Parece que poco a poco USB 3.0 empieza a hacerse un hueco en nuestras casas, aunque a pesar de ello los precios tal vez aún sean algo altos. USB 3.0, ese sustituto del USB 2.0 con una diferencia de velocidades absolutamente brutal, diez veces más rápido sobre el papel.
Pero claro, USB 3.0 y sus 4.8 Gbps necesitan que el dispositivo conectado sea rápido, o de lo contrario poco ganaremos. Aquí es donde entra en juego el Kingston HyperX Max 3.0, que a la vista puede parecer un disco duro externo convencional pero que en el interior trae un SSD. Esto es, HyperX Max 3.0 es un SSD externo con conectividad USB 3.0.
A través del uso de un SSD se conseguirán transferencias de datos mucho más rápidas que con USB 2.0, según Kingston de hasta 190 y 160 MB/s en lectura/escritura, respectivamente. Estos datos son muy superiores a los de un disco duro (tradicional) con interfaz USB 2.0, que generalmente ronda los 20 o 30 MB/s.
Lo malo – porque todo lo bueno tiene un punto malo – es, cómo no, el precio, aún desconocido pero que, salvo sorpresa mayúscula, será absolutamente desorbitado. Se venderán varios modelos de 64, 128 y 256 GB, todos ellos con una carcasa externa de aluminio en color azul y una fecha de salida aún no anunciada oficialmente.