Ozone lanza un nuevo periférico gamer para sumar a otros productos ya existentes: Ozone Neon, un ratón de diseño sencillo para los que busquen algo que funcione sin grandes alardes en lo visual.
Ozone Neon se basa en un sensor láser de 6.400 dpi que, como era de esperar, es ajustable en varios niveles a través del propio ratón o, si lo preferimos, mediante el software que lo acompaña. Éste también sirve para gestionar las acciones asociadas a cada uno de los ocho botones programables (que pueden guardarse en los 128 KB de memoria interna) y la tasa de sondeo (ajustable entre 125 y 1.000 Hz.; típicamente se deja siempre el valor más alto para que la actualización de la posición del ratón sea siempre la más rápida de entre las disponibles).
¿Novedades verdaderamente representativas? Sinceramente, ninguna. Ozone Neon destaca por ser un ratón para jugar sencillo, con un sensor bastante decente (los hay más potentes, pero 6.400 dpi no está nada mal) y una cierta variedad de botones programables que siempre serán de agradecer para su uso en videojuegos. El diseño es simétrico pudiéndose utilizar tanto por diestros como por zurdos, y toda la superficie superior está fabricada en una goma antideslizante.
Ninguna tecnología que lo diferencia de otros ratones del mercado. Ozone Neon es un ratón 'gaming' bastante convencional pero que puede resultar de interés para los que busquen un periférico sencillo y sin grandes atributos. Su precio es quizá algo elevado para lo que es, pues se pondrá a la venta por 50 euros con el negro como predominante y cuatro modelos con un dibujo grabado en distintos colores (negro, azul, rojo y blanco).
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