El cloro, un elemento químico ampliamente utilizado en la desinfección del agua por sus cualidades antisépticas, podría ser el eslabón perdido que faltaba para impulsar definitivamente la fabricación de pantallas OLED. Científicos del Departamento de Ingeniería de Materiales de la Universidad de Toronto han aplicado una capa monoatómica de este material a los paneles OLED actuales.
El resultado no ha sido un fuerte olor a lejía, sino un espectacular aumento de la eficiencia de los OLED, unida a un considerable descenso en el coste de esta tecnología gracias a la eliminación de muchas de las capas químicas que eran necesarias hasta ahora para su funcionamiento.
Parece ser que el cloro, aplicado mediante un proceso de rayos ultravioleta que permite controlar su toxicidad, eleva el índice de transmisión eléctrica de los paneles OLED. De esta manera, el CL-OLED, que es como ya se conoce a esta aplicación, dobla literalmente su eficacia, con una luminosidad de 10.000 Cdm2, y es más fácil de fabricar. Los resultados de esta investigación ya han sido publicados en la revista Science y será cuestión de tiempo que los fabricantes de paneles se interesen por esta nueva patente.
Vía | Engadget Más información | Universidad de Toronto