¿Es mejor usar dos monitores o uno grande? ¿Resulta práctico uno panorámico? ¿Qué ventajas o desventajas puedo encontrar? ¿Qué necesito? ¿Para qué usos está recomendada cada solución? Estas son algunas de las preguntas que uno se hace a la hora de configurar su setup o espacio de trabajo u ocio.
A lo largo de los años he probado numerosas configuraciones, tanto multimonitor como con uno sólo. Todas son interesantes aunque, según el momento o uso, unas pueden ser más adecuadas que otras. Os cuento mi experiencia con las configuraciones multimonitor.
Trabajar con múltiples monitores: pros y contras
Todo en esta vida tiene sus pros y contras, no hay nada perfecto por lo que no hay solución universal. Cada uno debe buscar la que más práctica y útil le resulte a la hora de trabajar o simplemente disfrutar de sus ratos de ocio.
Cuando trabajas con configuraciones multimonitor encuentras pros y contras. Sólo considero recomendable el uso de un único monitor si ofrece resolución 1440p o superior. Si no es así me adapto pero se termina acusando la falta de espacio de trabajo. De todos modos, a la hora de usar varios monitores hay también que tener en cuenta aspectos como ese de la resolución pero también tamaño y relación de aspecto. Pero veamos ventajas y desventajas de trabajar con dos monitores o más.
La primera ventaja es que nuestra productividad se beneficia. Cuando hacemos uso de varios monitores el espacio de trabajo disponible crece y, por tanto, nuestra productividad aumenta. Podemos tener más información visible, usar de forma cómoda varias aplicaciones, etc. Hay diferentes estudios sobre ello aunque para sacar tus propias conclusiones tendrás que probar.
La segunda ventaja es que podremos disfrutar de contenido de ocio y a la vez tener visibles nuestras redes sociales o webs que estemos visitando. Sí, es un poco multitarea e igual algo no lo hacemos o disfrutamos igual pero tener un vídeo a pantalla completa y en la otra pantalla nuestras apps es genial. O bien consultar webs mientras charlas con tus amigos o compartes en redes sociales.
El problema es que, como dije, el uso de varios monitores también tiene desventajas. La primera y más importante es que se convierte en un riesgo potencial al permitirnos tener más distracciones a la vista.
Cuando estamos escribiendo un texto o realizando algún trabajo como retoque de imagen, edición de música o vídeo etc. puede que no sea bueno tener esas posibles distracciones a la vista. Imagina , estás redactando un artículo y con el rabillo del ojo ya estás viendo nuevos mensajes en Twitter, chat de Facebook…
Por supuesto las distracciones son el menor de los problemas pues las notificaciones de Windows, Mac o nuestro smartphone o tablet ya se encargan de interrumpir nuestra concentración y hacer mella en la productividad si no cuidamos cómo y cuándo se mostrarán.
Los principales problemas de la configuración multimonitor son el espacio necesario en la mesa, conexiones disponibles y la potencia gráfica que ha de tener nuestro equipo para gestionar más píxeles. Esto último es clave, tanto para elegir monitores como disfrutar de una experiencia óptima. Porque gestionar una pantalla 4K UHD requiere más potencia gráfica que dos FullHD
Además de las resoluciones HDPi capaces de soportar el sistema también importa. Porque a veces, trabajar con la resolución nativa de un panel no es nada cómodo. Si no probad a usar un iMac 5K a resolución nativa. La interfaz es tan pequeña que es molesto usar el sistema. Por tanto, Windows u OS X nos ofrecen otras resoluciones HDPi como la de 2560x1440 o 3200x1800.
Tipos de monitor, el primer paso
Para elegir qué configuración monitor usar lo primero es conocer qué tipos de monitores podemos encontrar en la actualidad. Sólo así podremos decidir o realizar una primera aproximación que se adapte a nuestras expectativas o necesidades. Porque según el caso nos interesa una pantalla de mayor o menor tamaño, más o menos resolución o con una relación de aspecto diferente.
Los tipos de pantallas que podemos encontrar en estos momentos son muy variadas. Y no me refiero por cuestiones muy técnicas o de precio, lo digo porque hay tamaños para todos los gustos, resoluciones según necesidades y hasta varios tipos de relación de aspecto.
El tamaño importa
Si vamos a usar más de un monitor tendremos que tener en cuenta el espacio que ocupará en nuestra mesa o espacio de trabajo. Es importante que nos encontremos cómodos, que no nos agobie tanta pantalla y que, además, podamos colocarla o colocarlas a una distancia adecuada para su resolución.
Con distancia adecuada para su resolución me refiero a que debe tener una densidad de pixeles adecuada, evitando que veamos píxeles como puños. Ya sabéis, no es lo mismo una pantalla 1080p de 27 pulgada a 50cm que a 100cm. Por tanto, calcula a qué distancia los vas a colocar y elige el tamaño que mejor se adapte en función a su resolución.
Siempre digo que tener una densidad de pixeles entorno a los 100 ppi es lo mínimo. Eso significa que si optamos por pantallas 1080p debería tener un tamaño máximo de 23 pulgadas. Aun así todo esto también es cuestión de gustos.
El factor resolución
La resolución es un factor importante y a considerar. Si lo que buscamos es mayor espacio de trabajo, un monitor UHD nos ofrece más píxeles que dos Full HD. Con el primero tenemos 3840 x 2160 píxeles mientras que con los segundos tendríamos 3840x1080 píxeles si sumamos ambos escritorios.
Con un monitor UHD te ahorras ese “corte” que sufres en la imagen aunque también es cierto que suele ser una inversión mayor. Tal vez, lo ideal por precio y prestaciones sería contar con dos pantallas 1440p. Aquí tenemos muchas opciones de 27” aunque últimamente se están viendo modelos de 25” más que atractivos como el Dell U2515H o Philips
Por último, como no todos los equipos son capaces de gestionar pantallas UHD, hay una opción que gana adeptos por día. Se trata de los monitores ultra panorámicos. Este tipo de soluciones ofrecen un entorno de trabajo muy atractivo y productivo, sobre todo con modelos como el LG 34UM95.
Tipos de configuraciones multimonitor
Como he dicho, usar configuraciones multimonitor se debe a la necesidad de contar con un espacio de trabajo mayor. Para ello, como es lógico, se busca tener más píxeles y no mayor tamaño de pantalla. Así que veamos algunas configuraciones y sus escenarios de uso más interesantes.
Portátil + monitor externo
El uso de un portátil más monitor externo es el tipo de configuración multimonitor más popular y frecuente de encontrar. Usuarios de equipos portátiles con pantallas de 15” o de menor tamaño que necesitan movilidad luego, en casa o la oficina, optan por acompañarlo con un monitor que haga más cómodo su trabajo. Bien extendiendo el escritorio o usando sólo la pantalla externa y cerrando la tapa del portátil.
A mi personalmente me gusta la opción de escritorio extendido. Es una configuración muy útil para todo tipo de usos aunque hay muchos creativos que seguro le sacan un extra de rendimiento. Por ejemplo, al poder tener herramientas en una y lienzo en otra.
Mi única recomendación en este tipo de configuraciones es usar un atril o soporte para colocar el portátil al lado del monitor, a ser posible alineando el borde superior. Así el desplazamiento y cambio de una pantalla a otra es más fácil pues si tienen diferentes resoluciones evitamos ese “escalón” que se genera.
Doble pantalla
Puede parecer extraño pero la idea de adquirir una pantalla adicional para usar con el portátil es más popular que adquirir un segundo monitor para tu equipo sobremesa. El motivo es que adquirir una pantalla más grande para trabajar más cómodo se ve como una inversión más rentable que una segunda para ampliar espacio de trabajo. Yo discrepo, sobre todo porque con el aumento de productividad el retorno de la inversión al comprar un segundo monitor es rápido.
Si se opta por dos pantallas para usar con el sobremesa lo ideal es que sean de la misma resolución y tamaño. Es más, si son exactamente las mismas mejor pues tiene importantes ventajas como una correcta alineación o mismo calibrado de imagen.
Con este tipo de configuración ganarás mucho aunque últimamente las pantallas panorámicas están plantando cara, porque evita ese molesto “corte” entre pantallas. Y para cierto tipo de usuarios resultan hasta más cómodas. Sobre todo si sus uso son más de ocio como el visionado de películas o juegos.
Yo las recomiendo mucho aunque también hay ocasiones en las que debemos considerar si ese aumento de píxeles compensa igual o menos respecto a dos monitores. Por ejemplo, con la LG 34UM95 tenemos un escritorio de 3440x1440, aunque hay otros interesantes también. Un espacio de trabajo más que satisfactorio para tareas como la edición de vídeo. Y también para su uso con otro tipo de aplicaciones y aumentar la productividad al poder usar varias ventanas de navegador u otras apps sin que se tapen.
Si por el contrario nos vamos a otra de las pantallas de LG Ultrawide con menor resolución la cosa cambia. En el caso de estar interesados en la LG 29UM67 el espacio de trabajo será de 2560x1080 píxeles. Un área menor que si usásemos dos monitores Full HD con los que tendríamos 3840x1080 píxeles.
El selecto club de las tres pantallas
Tener un escritorio con tres monitores empieza a ser menos frecuente. Es más, hay quien considera que se trata de un selecto club al que sólo determinados usuarios optan. No por precio sino por espacio, uso o utilidad real que puedan sacarle.
A mi se me ocurren muchos escenarios para aprovechar tres pantallas aunque es cierto que actividades creativas se apañan bien con sólo dos pantallas y serían los trabajos en los que se requiere visualizar muchos datos los más interesantes para su uso.
El único problema es que contar con más de dos salidas de vídeo no es tan común. Y cuando se tienen igual el “sacrificio” de rendimiento no compensa. A menos que estemos hablando de equipos con potentes GPU. Aunque siempre está la opción de gráficas GPU por USB, al menos para poder tener más pantallas si no vamos a requerir mucha potencia.
¿Quieres más? Seis pantallas y a tope
¿Podríamos usar más de tres monitores? Pues claro, ver escritorios con cuatro monitores en entornos dónde han de controlar y visualizar rápidamente muchos datos es frecuente. Aún así, lo que ya es menos común es llegar hasta seis monitores.
La potencia necesaria y el coste que tiene montar un escritorio así es importante. Pero oye, hay quien lo hizo y luce espectacular.
Requisitos de monitores para configuraciones múltiples
Todos los monitores son válidos para ser usados en una configuración multimonitor pero si tienes en cuenta algunos aspectos ganaras. Aquí mi lista de requisitos.
En primer lugar han de contar con soportes VESA. Es importante porque junto al uso de brazos especiales podrás ajustar mucho mejor la posición, altura y por supuesto te quedará un escritorio mucho más limpio.
Lo segundo es que, en el caso de no usar brazos especiales, el soporte o peana regulable en altura y con opción de rotar la pantalla. Si lo vas a usar con otras pantallas diferentes, para programar o situaciones en las que te interesa tener más píxeles verticales que horizontales es clave.
En tercer lugar, misma resolución y tamaño. Puedes combinar pantallas diferentes, puede que incluso te interese tener un monitor UHD para trabajar y uno Full HD para previsualizar, por ejemplo, tus vídeos editados. Pero por norma, misma resolución y tamaño se agradece. Nuevamente, si tu equipo no cuenta con potencia gráfica sobrada.
Y por último, si pueden ser exactamente la misma pantalla mejor. Si usas dos monitores idénticos te quedará un conjunto más estético pero, sobre todo, evitarás problemas como diferentes calibraciones de la imagen.
¿Configuraciones multimonitor es o no para mi?
¿Qué te parece? ¿Es una configuración multimonitor para ti o no? Creo que cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Si usas tu ordenador para redes sociales, mail y web puede que no. Si vas a jugar principalmente puede que incluso conectarlo a una tele directamente sea mejor. Pero para el resto yo sí recomendaría el uso de dos monitores. La mejora en productividad y comodidad trabajando es notable. Aunque ciertamente requiere un periodo de adaptación y preferencias como usuarios. Porque si tu idea es mantener el foco mejor una única pantalla.
Aún así, el único problema que yo veo a la hora de trabajar con varias pantallas es decidir cuáles te acompañaran. Puedes optar por dos FullHD que actualmente están a muy buen precio, ir a por dos 1440p que en 27” formarían un conjunto muy interesante. O bien usar una ultrapanorámica de 34” como la de LG que ofrece todas esas ventajas de un mayor espacio horizontal. Es complicado decidir la opción ideal pero sí está claro que dos Full HD sería la más factible para todos.
Si el precio no es un inconveniente puedes optar por las pantallas que más te gusten. En lo personal me atrae mucho la LG 31UM97. Dos de estas sería muy top. Aunque para presupuestos más modestos dos Dell U2515H o Acer H257HU entre otras serían grandes soluciones.
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