Aunque servidor no es amigo de las armas de fuego, hay que reconocer el hecho de que detrás de ellas hay mucha tecnología y a veces nos puede sorprender, para bien y para mal, lo que se puede hacer con ella. Lo de hoy entra como uno de los gadgets más curiosos del CES.
Bajo el nombre de TrackingPoint, esta compañía afincada en Austin (Texas) ha creado lo que se conoce con el nombre “Precision Guided Firearms” o lo que es lo mismo: rifles de caza que nos ayudan con la tarea de apuntar para que hagamos disparos precisos.
El sistema de estos rifles, funciona bajo Linux, nos proporciona un visor que nos da información de todo tipo: inclinación, temperatura, velocidad del viento, distancia en yardas de dónde estamos apuntando… Eso sí, nos vemos la imagen directamente sino una señal de vídeo.
Más allá de ser un simple display con información, la gracia de este sistema radica en la posibilidad de apuntar y seguir automáticamente a un objeto. Sólo tenemos que apuntar y pulsar un botón. Hecho esto el rifle empezará a seguir a la presa y analizará variable del entorno donde nos encontremos.
Hecho esto, sólo tenemos que mover el rifle y juntar la mirilla con el punto que nos ha marcado. Cuando esto ocurra, el indicador cambiará de color para informarnos que estamos apuntando correctamente. A partir de aquí, es el tirador quien decide disparar o no. El rifle no lo hace por nosotros.
Toda la información que se gestiona mientras estamos con el rifle se almacena y podemos consultar posteriormente, o en tiempo lo que necesitemos para llevar un registro bastante exhaustivo. Además, si tienes un iPhone y un iPad podemos usarlo como pantalla adicional para dar consejos a quien está disparando.
Para rizar el rizo, también cuenta con la posibilidad de grabar vídeo el cual luego podremos compartir en YouTube o en otras redes sociales. Resulta curioso ver cómo en el desarrollo de este arma se han tenido en cuenta algunos elementos del videojuego.
Quien haya jugado a videojuegos sabrá que algunos de ellos cuentan con sistemas de ayuda parecidos para apuntar y disparar. También el hecho de tener una interfaz de ese tipo subraya esa relación con el medio interactivo. Sin duda una forma curiosa de integrar la tecnología en las armas. Eso sí, con un precio de 17.000 dólares.
Vía | Ars Technica
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