Las emisiones, las películas y las series de televisión de hoy en día están trufadas de lenguaje malsonante, tacos, referencias sexuales y todo tipo de alegres blasfemias. Eso es así y es difícil de evitar. Lo normal es que los padres especialmente sensibilizados con este tema vigilen lo que sus retoños ven y, en caso de resultar demasiado malsonante, les pongan otra cosa.
Pero, claro, si los progenitores son unos vagos en sus funciones paternales o están demasiado ocupados como para dedicar tiempo a ver la televisión con sus hijos, ¿por qué no dejar que sea una máquina la que cree una burbuja moral perfecta para ellos? Con esta filosofía se ha creado TV Guardian, un set-top box cuya única función es detectar las palabras malsonantes, las referencias críticas con la religión o los términos abiertamente sexuales para sustituirlos por un incómodo y vergonzoso silencio.
TV Guardian tiene tres posiciones de filtrado según nuestra moral sea más laxa o más próxima a los estándares de Ned Flanders. El dispositivo cuenta con una base de 400 palabras a la que el usuario puede añadir otras por si también se siente especialmente violentado por términos engañósamente inócuos como ‘cimborrio’ o ‘refocilar’.
TV Guardian funciona sólo con emisiones de TV, no con DVD, Blu-Ray o medios digitales. En caso de que los papis quieran poner a sus hijos algo de, digamos, Tarantino, el previsible y largo silencio de dos horas que seguirá puede ser adornado con subtítulos especialmente adaptados para no perdernos la trama. Realmente tiene que ser todo un espectáculo ver cómo se las apaña este sistema de subtítulos con películas como ‘Pulp Fiction’ o ‘El Sargento de Hierro’.
TV Guardian está disponible en versiones para emisiones convencionales (140 dólares) y en Full HD (210 dólares). De momento sólo está disponible en Estados Unidos y para el idioma inglés, pero confiamos en que nunca salga de ese país. En la web oficial del chisme podeis encontrar vídeos en el que se muestra como el TV Guardian silencia expresiones tan terroríficas y corruptoras como ‘Maldita sea’. En mi humilde opinión, absurdo de principio a fín.
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