El primer ratón que utilicé tenía tres botones y requería de una alfombrilla especial. Fue antes de los ratones de bola, claro, a los que luego sucedieron los ópticos que en la actualidad conviven con los láser. El ratón es uno de los periféricos que más ha evolucionado en todos los aspectos a lo largo de su historia, desde el modo de funcionamiento a la calidad pasando por ergonomía, funciones, botones, etc. Podríamos decir que todo ha cambiado en él.
Ahora un cambio más. Gigabyte Aivia Xenon combina ratón y trackpad en un solo dispositivo, gracias al uso de una superficie táctil rectangular en la parte superior. De esta forma se puede utilizar como un ratón cualquiera, incluso con varios botones en los laterales, pues es de tipo láser y con una sensibilidad de 1.000 dpi; o como trackpad para poder interactuar con el ordenador a través de gestos que requerirán un software especifico para su reconocimiento. El cambio de ratón a trackpad se realiza a través de un botón físico ubicado en el lateral izquierdo que viene acompañado también de otro botón para encenderlo o apagarlo, pues es un dispositivo inalámbrico.
En cuanto a las dimensiones físicas hablamos de 95×55×19 milímetros, con lo que ha de considerarse más en la línea de otros ratones, si bien no tiene pinta de adaptarse demasiado bien a la palma de la mano. Sólo funciona con sistemas operativos Windows dsde XP y requiere del uso de un par de pilas AAA.
En los últimos años hemos visto cómo al ratón ahora tiene un compañero de fatigas, el trackpad para ordenadores de sobremesa. Primero el Apple Magic Trackpad y más tarde el Logitech Wireless Touchpad, o dispositivos como el Magic Mouse o Microsoft Touch Mouse son dos tipos de productos algo diferentes pero que buscan mejorar nuestra interacción con el ordenador. El Gigabyte Aivia Xenon quiere aunarlos en uno sólo para que nosotros elijamos cómo usarlo en cada momento. Interesante, ¿verdad?
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