Lo primero que hizo una tribu amazónica tras acceder a Internet fue engancharse al porno. O al menos eso quisimos creer

  • Un reportaje de The New York Times habló sobre la llegada de Internet a una tribu amazónica

  • Un comentario menor desencadenó cientos de noticias que lo tergiversaban

  • Falsamente señalaban a esta tribu como una nueva comunidad llena de adictos al porno

Marubo
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Cientos de webs de todo el mundo están difundiendo titulares engañosos que afirman que los marubo, un pueblo del Amazonas, se han vuelto "adictos al porno" tras conectarse a Internet por primera vez.

Todo viene de un reportaje de The New York Times sobre de la llegada de la banda ancha satelital a esta tribu indígena. En él solo se mencionó la preocupación de uno de sus líderes por el acceso de algunos menores a contenido para adultos.

Qué ha ocurrido. Jack Nicas es el periodista que visitó las aldeas de los marubo en abril. Unos 2.000 indígenas viven aislados en la selva amazónica y hace unos meses lograron el acceso a Internet mediante Starlink.

  • Nicas observó durante una semana cómo usaban Internet para comunicarse entre poblados, chatear con seres queridos o pedir ayuda en caso de emergencia.
  • Muchos marubo compartieron el temor a que el contacto con el mundo exterior trastocara la cultura que han preservado durante generaciones.

Qué dijo realmente el reportaje. No hablaba de adictos al porno. Solo recogía las quejas de algunos ancianos sobre "adolescentes pegados al móvil, chats grupales llenos de cotilleos y menores que veían porno".

Un líder en concreto, Alfredo Marubo, lamentó que algunos chicos compartieran vídeos porno en grupos de WhatsApp. Por contextualizar, en su sociedad besarse en público es un tabú, según apunta el medio neoyorquino.

Cómo se distorsionó la historia. Centenares de webs de Estados Unidos publicaron titulares en los que apuntaban a la adicción al porno generalizada de esta tribu.

Luego la desinformación se extendió por decenas de países, también España. Y llegó a Brasil, y a algunos de los pueblos donde algunos marubo viven, trabajan o estudian.

La reacción. Enoque Marubo, el líder que llevó Starlink a los poblados, denunció en un vídeo en su cuenta de Instagram que esas afirmaciones son "infundadas, falsas y reflejan un prejuicio que no respeta nuestra autonomía e identidad", dijo. Algo que recoge el nuevo artículo de The New York Times desmintiendo el bulo.

Alfredo Marubo, el líder citado en el artículo original, emitió un comunicado tachando los titulares engañosos de "tergiversación con potencial para causar un daño irreversible a la imagen de las personas".

Y apuntó al propio medio que publicó el reportaje original, acusándole de haberse centrado demasiado en los aspectos negativos de la llegada de Internet a su tribu. Curiosamente, su publicación anterior difundía el reportaje con orgullo.

En perspectiva. Una historia que demuestra cómo un detalle marginal y matizable de un reportaje puede descontextualizarse y exagerarse hasta convertirse en un relato falso y estereotipado fuera de control.

Tras los titulares que buscan el choque humorístico hay una grave falta de empatía cultural con una comunidad que ha experimentado la exposición a la viralidad de la peor forma posible: siendo señalados y falsamente acusados para echar unas risas.

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