Aunque las redes inalámbricas han conseguido facilitar el que podamos disponer de conexión en cualquier punto de nuestra casa sin necesidad de cables, a cambio traen un problema de seguridad. Si no utilizamos algún tipo de protección, cualquiera podrá conectarse a nuestra red.
Si esa es nuestra decisión no hay ningún problema, pero en muchos casos los usuarios no saben como activar esa protección y configurar sus dispositivos para que la utilicen. Wi-Fi Protected Setup o WPS (con confundir con el sistema de posicionamiento) es un estándar con el que se quiere facilitar la puesta en marcha de una red segura.
La idea de WPS no es la de añadir más seguridad a las redes, sino facilitar el uso de los mecanismos existentes, como WPA o WPA2, a los usuarios sin necesidad de utilizar complicadas claves o tediosos procesos de configuración.
Existen dos métodos básicos para el funcionamiento de WPS, aunque se han añadido un par más que, aunque no forman parte del estándar, pueden ser implementados por los fabricantes en sus productos, pero que no son de obligado cumplimiento.
El primero de ellos es la introducción de un PIN. En este, cuando se detecta un nuevo dispositivo Wi-Fi en la red, el punto de acceso (o un representante autorizado de este, como podría ser un ordenador con los permisos adecuados) nos pedirá el PIN del dispositivo.
Este PIN vendrá, normalmente, impreso en una etiqueta en el propio dispositivo. Una vez introducido ambos se configurarán para permitir el acceso de este dispositivo a la red de forma segura, utilizando alguna de los sistemas de cifrado, como WPA.
El segundo de los métodos es el PBC o Push Button Configuration, que facilita todavía más el proceso, pues solo requiere que se pulse un botón en el punto de acceso y otro en el dispositivo que queramos unir a la red.
Este método tiene un pequeño problema y es que cualquier dispositivo podría conectarse a la red durante el pequeño intervalo de tiempo en que se configura el acceso, es decir, durante un par de minutos después de que pulsemos el botón en el punto de acceso, por lo que el primero es más recomendable.
El método del PIN es obligatorio para cualquier dispositivo que esté certificado como WPS, mientras que el método del PBC es obligatorio para los puntos de acceso pero no para los dispositivos.
Como métodos adicionales (y opcionales) se puede implementar también uno basado en NFC, es decir, configurar el acceso a la red simplemente acercando el dispositivo junto al punto de acceso, o mediante USB, usando una llave USB para almacenar los datos de configuración.
Así que si queremos montar una red inalámbrica segura de forma sencilla, deberemos asegurarnos de que los próximos dispositivos que compremos estén certificados para WPS. La entidad de certificación nos ofrece una lista con todos los disponibles hasta el momento.
Más información | Wi-Fi.
�