Eizo quizá no tenga el renombre de otros fabricantes pero quienes conocen el mundillo de los monitores saben que son una marca de referencia. Con equipos para todo tipo de necesidades, hoy nos toca analizar un modelo dedicado a los más jugones.
El Eizo Foris FS2333 quiere hacerse un hueco en la mesa de los gamers con una propuesta muy interesante: un gran contraste de colores que nos permite ver más detalle en las partes oscuras. Veamos con detalle qué ofrece este monitor.
Un monitor diseñado para jugar en el ordenador
Con una diagonal de 23 pulgadas, nos encontramos con un monitor que tiene unas dimensiones apropiadas para su tamaño. No es grande y tampoco excesicamente pesado por lo que si vamos a moverlo de vez en cuando no tendremos ningún problema.
Los materiales empleados son correctos. Con un diseño bastante discreto tenemos un monitor sobrio, con pocas florituras pero bien equipado. Si lo apoyamos sobre la peana podemos cambiar el ángulo en vertical de forma muy sencilla. También tenemos la opción de acoplarlo a la pared con un soporte VESA.
En lo que respecta a la conectividad cuenta con puertos para todos los gustos. A saber: un VGA, un DVI y dos puertos HDMI. Opciones más que suficientes y que cubren los principales formatos. Todos los accesos a las diferentes señales podemos hacerlo o bien desde el mando a distancia o un botón frontal.
Los altavoces frontales, estéreo, ofrecen en conjunto una potencia de 1W. No es que sean una alternativa a los que usamos de forma convencional pero para situaciones puntuales cumplen con su cometido. Pasemos, ahora que hemos repasado estos aspectos, a la pantalla.
Con un panel LCD de 23 pulgadas tenemos una resolución de 1920x1080 lo que se traduce en un ratio de 16:9. El ángulo de visión es casi completo y podemos ver las imágenes sin pérdida de calidad en 178 grados. Tras conectarlo, sin configuración previa de ningún tipo, al PC la primera sensación es positiva.
Pero para ver lo que da de sí comenzamos con las pruebas más técnicas. Empezamos con el mapeo de píxeles para comprobar que no hay aberraciones cromáticas de ningún tipo. Todo perfecto: blanco y negro sin más colores. Comenzamos bien.
Muchos tonos para ver detalles que antes no veíamos
Empezamos a hacer pruebas de contraste con diferentes colores y vemos que efectivamente la premisa de Eizo cumple las expectativas. En muestreos de hasta 128 tonos de un mismo color es capaz de mostrar la mayoría sin ningún problema. No son todos pero la cantidad es sorprendente.
Tras realizar pruebas con varios colores vemos que efectivamente es así. No se aprecian debilidades en ningún matiz y muestra con una gran naturalidad todos los colores. La nitidez a la hora de leer texto también es excelente. La luminancia es bastante alta y por supuesto configurable.
Con las pruebas de rigor hechas, comenzamos a probarlo en circunstancias normales. En el caso de los juegos vemos que los niveles de contraste muestran más tonos, algo de agradecer en aquellos títulos con muchas zonas oscuras como Amnesia o Dishonored.
A la hora de trabajar con fotografías vemos que también da la talla. Fiel a los colores, un buen contraste y un panel que no contamina la imagen con tonos de otro tipo. En el uso cotidiano (Internet, ofimática…) también notamos que responde a la perfección.
Para ajustar la experiencia de uso, Eizo incluye con el monitor un par de aplicaciones. Una para partir la pantalla en dos (muy útil para jugar) y otra para calibrar. Desde esta segunda podemos cambiar los parámetros y usar varios perfiles: sRGB, uno personalizado, uno para lectura, otro para película, un detalle que se agradece bastante.
Eizo Fores FS2333, conclusiones
El mercado de los monitores es bastante extenso así como el rango de precios. Por eso siempre es conveniente saber dónde nos movemos para hablar sobre la relación calidad precio, sobre 419 euros.. En este caso el Fores FS2333 cumple bien pero hay mucho espacio por arriba en una liga donde tampoco compite.
Como monitor para videojuegos, uno de sus principales focos, es un aliado estupendo que en comparación a las pantallas convencionales sabe marcar las diferencias. Independientemente de si tenemos un ojo más o menos técnico. Al César lo que es del César, o de Eizo.
Esta virtud se convierte también en un defecto y es que quienes busquen un monitor más versátil y menos orientado a un tipo de uso en concreto encuentren mejores alternativas. En cualquier caso si sabemos a lo que vamos este modelo de Eizo cumple con las expectativas de los más jugones.
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