No falla: cada vez que entras a una nueva web, es muy probable que te aparezca en pantalla, de forma habitualmente molesta, el aviso de que dicha página utiliza cookies. A nada que navegues por la red, seguramente tu cabeza y tu dedo ya estén más que entrenados para aceptar el molesto mensaje sin siquiera pararte a leer lo que éste dice.
Pues bien: la Comisión Europea se ha dado cuenta por fin de que este tipo de avisos son contraproducentes y propone limitarlos como parte de una nueva regulación de protección de datos que, de ser aprobada por los Estados miembros, se adoptará el 25 de mayo de 2018. Pero ¿qué es lo que proponen en ella exactamente? En propias palabras de la Comisión:
"Simplificación de las normas sobre las «cookies»: Se racionalizará la denominada «disposición sobre cookies», que ha dado lugar a un exceso de solicitudes de autorización a los usuarios de internet. Las nuevas normas permitirán a los usuarios un mayor control de sus entornos y proporcionarán una vía fácil para aceptar o rechazar el seguimiento de «cookies» y otros identificadores en caso de riesgos para la privacidad."
La propuesta de la Comisión asegura que ya no será necesario pedir autorización para las cookies no relacionadas con la privacidad pero que sí "mejoran la experiencia en Internet", como, según los ejemplos que en ella se facilitan, las que permiten almacenar los carritos de compra o aquellas que se utilizan por parte de contadores o sistemas de estadística que quieren medir los visitantes de un determinado sitio web. Se reducirían así los casos en los que las cookies necesitan aprobación por parte del usuario.
¿Por qué este cambio? Desde la Comisión señalan cómo con el aviso de cookies no se ha conseguido el objetivo buscado, sino más bien el contrario: muchos usuarios aceptan sin leer o entender el texto y algunos proveedores se aprovechan para "colar" cookies u otras técnicas de seguimiento sin el consentimiento del usuario final.
¿El navegador tiene la última palabra?
"Los navegadores intermedian entre mucho de lo que ocurre entre el usuario y el sitio web. Desde esta perspectiva, están en una posición privilegiada para representar un papel activo para ayudar al usuario final a controlar la información desde y hasta el equipo."
Según la nueva Regulación propuesta por la Comisión, una de las posibles soluciones es que "a los usuarios finales debería ofrecérseles distintas opciones de privacidad" que les permita elegir entre el nivel de privacidad que desean: "alto (por ejemplo, nunca aceptar cookies)", "bajo (por ejemplo, siempre aceptar cookies)" e "intermedio (por ejemplo, rechazar cookies de terceros o sólo aceptar cookies directas)". Y según el organismo comunitario todo esto podría hacerse de forma sencilla desde el navegador, con el fin de reducir el "ruido" de peticiones.
Como una de las posibilidades mencionan que sería por tanto el navegador el que, durante la instalación del mismo, ofrezca la información al usuario de qué opciones tiene respecto a las cookies y le pida qué configuración general quiere utilizar. Además, deben permitir cambiar la configuración de forma sencilla en cualquier momento e incluso permitir, de forma temporal mediante el uso de una especie de lista de excepciones, el uso de las cookies de un determinado sitio web.
No está muy clara cuál será la implementación final de este cambio y merece la pena señalar que todavía se trata de una propuesta que el Parlamento y el Consejo tendrá que aprobar y que podría sufrir modificaciones significativas. La fecha objetivo de la Comisión es el 25 de mayo de 2018, día en el que el Reglamento general de protección de datos entrará en vigor.
Más información | Comisión Europea
Imagen | Avacados
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