Ratones para jugar, nuestra guía de compras para caer en la tentación

Nos sentamos ante la mesa y no lo consideramos fundamental. Pero está ahí, y lo usamos continuamente. Arriba, abajo, a los lados. De vez en cuando, algún golpe. El ratón es un elemento característico de nuestro ordenador, de los más importantes y de los que más uso damos.

En este especial nos vamos a centrar en los ratones para gamers o jugones, jugadores de videojuegos a los que no les vale cualquier cosa. Vamos a contaros cuáles son las características fundamentales de un ratón para jugar, lo más importante que tenemos que tener en cuenta para hacernos con uno y las mejoras que nos puede traer con respecto de un ratón más común, más convencional.

Por qué un buen ratón, características

Podría parecer un elemento , pero no lo es. El ratón es parte de la interfaz, una de las pocas piezas con las que nosotros, los usuarios, interactuamos directamente con el equipo. Es muy importante sentirse cómodo con el ratón, hacerlo nuestro y tenerlo como una extensión de nuestro propio brazo.

Un buen ratón debe ser, ante todo, cómodo. Nuestra mano se tiene que adaptar a el y en absoluto tenemos que estar en una posición incómoda o brusca. Para ello también necesitaremos, por supuesto, un amplio espacio para manejarnos con él además de una alfombrilla adecuada, cosa a la que usualmente no se le presta la atención que deberíamos.

La lista de características de un ratón suele ser muy reducida. Dimensiones físicas y peso, pasando por la largura del cable, si lo tiene, o en su caso la tecnología de transmisión de datos de forma inalámbrica. Sea como fuere, lo más importante de un ratón no es un número ni una especificación. Es la comodidad con la que lo manejamos.

La ergonomía es fundamental

Lamentablemente desde Xataka lo tenemos muy difícil para sentenciar cuál es el mejor ratón o la mejor forma. Como en otros muchos campos se da la circunstancia de que cada persona es diferente, y por ende cada usuario necesitará o le gustará un ratón diferente.

Manos grandes o pequeñas, con dedos largos y finos o como auténticas morcillas de León, nadie puede asegurar cuál será la mejor elección para ti, y mucho menos con una simple fotografía en la página oficial del fabricante.

La ergonomía es fundamental, como decimos en este apartado, uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir un ratón para jugar. Y por ello, para asegurarnos del todo, será una buena idea que intentes probar el ratón en el que estás interesado antes de adquirirlo definitivamente. Lo más usual en estos casos es acercarse a un gran centro comercial o tienda especializada, donde generalmente tienen numerosos modelos expuestos para que los clientes comprueben cómo son.

Otra opción es basarse en amigos y conocidos para, en caso de que ellos tengan el modelo que quieres, te dejen probarlo. Y, por supuesto, San Google siempre estará ahí y podrá orientarnos en nuestra compra en base a las opiniones de otros usuarios en blogs, comunidades, foros, etc.

Sea como fuere, si quieres un buen ratón es fundamental que lo pruebes y que te sientas cómodo con él. No sería la primera vez que me ocurre que veo un determinado modelo del que pienso que no será mi modelo, y tras probarlo encaja mejor que un guante.

Sensibilidad de un ratón, un aspecto importante

Es muy importante sentirse cómodo con el ratón, agarrarlo bien y poder deslizarlo sin dificultades. Pero si existen ratones más preparados para jugar es porque algo tienen.

La sensibilidad es la capacidad que tiene un ratón para detectar una serie de puntos sobre una superficie. Se mide en dpi o ppp, dots per inch o su homónimo en español puntos por pulgada. Viene a decirnos que en cada pulgada lineal, el ratón puede detectar una determinada cantidad numérica de puntos. Por ejemplo, 3.200 dpi es una buena cantidad, aunque existen modelos que sitúan este valor por encima de los 6.000 dpi.

Mayor o menor sensibilidad no tienen, generalmente, gran impacto para el usuario. Es decir, la inmensa mayoría de usuarios no notarán diferencias entre 5.000 y 5.500 dpi, ni tampoco posiblemente con 6.000. Sin embargo, sí existen variaciones entre 1.200 y 3.200 dpi, aunque por supuesto las personas tienen diferentes sensibilidades unas de otras y es algo en lo que no se puede generalizar.

Por poner un ejemplo más específico, quizá demasiado exagerado pero con el que seguro que se entiende lo que es la sensibilidad. Imaginemos por un momento que tenemos un ratón de bola, aquellas antiguallas que seguro muchos de los más jóvenes no habréis visto nunca. ¿Recordáis aquellos bruscos movimientos? Había muchas veces en las que realizando el mismo movimiento físico con la mano en dos ocasiones, cada una de ellas trasladaba movimientos diferentes al puntero virtual del ratón. ¿Me seguís?

La sensibilidad hace que el ratón traslade unos movimientos más homogéneos al su homólogo virtual, dando como resultado que a mayor sensibilidad mejor detecta las distancias del movimiento y mejor se ajusta en la pantalla los cambios realizados. Digamos que aquél antiguo ratón de bola tiene/tenía una sensibilidad bajísima, mientras que el ratón láser actual y moderno la tiene notablemente más alta.

¿Cuál es una buena sensibilidad? Depende de para qué lo queramos. Yo soy de la opinión de que sobre las 3.000 dpi es más que suficiente para cualquier usuario, exceptuando ciertos ámbitos donde los requisitos son mayores. He probado ratones de todos los sabores y, a la hora de jugar, es mucho más importante que te acostumbres a lo que tienes antes que comprar algo con una sensibilidad muy alta.

Ratón inalámbrico o con cable

El debate del siglo, posiblemente, en lo que a la compra de un ratón se refiere, y la verdad es que hay amantes casi a partes iguales.

La diferencia entre con y sin cable es que en los modelos inalámbricos se da una pequeña latencia de una mínima fracción de segundo, algo imperceptible en la mayoría de ocasiones pero que puede ser vital en determinados videojuegos, como por ejemplo un FPS o First Person Shooter en los que cualquier mínimo retraso puede acabar con un headshot entre ceja y ceja. Por otro lado, los ratones con cable tienen precisamente este elemento, el cable, como su principal ventaja, pues transmiten de forma mucho más rápida la información, además de hacerlo siempre en un tiempo constante. A quién no le ha pasado con un ratón inalámbrico que hay ocasiones en las que el ratón se desmadra y parece como que pierde la señal, para unas décimas de segundo volver a su estado normal.

Mi punto de vista, siempre que podamos, ratón con cable. Más eficiente, nos olvidamos de pilas y siempre funcionará a la perfección, además de que generalmente los buenos ratones para gamers siempre son con cable. De hecho, son muy, muy pocos los modelos inalámbricos que existen en el mercado, aunque existir existen.

A ésto hay que sumarle que un ratón inalámbrico es más cómodo, en el sentido en el que no tenemos que preocuparnos por dónde llega el cable, o si está tirante o suelto. Lo ponemos sobre la alfombrilla y ya está.

¿Realmente necesito un ratón para jugar?

Pues si vas a jugar y/o pasas muchas horas frente al ordenador, te lo recomiendo encarecidamente. Los malos ratones pueden incluso ocasionar molestias físicas en nuestros brazos y muñecas, principalmente, y si nunca habéis probado un buen ratón os aconsejo dar el paso, aunque sea probar el de alguien o en alguna tienda pública.

Ahora bien, también es cierto que no todo el mundo necesita un ratón avanzado. Los buenos ratones están para sentirse más cómodos, para lograr una cierta ventaja en determinados juegos y para ofrecer un extra en calidad. Mentiríamos si dijéramos que es una obligación para todos los usuarios, porque desde luego no lo es,.

Si lo tuyo es navegar por Internet, escribir cuatro cosas en una suite ofimática y poco más, olvídate de esta entrada porque con casi cualquier modelo básico tendrás más que suficiente. Ahora bien, seguro que si pruebas un modelo más avanzado notarás las diferencias.

¿Y qué modelo escojo?

Volvemos a lo que hemos comentado inicialmente, no existe el mejor ratón puesto que cada uno es diferente, y cada persona también. Estarás acostumbrado a manejar tu actual dispositivo de una determinada forma (no todo el mundo maneja teclado y ratón igual) y tu vecino puede hacerlo diferente. No existe el ratón universal.

Infórmate, lee e indaga por la red, revistas o tiendas. Ante todo, prueba y busca lo que mejor se adapte a ti. Si te preocupa la sensibilidad verás que la inmensa mayoría de modelos de gama alta se mueven a partir de las 5.000 dpi, una cifra más que suficiente, aunque otros muchos rondan los 3.200 dpi. que no están nada mal. Dado que esto se basa en probar y probar, intenta que algún amigo te muestre su modelo o te de alguna recomendación sobre él u otros del mercado.

Como en todos los campos, existen auténticas patatas que cuestan un ojo y medio de la cara, y maravillas mucho más asequibles. ¿Fabricantes? Hay vida más allá de la Logitech que todos conocemos: Razer tiene un montón de modelos disponibles; A4Tech goza de buena fama a precios muy competitivos; e incluso la propia Microsoft tiene una gama de periféricos para gamers, los SideWinder con varios modelos de diferentes precios.

Y tú, ¿qué modelo tienes o te gusta? ¿Cuáles son para ti los mejores ratones del mercado? ¿Qué características crees que son las fundamentales? En Xataka nos gustaría saber tu opinión, y como siempre, los comentarios están abiertos a ello. ¡Gracias!

En Xataka | Ratones.
Imágenes | Flickr de Doug Beckers, William Hook, Artnow314, Julien GONG Min, raneko, Peter Morgan.

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