ProtonMail es un servicio de correo cifrado que durante años ha presumido de privacidad, seguridad y cifrado de extremo a extremo entre otras ventajas. Las cosas sin embargo se pueden complicar con una orden judicial de por medio. Un arresto reciente de un activista francés tras ser desvelada su IP mediante ProtonMail muestra la delgada línea que puede haber entre privacidad y cumplir con la ley.
ProtonMail, con sede en Suiza, se vio obligado recientemente a desvelar la dirección IP de uno de sus usuarios. Ocurrió después de que las autoridades suizas lo pidiesen mediante una orden legal e imposible de apelar o rechazar. Este incidente no ha calado bien entre los usuarios de ProtonMail, aunque en realidad es relativamente común para ProtonMail y tienen una explicación para ello.
Hay un entramado importante detrás de todo esto. El activista francés arrestado estaba relacionado con una serie de protestas producidas en Paris durante el verano de 2020 contra la gentrificación de la ciudad. Los activistas ocuparon plazas y edificios de Paris y al parecer se organizaron utilizando una dirección de correo electrónico registrada en ProtonMail.
Según el medio francés Paris Luttes, las autoridades francesas trataron ed ar con quién estaba detrás de la dirección de correo electrónico. Sin embargo, no es posible de forma directa ya que ProtonMail opera y tiene todos sus servidores en Suiza. A través de Europol, organización con la que Suiza también colabora, pidieron a las autoridades suizas la identidad del usuario relacionado con dicha dirección de ProtonMail y su IP.
La orden emitida posteriormente por el Departamento Federal de Justicia de Suiza hizo que ProtonMail cumpliese con la ley. Así pues, desvelaron la dirección IP desde la que se operaba con el correo electrónico en cuestión. La orden además de no poder ser apelada, también impedía a ProtonMail avisar al usuario hasta que la investigación acabase.
Detalles del usuario sí, pero nada de acceso al correo
Tras la polémica creada, ProtonMail ha publicado un comunicado oficial tratando de aclarar algunos aspectos. En este comunicado explican que cumplen de forma objetiva con la ley de Suiza, ya que es donde operan como empresa y son las leyes a las que se deben atener. Dicen que este tipo de órdenes son más comunes de lo que parece, en su informe de transparencia muestran como durante los últimos años han recibido miles de ordenes.
Dicho esto, aclaran que una cosa es desvelar la identidad del usuario y otra muy distinta lo que tienen en sus correos electrónicos o la navegación mediante su VPN. Dado que el servicio es cifrado de extremo a extremo, es prácticamente imposible para ProtonMail (o cualquier otra entidad) leer los correos electrónicos. Es lo mismo que ocurre con WhatsApp por ejemplo. De hecho, no conocen la identidad del usuario como tal, simplemente los datos asociado a él como por ejemplo su IP, es trabajo de las autoridades averiguar más.
Por último, reflejan que se atienen estrictamente a las leyes suizas y no obedecen órdenes de otros países. Dada la independencia de Suiza de Europa y otros consorcios, sólo se deben regir por lo que Suiza exige. Otra cosa muy diferente es que Suiza pida los datos en nombre de autoridades de otros países, como ha sido este caso del activista francés.
La moraleja de esto probablemente sea que Internet no es tan anónimo como parece, por mucho que las compañías prometan privacidad al final se atienen a las normas del país donde operan. Para una anonimicidad mayor habría que irse a redes descentralizadas como Tor, aunque Europol ha avisado en el pasado que ahí también son capaces de rastrear con efectividad a los usuarios.
Vía | TechCrunch
Más información | ProtonMail
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