Pero eso al menos es lo que propone Fabian Hemmert, con un prototipo que presentó en el TEDx de Berlin a finales del año pasado y con el que pretende conseguir una vuelta de tuerca más en la interacción usuario-teléfono en un futuro.
La idea se basa principalmente en introducir una serie de mecanismos en dispositivos móviles que permitan que nuestro teléfono "cobre vida" y pueda moverse por si solo en función de las aplicaciones que usemos o las necesidades que tengamos en ese momento.
Por ejemplo, si usamos una aplicación de mapas y marcamos una ruta, el móvil se inclinaría en el sentido en que debemos avanzar, todo gracias a un par de ejes perpendiculares por los que se desplaza un pequeño peso interior. Pero no se quedan ahí las propuestas de Hemmert, aun hay más.
Y es cuando digo que cobrarán vida no es simplemente por esto, ya que otra de las ideas de Hemmert es que el móvil se encoja y se alargue en función de si lo estamos usando o no, que se ensanche y se estreche (imaginad que leemos un libro del que llevamos 10 páginas y del nos quedan 200 páginas por leer. El móvil ensancharía por un lado y se estrecharía por el otro), que se agite cuando tenemos llamadas o mensajes sin responder, que se tranquilice cuando no tengamos nada pendiente, o que, y esto si que da un poco de grima, imite los latidos de un corazón o nuestra respiración.
En fin, no se lo que nos deparará el futuro, igual al final se vuelven a poner de moda los Tamagotchi y tenemos que dar de comer a nuestros móviles, para que no se nos cabreen y se apaguen solos. Miedo me da.
Os dejo con el vídeo de la presentación donde podréis ver mejor de lo que estamos hablando:
Vía | Engadget Más Información | Fabian Hemmert