A todos nos ha pasado alguna vez el pedir un café en un bar, echar el azúcar y, cuando vamos a removerlo, darnos cuenta de que el camarero se ha olvidado de traernos una cucharilla. Entonces tenemos la opción de remover el café con el dedo, cosa dolorosa si está un poco caliente y no muy higiénica, o pedírsela al camarero.
Eso es porque no tenemos el vaso con removedor automático. Con él, solo tendríamos que pulsar el botón situado en el asa y nuestro azúcar se mezclaría suavemente con el café sin que nosotros tengamos que molestarnos en utilizar la cuchara.
Vamos, el colmo de la vagancia. Creo que me compraré uno.
Vía | Gadgetry Blog.
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