terminar la jornada, hago ejercicio tres veces por semana; si no voy al gimnasio salgo a caminar para desconectar.
Utilizo aplicaciones para trabajar en equipo (Slack, Asana), pero a nivel personal me gustan más la agenda de papel y las listas hechas a mano, a la vieja usanza. Me organizo mejor así las tareas y objetivos.
P. Roberto Jiménez
Publisher-Technology Publications en Webedia España
Mi principal consejo es “aprende a parar”. Lo más difícil del teletrabajo no es hacerlo: precisamente en eso es donde más ves sus virtudes, con muchísima productividad, poquísimas distracciones, sin gente a tu alrededor tocándote el hombro, sin más desenfoque que el tuyo propio (es más solucionable que el de los demás). Y si tienes hijos, como yo, siempre puedes echar mano de unos auriculares con cancelación de ruido (yo pillé los Bosé tras leer nuestra guía; estoy notablemente satisfecho con ellos. Pero lo más difícil es cerrarlo todo cada día: el trabajo nunca acaba, así que o le pones los límites tú mismo o puedes verte fuera de lo que serían tus horas de oficina intentando avanzar cosas. Cumple horarios, apaga herramientas, quita notificaciones. No te preocupes, que si es urgente, ya encontrarán la manera de hacértelo saber.
Porque si algo te descubre el teletrabajo es que no hay nada como el descanso y la mente fresca para que rindas. Y el descanso, y el respeto de los demás a dártelo, lo tienes que defender como un William Wallace su Escocia. Pero sin morir, claro.
Por lo demás, yo descubrí que no sé trabajar en pijama y, de hecho, durante un tiempo incluso me ponía los zapatos casi como interruptor emocional para cambiar de dinámica por las mañanas (ahora ya no, en zapatillas de casa se vive muy cómodo). Cada uno tiene sus propias trampas y problemas: lo esencial es identificar cuándo te resulta más difícil concentrarte y saber o parar o cambiar de hábitos. Por ejemplo, en mi lado necesito una vez a la semana salir a una biblioteca donde sepa que no haya nada de “las labores de la casa” que pueda hacer. Y casi cada mañana me tomo un café fuera.
En cuanto herramientas y sistemas de productividad: uso GTD en su versión más pura. Olvidaos de apaños: un back to basics es lo mejor que puedes hacer. Si alguien tiene interés, aparte del libro original de David Allen, es muy recomendable la guía de José Miguel Bolívar, algo así como un “todo lo que llevas toda la vida entendiendo mal de GTD”. A tu empresa y tus jefes les vendría bien leer ‘Remote: office not required 'y a ti, ‘It Doesn’t Have To Be Crazy At Work'.He usado como app principal Omnifocus desde hace diez años y ha sido fundamental para mí. Desde hace medio año, no obstante, estoy haciendo un esfuerzo consciente por pensar sobre el papel y lejos de la pantalla (ya paso demasiado tiempo en ellas, por mi trabajo, y siempre me ha gustado mucho la página en blanco), así que ahora mi organización de tareas y proyectos es toda sobre papel. Tengo una libreta Exabook Rhodia A5 que puedo recargar con cualquier cuaderno de anillas y no perder el punto de tenerla organizada por pestañas de rápido acceso.
El archivo de referencia, no: ése es digital. Uso Onenote para guardar todo tipo de información excepto los textos que escribo yo, que esos los preparo con Ulysses. Ah, y tengo tendencia a estrenar libretas: mis favoritas son las Leuchtturm 1917 de puntos. Mi única manía, pero muy pronunciada, es que sólo escribo con Pilots V5 negros.
También recomiendo el vino y dejar el 'Destiny' y cualquier 'Civilization' muy, pero que muy lejos.
Anna Martí
Editora en Xataka
Tras casi cinco años trabajando desde casa, fundamento mis herramientas y mi flujo de trabajo en tres pilares: "multiplataforma, multidispositivo y backup whenever, wherever". Normalmente trabajo con los mismos dispositivos siempre, pero nunca se sabe cuándo vas a tener que cambiar de plataforma y es mejor optar por software que no te vaya a dar problemas al cambiar de móvil o de ordenador y tener siempre “un seguro” por si te falla la red o te falla alguno de esos dispositivos.
De ahí que normalmente tire de apps de Google como Keep o Telegram para notas rápidas o guardar enlaces, de modo que pueda acceder a ellos donde esté y desde lo que sea. En el caso de apps de productividad la verdad es que acabé cansada de ellas porque no encajan en mi planificación (la cual es muy sencilla), así que no requiero más que Asana (que es lo que usamos internamente en Webedia para poder organizar tareas en equipo), el correo electrónico, el calendario de Google y, sinceramente, un bloc de notas. Sí, físico, analógico, manual.
Cuando escribo suelo hacerme backups en Documentos de Google y/o Pages, aunque a veces uso Keep y/o Telegram sobre todo si trabajo en movilidad. Siempre dos servicios por si falla uno, y si son multiplataforma mejor que mejor.
Por último, siempre trabajo con algo de fondo, música o radio (no son distracciones, son relajantes mentales seleccionando los contenidos). Cada uno sabe lo que prefiere y con qué trabaja mejor, pero recomiendo tener un altavoz externo para reproducir música a poder ser desde el móvil (así el ordenador trabaja menos), de ahí que quizás no esté demás recomendar algún servicio de streaming multiplataforma como pueda ser Spotify, TIDAL o YouTube Music.
Sergio González
Responsable de talento editorial en Webedia España
Para organizar tareas y productividad uso básicamente Slack y Asana. Y luego a nivel de organización veo fundamental tener una zona de trabajo específica y evitar trabajar en zonas de descanso y ocio. También veo crucial tener un horario muy definido (es fácil alargar tareas y no saber parar cuando se trabaja desde casa) Una cosa que a mí me funciona bastante bien es apuntar en una hoja a primera hora todas las prioridades del día para tener un esquema de cómo me voy a organizar el trabajo aunque esto último no es que sea muy exclusivo del teletrabajo.
Aldara Pérez
Directora de audiencias en Webedia España
Si vas a empezar a trabajar desde casa te recomiendo contar con un espacio de trabajo específico, lo ideal es una habitación con luz natural, pero si no es posible, busca un rincón en el que te sientas cómodo, tranquilo y libre de interrupciones. Además es importante que tengas buena cobertura y buena conexión a Internet, si no está el router cerca siempre puedes optar por un amplificador de señal.
En mi caso, empiezo la jornada siempre a la misma hora. Y cuando me siento delante del ordenador lo primero que hago es dedicar unos minutos a revisar la agenda del día en Google Calendar. Me gusta aprovechar la mañana para las tareas más técnicas que requieren más concentración y atención al detalle, para esta parte del día uso sobre todo programas de gestión de proyectos y tareas, como Trello o en ocasiones Asana, depende del equipo con el que trabaje. Mientras que intento dejar las horas de antes de comer o las tardes para reuniones, generalmente las videoconferencias las realizo siempre vía Hangouts Meet de Google.
Con los años he ido pasando a priorizar el trabajo de Excel a Google Sheets y de Word a Google Docs, porque es más cómodo para compartir y trabajar en equipo sobre un mismo documento. Así que ambos son herramientas que uso frecuentemente en mi día a día.
Por último y no menos importante, Slack, que es la herramienta de comunicación interna que empleamos en Webedia. Es lo primero que abro después de revisar la agenda a primera hora de la mañana, y además permitirme estar en contacto directo con todos mis compañeros de trabajo, las integraciones con servicios de terceros me permite tener una visión más general de lo que ocurre en nuestros medios.
Carmen (Tía Alia)
Editora en Director al Paladar
No tengo ninguna app que me ayude a organizar mi trabajo y que mi amiga más fiel sigue siendo la agenda de toda la vida. Quizás sea por la naturaleza de mi trabajo, que requiere atención en varios frentes: compra, cocinado, fotografiado y edición. Me muevo mucho por la casa y encuentro que lo que mejor me funciona es el papel, así que la agenda de toda la vida es mi mejor aliada. Uso Asana (raro, eh) para Directo al Paladar, pero para nada más.
Soy organizada y disciplinada por naturaleza, quizás por ello no requiera de nada más. Cada fin de mes me organizo el trabajo por semanas, agrupando los trabajos de los distintos clientes por su naturaleza. Cocinado por un lado, fotografiado, grabación de vídeos, redes sociales y publicación de artículos. Así, una vez que me meto en un papel no me distraigo con nada más.
Mi consejo es distribuir el trabajo por tipos, para no andar saltando de uno a otro como un pollo sin cabeza. Encuentro que me cunde mucho más el tiempo si dedico una o dos jornadas (por ejemplo) únicamente a fotografiar, otras tantas a escribir o cocinar, etc. Con ello gano en concentración y ahorro tiempo.
Otra cosa que mantengo a rajatabla es un horario de trabajo y una estructura en el día a día. Empiezo y termino a la misma hora todos los días y procuro no salirme del horario. Con la hora de comienzo no tengo problema, el despertador no perdona nunca. La hora de finalización es más complicada, pero tengo alarma en el móvil que me recuerda que ya es hora de chapar y, a no ser que necesite hacer entrega de un trabajo concreto, le hago caso.
Santi Araújo
Editor en Genbeta
Lejos de recomendar aplicaciones o servicios, ya que cada trabajo es diferente, creo que es importante construir una rutina que te permita ser productivo y al mismo tiempo no pasar demasiadas horas sin levantarte de una silla (difícil balance). Además, si pasas mucho tiempo a solas quizás te ayude establecer ciertos hábitos para mejorar tu ánimo y cuerpo.
Por ejemplo, yo suelo encender una vela cuando empiezo a escribir por la mañana. Se que suena muy ridículo, lo se, pero este pequeño gesto me cambia el estado de ánimo y me ayuda a comenzar la jornada con más ganas.
Después de publicar un artículo o editar un podcast suelo hacerme una infusión, para obligarme a estirar un poco la espalda y las piernas y, de nuevo, continuar con la siguiente tarea un poco más animado. Estas “pequeñas” cosas creo que son importantes, del mismo modo que en una oficina puede serlo la pausa para el café o ir a una sala a charlar unos minutos con un compañero.
En esta línea también me animo los lunes por la mañana escuchando las recomendaciones semanales de Spotify mientras trabajo, ya que muchas veces he descubierto artistas o canciones que ahora ya forman parte de la banda sonora de mi vida. En cuanto a aplicaciones o servicios, voy a recomendar Bullet, una web app gratuita (basada en el método Bullet Journal) con el que puedo saber cuáles son mis metas diarias, semanales o mensuales.
Raquel Rodríguez
Directora de Vitónica
Teletrabajar para muchos, y desde fuera, puede parecer la panacea: la idea de muchas personas es que son unas vacaciones en casa. Personalmente, llevo seis años teletrabajando, y nada más lejos de la realidad. En mi experiencia suele ocurrir exactamente lo contrario a lo que piensan muchas personas: trabajas más porque es difícil separar tu tiempo libre de tu tiempo de trabajo al no encontrarse en dos espacios diferenciados. Por eso, mi primer consejo para alguien que comienza a teletrabajar sería el de separar muy bien, en la medida de lo posible, esos dos espacios: lo ideal sería disponer de un despacho en casa donde poder realizar las tareas de trabajo, pero, si eso no es posible, al menos deberíamos tener un sitio lo más alejado posible de nuestros lugares de ocio.
Nada de teletrabajar desde la cama o el sofá: mejor una mesa liberada de espacio que no se asocie a actividades de ocio. Organizar el día es otra de las cosas más importantes: yo soy muy clásica y trabajo con agenda en papel, pero una buena opción pueden ser las aplicaciones de listas o tareas tipo Todoist donde puedas apuntar las tareas del día y dividirlas entre las urgentes, las importantes y las que pueden esperar.
Con el fin de ser más productiva, al final de mi jornada de trabajo (en la que respeto, en la medida de lo posible, los horarios como si estuviera en una oficina) compruebo cuánto tiempo he pasado en cada tarea con la aplicación de RescueTime en su versión gratuita: esta app te indica cómo de productivo ha sido tu día, si has pasado mucho tiempo en redes sociales, qué páginas has visitado, etc. Como método de control personal para ver cómo puedes mejorar tu productividad creo que puede ser de mucha ayuda.
Por último, uno de los peligros del teletrabajo es el sedentarismo: ya con el hecho de no tener que ir a una oficina te pierdes ese camino al trabajo que te hace moverte de casa (por el lado bueno, ahorras tiempo, claro), y puede haber algunos días en los que ni siquiera abandones tu hogar. Para ser consciente de que me tengo que mover me va genial el Apple Watch, que me avisa cada hora de que tengo que levantarme de la silla y moverme un poco. Si no dispones de una pulsera de actividad o smartwatch con este tipo de avisos, siempre puedes optar por poner una alarma en el móvil cada hora. En esos minutos, aprovecho para ir al baño, coger agua en la cocina, achuchar un poco a mi perro (es un buen anti-estrés) o simplemente dar una pequeña vuelta por la casa.
Jesús León
Social Media Manager en Webedia España
Trabajar desde casa requiere disciplina y marcarse un horario. Es algo que se suele comentar, pero lo confirmo. Es necesario ser disciplinado para no caer en un agujero negro, donde el tiempo se diluye y no sabes cuánto tiempo real trabajas. Para evitarlo, es importante gestos como apagar el ordenador tras finalizar la jornada. Si lo dejo en reposo “por si acaso” me resulta peligroso, porque entonces no tengo conciencia de haber finalizado la jornada y me mantengo “pendiente” inconscientemente.
Reconozco que he intentado usar aplicaciones de gestión de tiempo, de organización de tareas, pero las he acabado abandonando. He probado varias, pero ninguna se ajustaba realmente a lo que necesitaba. O yo no me acoplaba a usarlas.
En cambio, para poder organizarme uso varios servicios en la nube como Dropbox, OneDrive y también Google Drive, donde almaceno documentos, anotaciones y mucho más. Así los tengo siempre disponibles, trabaje donde trabaje. Además, me ayuda a tener todo más ordenado, evitar papeles impresos que se pierden...Otro servicio que uso es Evernote, que me ayuda a crear notas rápidas y es como un enorme almacén de ideas, anotaciones e incluso checklist donde tener el seguimiento de tareas. Es muy ágil y al ser multiplataforma también, es fácil gestionarlo en cualquier momento desde móvil o tablet.
César Muela
Coordinador editorial tech en Webedia España
Llevo más de once años dedicándome al periodismo digital y nunca he dejado de trabajar desde casa, aunque es cierto que lo he compaginado con ir a la oficina en diferentes momentos. Esa mezcla me ayudó a reafirmarme que como en mi casa no trabajo en ningún sitio. Quizá lo que para otros es un problema, para mí es casi una bendición: puedo organizarme como quiero y minimizar las interrupciones. En una oficina abierta, es difícil que nadie vaya a tu sitio a consultarte algo o que llegue una llamada de teléfono. En mi casa, lo raro es que alguien me moleste, y si necesito concentrarme, silencio teléfono, notificaciones y me pongo a ello. Es el procedimiento que suelo hacer a la hora de transcribir entrevistas. Es un proceso monótono y que requiere de mucha atención, especialmente si son en inglés.
He visto también muchos consejos y recomendaciones y siempre se menciona lo del pijama, lo de establecer rutinas y horarios, pero, en mi caso, diría que es más un estado mental, una predisposición. Nunca he tenido ningún problema en trabajar en el mismo ordenador en el que luego juego una partida o veo una serie. Nunca he sentido la "tentación". Si estoy trabajando, estoy trabajando, y para mí es absurdo autoengañarse. Es inútil para ti, para tu trabajo y para tus compañeros. Algunos dirán que es disciplina, pero yo lo veo más como un ejercicio de sinceridad y de organización extrema para cumplir con todos los objetivos que me propongo. Sea en pijama, en chándal o con una camisa, en invierno o en verano.
Por supuesto, hay días que eres más productivo que otros y puede ser por muchos factores (cansancio, motivación, estado de ánimo, etc), y ahí sí es fundamental la capacidad para marcarse unos objetivos tangibles y poder adaptarlos si es necesario. Hay veces que acabas algo que no tenías previsto hasta más adelante, pero también hay tareas que se te atascan. Saber reorganizar y tener flexibilidad para mí es muy importante.
Por último, hay algo que sirve mucho para superar fases de bloqueo o saturación. A mí me sirve desde levantarme y dar un paseo por casa mientras me como un trozo de chocolate o cualquier otro snack, hasta hacer un descanso con alguna canción que me guste mucho o ir a comprar el pan. Paradójicamente, he superado muchos bloqueos haciendo trabajar a mi cerebro con otras cosas.
Gabriela González
Editora en Genbeta
Yo llevo casi 10 años trabajando desde casa y lo que más recomiendo con todas las fuerzas del mundo es tener un espacio separado. Por suerte hace años tengo despacho justo para eso y es el sitio de trabajar y ya, aquí vengo a un horario específico y lo dejo en otro. Para jugar y ver vídeos está la tele afuera.
Lo otro es mantener ese espacio organizado y limpio, el desorden da pereza y mata la productividad, al menos para algunos. También importante llevar una agenda o recordatorios porque el cerebro tiene poca RAM. Yo a veces abuso de Telegram como app donde guardo todo, pero también uso Notion para anotar ideas, guardar enlaces, organizar pendientes, etc.
También tengo un horario bastante específico y me pongo ciertos límites en las cosas que hago. Por ejemplo, el email es lo primero que reviso en el día y si tengo cosas que enviar o responder, las agendo en una hora más tarde, usualmente al final del día. Siempre tomo descansos pequeños al menos cada hora, siempre tengo una botella de agua a mano, intento comer siempre a la misma hora y no "cuando se pueda". Y esto podrá sonar tonto para el que no vive en casa la mayor parte del día: me ducho.
Un pequeño resumen general
Llegados a este punto y una vez conocidos los testimonios de los compañeros de Webedia España, procede hacer un pequeño resumen con los puntos principales. Grosso modo, nuestras recomendaciones para trabajar desde casa son las siguientes:
- Establece unos horarios fijos, como si trabajaras en una oficina, y sigue una rutina.
- Descansa y aprende a parar.
- En la medida de lo posible, separa la zona de trabajo de las zonas de ocio. Evita convertir una zona de relajación en una zona de tensión.
- Muévete, haz algo de ejercicio antes o después de trabajar.
- Mantén el contacto con el equipo a través de las herramientas de comunicación disponibles, como Slack.
- Opta por herramientas multiplataforma u online que te permitan cierta movilidad.
- Organiza tu jornada antes de comenzarla y establece tareas prioritarias.
- Prueba con listas de tareas o métodos de productividad, como GTD o Pomodoro.
- Si te gusta trabajar con música, ponte música.
- Sal de casa cuando termines de trabajar, evita encerrarte.
Imagen | Christin Hume (Unsplash)
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