Aunque cuando hablamos de discos duros multimedia todos asociamos ese tipo de equipos a reproductores con disco duro interno, hay ya un amplio mercado de los llamados streamers de contenido, que son una excelente opción para aquellos consumidores que se afanan en coleccionar discos duros externos o directamente no quieren añadir otro más a su lista de equipos en casa.
En realidad, no hace falta coleccionar discos duros para optar por un streamer de contenido como disco duro multimedia. Las ventajas que vamos a ver son más que suficientes, entre ellas, que cualquier disco duro portátil se pueda convertir en uno multimedia.
Ventajas de un streamer de contenido
Más silenciosos al poder usar discos externos con mejor rendimiento, entre ellos, los SSD portátiles, y requerir de menos ventiladores para su refrigeración.
Más discretos, lo que los hace pasar más desapercibidos junto al televisor, pues son dispositivos por lo general muy compactos.
Más flexibles: el streamer de contenido, al no depender de una capacidad fija en forma de disco duro interno, nos da más posibilidades de configuración y gestión, teniendo en teoría un disco duro multimedia con capacidad infinita. Cualquier unidad USB se convierte al instante en un disco duro multimedia, y si solemos almacenar nuestro contenido en este tipo de equipos, ¿por qué comprar otro más y no solo un reproductor?
Con más personalidad: por suerte, los streamers de contenido son equipos que, con una base común, nos dan unos elementos característicos e individuales que ya analizamos cuando escribimos sobre ocho streamers de contenido y sus puntos fuertes.
Más fáciles de transportar: siendo equipo más pequeños, el streamer de contenido es un candidato perfecto a reproductor multimedia para llevar de un lado a otro. Piensa en esa visita a casa de un amigo en la que nos llevamos nuestro streamer y el anfitrión pone la memoria USB con las fotos de su último viaje que ya no tenemos que ver en la reducida pantalla de su portátil.
Más amigos de los NAS: si el otro día os hablábamos de lo buenos amigos que eran los discos duros multimedia y los NAS, los servidores de contenido son casi amigos íntimos y de toda la vida de los streamers si estos incluyen conectividad. No necesitamos ni un disco duro portátil para tener contenido.
Aunque pudiera parecer lo contrario, los streamer de contenido también tienen sus inconvenientes, y el más importante de todos es que nosotros tenemos que poner el disco duro desde el que reproducir contenido, tenerlo a la vista en la mayoría de los casos y correr el riesgo de olvidarlo alguna vez.
Y tú, ¿qué prefieres? ¿streamer de contenido o disco duro multimedia clásico?