Algo antes de que estallase la pandemia estuve en Madrid para una de las grabaciones de Xataka Live. Ya no vivo allí y aquello acaba a las tantas, así que hice noche en la capital. Cuando llegué al hotel junto a mi jefa —la final boss de Xataka— y pedimos hacer el check-in, el recepcionista me indicó que también tenía que firmar "esta hojita". Lo dijo como si fuera un trámite más, pero leí el DIN A5 y se me puso cara de emoji de la luna negra: ese documento era una autorización al tratamiento de mis datos por parte del hotel. Y solté la bomba: “Lo siento, pero esto no lo voy a firmar”.
Algo cortocircuitó en la cabeza del recepcionista durante un par de segundos, seguramente habituado al autógrafo servil que no hace preguntas. "Pero si solo es lo de la cesión de datos", replicó. "Claro, por eso mismo", le dije. Valoré durante un par de segundos si iba a pecar de inflexible, pero llegué a la conclusión de que esa autorización solo me podía ser útil si el hotel necesitaba llamarme a mi móvil por alguna urgencia o si me olvidaba de algo. Iba a pernoctar allí una sola noche y al día siguiente me marcharía a primera hora, así que si el hotel necesitaba comunicarse conmigo, me encontraría en mi habitación, y ya llevaría yo cuidado de no dejar ningún zapato bajo la cama cuando me fuese. Cualquier otro uso de mis datos iba a ser en beneficio del hotel, no del mío.
Mientras tanto, mi jefa miraba al suelo con cara de "esta película ya la he visto, sé cómo termina y no me gusta el final". El recepcionista puso una mueca de incomprensión, me dijo que "vale" y yo me fui a dormir pensando en que maldita la hora en la que se normalizó ir pidiendo mail y móvil para cultivar una base de datos gratuita a la que spammear.
Sirva esta anécdota para ilustrar la terrorífica época que nos ha tocado vivir en materia de privacidad. Los datos son el nuevo oro y esta guerra es de listillos frente a inocentes, de maliciosos frente a desinformados. "Firme aquí, solo es un trámite" para luego freír a la víctima a mensajes de texto y correos publicitarios, cuando no compartirlos con los primos de un tercero y perder el control. En la era de la economía de la atención, disminuir al máximo las notificaciones fútiles empodera al ser humano.
Una GDPR agridulce
La entrada en vigor de la GDPR hace casi tres años ha dejado un regusto amargo: nos ha librado a los usuarios de unas cuantas guarrerías por parte de ciertas empresas —no conviene olvidar que algunas, en lugar de adaptarse, directamente cerraron sus puertas, como Klout o Favstar, un síntoma pésimo—, pero dejar en manos de la sociedad civil la posibilidad de marcar una casilla que dé bastante manga ancha a las empresas para que usen sus datos con apenas unas reglas de juego no parece una contención suficiente.
Quizás la GDPR podría haber ido más allá que dejar los tratamientos de datos en manos de firmar una casilla que a menudo se presenta como imperativa y sobre la que apenas se ha informado
¿O es que alguien se ha preocupado de que esa sociedad civil esté lo suficientemente formada e informada como para tomar una decisión consciente? Pasó con las preferentes y hoy todo son lamentos. ¿Qué nos hace pensar que el final de esta película será diferente? En vez de dinero perderemos intimidad, pero esa intimidad también tiene un valor, y cada día mayor.
Ando yo subido a muerte al carro de la Unión Europea, su protección en materia de privacidad —estamos en el mejor territorio del mundo en este sentido— y su capacidad para hacer frente a los excesos de las grandes tecnológicas; pero si el otro día se le salió una rueda no pienso fingir que todo va bien. Hace-falta-algo-más.
Porque las leyes no se hacen únicamente para los ciudadanos eruditos y con formación en privacidad y protección de datos, se hacen para todos. Y una ley que implique dejar a voluntad del ciudadano si firmar o no firmar una casilla, si no está acompañada de una gran formación generalizada que haga entender las implicaciones de esa firma, es como una magdalena sin vaso de leche.
Este escenario está teniendo una consecuencia clara: empleados extendiendo hojitas que ni siquiera ellos terminan de entender a clientes que las entienden todavía menos para que todo siga -casi- igual que antes. Salvo cuando alguien hackea el sistema durante dos segundos negándose a firmar.
Cuando te piden todos tus datos pero ni siquiera eres cliente
No ha sido la única ocasión en que me he negado a firmar una de estas casillas, o directamente a dar mis datos. El patrón de insistencia e incomprensión es habitual. A principios de 2019 visité un gimnasio para ver sus instalaciones -solo quería verlas antes de decidir si me apuntaba o no- y al final de la visita me pidieron nombre, apellidos, fecha de nacimiento, DNI, correo electrónico, número de teléfono y dirección postal. Insisto: solo había ido a verlo. La conversación siguió así:
- Pero si no voy a apuntarme, quiero ver más gimnasios antes de decidir a cuál me apunto.
- Ya, pero es que tenemos que rellenar esta hojita cuando se lo enseñamos a alguien.
- Pero yo no quiero dar mis datos, ni siquiera me voy a apuntar seguro.
- Ya, pero es que lo hacemos así.
- Vale, pon que me llamo Juan Nadie y el resto de datos déjalos en blanco.
- No puedo, tengo que ponerlos.
- Mira, me voy a ir, no voy a dejar mis datos solo por haber visto el gimnasio y ni siquiera me habéis dicho antes que era obligatorio.
- Bueno vale, pues pongo que el cliente no ha querido dar los datos.
- Vale, me parece bien.
La semana siguiente volví a ese gimnasio, me acabé apuntando y di mis datos, claro. Durante el año en el que estuve allí me llegaban con frecuencia mensajes al móvil y mails de promociones. Me di de baja y me seguía llegando propaganda hasta que les pedí expresamente que eliminasen mi información de su base de datos. Ahora sé que seguramente no tengo por qué dar mi teléfono o mi correo a un gimnasio: como ocurrió con el hotel, tener esos datos ha ido en beneficio de la empresa, pero nunca del mío, que además estaba pagándoles la mensualidad y nunca me dieron ningún tipo de recompensa por aguantar su matraca comercial.
Estamos demasiado acostumbrados -usuarios y empresas- a compartir datos de los que sacan beneficio las empresas; pero no nosotros, los usuarios
Esto me ha ocurrido a mí, que soy consciente de que tengo una actitud minoritaria con estas situaciones. ¿Qué le espera al grueso de la población? Spam, notificaciones, distracciones que no hemos pedido ni queremos, nuestros datos en manos de a saber quién. Y son muchas empresas usando estas prácticas, con nada erótico resultado.
Empresas que quieren saberlo todo de nosotros —más allá de límites razonables— por pernoctar una noche en su hotel, visitar un gimnasio sin saber si nos apuntaremos o no o comprobar si hay cobertura de fibra en nuestra casa; para luego llamar nuestra atención con sus ofertas comerciales en el mejor de los casos, o para acabar compartiendo esa información con terceros en el peor.
Por eso, cuando uno se encuentra una empresa en la que se da de alta y le dicen "no te vamos a pedir que firmes nada para que tratemos tus datos, porque no vamos a hacer nada con ellos" le resulta tan agradable como una manta cálida un viernes de lluvia. Y de ahí no me voy ni a rastras.
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Pere Ubu
Si se ponen bordes lo mejor es inventarse los datos y reventarles la utilidad que puedan sacar de ellos.
Nombre y apellidos: Juan Carlos Primero Rey de Uganda
Año de nacimiento: 1311 AC
Lugar de nacimiento: Raticulín
Sexo: ¿el qué?
Ocupación: trapecista volador
Dirección: Rue del Percebe, 13
y así...
zarkos
Supongo que te molesta de la misma manera que nos molestan al resto las dichosas cookies, como la de esta misma web con sus cientos de asociados a los que se les facilitan datos y de los que no hay un botón directo de rechazar como en otros portales.
Así que lo siento, voy a rechazar todas vuestras cookies.
Usuario desactivado
Bueno, sin quitarte razón creo que parte del enfoque es erroneo. la GDPR ha sido un cambio para bien bastante obvio. Basta con comparar con el escenario anterior donde se usaban datos indiscriminadamente y como a día de hoy hay que pedir permiso para ello. Trabajo en una compañia que tiene muchisima relación con el tema de recogida de datos y el cambio ha sido brutal.
El simple hecho de que te hagan rellenar un formulario donde antes no te pedian nada ya hace saltar las alarmas de muchos. Obviamente hay que incidir tambien más en la formación de la ciudadania al respecto, pero sin olvidar que no es una labor unica de la administración que en estos casos tiene que luchar contra los intereses de las empresas privadas por recopilar cuantos más datos mejor, tambien podemos poner nuestro granito cada uno (como en parte estas haciendo con este articulo)
La recopilación de datos ha des er voluntaria e informada, aparte de no olvidar que en muchos casos puede ser tremndamente positiva tambien.
acerswap
La gente tiene muy poca consciencia de lo valiosos que pueden ser tus datos. Os voy a poner un ejemplo bien tonto.
Cada cierto tiempo, veo que en Twitter se hace Trending topic alguna de esas cadenas en las que se da información sobre uno, del tipo de rellenar formularios de:
- Edad
- Signo del zodiaco
- Comida favorita
- Mascota
- Otras preguntas "inofensivas".
¿Alguna vez os habéis parado a pensar qué clase de preguntas se hacen en las preguntas de recuperación de las páginas web?
Usuario desactivado
Y aquí se nombra solo el problema del spam. Pero el problema irá a mayores cuando el cruzamiento de datos permita a las empresas, incluso aunque firmemos con nombres falsos, saber con exactitud quiénes somos y lo que hacemos, lo que escribimos e incluso predecir nuestro comportamiento. Partidos políticos, sectas, aseguradoras, bancos, búsqueda de empleo... Años llevan recopilando todo, absolutamente todo.
Ey, pero nuestros datos no son importantes y a cambio tenemos muchas cosas "gratis".
Geardaron
Es lo que mas me molesta de los politicos/burócratas. Son unos ineptos a la hora de arreglar problemas del mundo real, la mayor parte de los casos los crean.
Anisótropo
Aunque no es lo mismo, me gustaría explicar algo que me sucedió que creo que puede que roce la ilegalidad.
Un día, me avisó la aplicación del banco Revolut sobre un pago de 15 euros que pensaban que podía tratarse de una estafa. Se trataba de una suscripción a Privicompras, un servicio por el que se pagan 15 euros mensuales por el beneficio de obtener ofertas para las compras de ciertos productos. Yo no recordaba haberme suscrito. Contacté con Privicompras, que, por cierto, tiene su sede legal en Suiza (¿qué raro que lo la tenga en España, con ese nombre?), y les pedí darme de baja. El pago lo rechacé y no llegué a pagar ni una sola cuota, gracias a Revolut.
Investigando, averigüé que me suscribí al comprar en Farmaciasdirect, una farmacia de Carlet, en Valencia, que tiene mucho éxito en la venta online. En una de las pantallas para realizar la compra, tienes de forma predefinida en alguna parte una casilla en la que aceptas suscribirte a Privicompras. Ni me di cuenta; imagínate si lo hacen mis padres. Supongo que ellos se excusarán en que es legal.
lolo_aguirre
Comparto lo de que debemos mirar los datos que le damos a las empresas. Sin embargo a veces rozamos la paranoia. Siempre desmarco la casilla de recibir información comercial, pero también entiendo que no parece extraño que un hotel me pida algún dato para ponerse en contacto conmigo. Porque yo no me voy a dejar ninguna zapatilla, pero si descubren que he roto algo o hay algún problema después de mi estancia veo lógico que quieran contactar conmigo. Y porque si tienen un programa donde tienen que meter mis datos para hacerme una factura deben tener mi consentimiento para grabar esos datos y procesarlos informáticamente. Por eso, usemos los datos con cabeza pero no nos emparanoyemos.
jlua
Me parece incomprensible la paranoia a la que algunos pueden llegar. Yo no he hecho nada ni ilegal ni vergonzante, por los que me da igual quien tenga mis datos personales. A mí, lo único que me preocupa es que metan la mano en el bolsillo, es decir, mis datos bancarios y similares. Esos sí que los tengo a buen recaudo. Y lo mismo con los datos de sanidad; pero de eso se encarga el estado, mayormente. Pero, bueno, cada cual que haga lo que estime conveniente
Yllelder
Si no me equivoco, todos los hoteles deben enviar cada mañana un registro a la guardia civil sobre qué gente se ha alojado en el hotel. Quizá por eso necesitan tus datos.
xlolx
Amén.
P.D. yo también estoy muy agusto en O2 sabiendo que no me van a llamar para nada ;)
nakasone
Si pides la hoja de reclamaciones cada vez que te piden los datos sin necesitarlos, en seguida se dan cuenta de que, en realidad, no necesitan tus datos.
mixrar
muchos no lo toman como la gran cosa, pero luego llega china y lo implementa de lleno en el pais, y ahi si dan el grito en el cielo
manuelcr
Sí, es cierto que se pasan con en tema de los datos.
Pero me preocupa más, como ya ha mencionado alguien, los datos que se recogen aquí para leer una noticia y que son pasados a terceros.
O aún más, los datos que Google recoge y usa de cada uno a través del uso de Chrome, que la inmensa mayoría utiliza habiendo hecho login con su cuenta, y que son mucho más preocupantes que darle tu email a un hotel.
Sin embargo, aún no he visto un artículo en Xataka que alerte de ello y explique a los lectores que harían mejor en no usar dicho navegador.
warp68
Tampoco tenías por qué dar tus datos al apuntarte al gimnasio, pero los diste…
petote
"ese documento era una autorización al tratamiento de mis datos por parte del hotel. Y solté la bomba: “Lo siento, pero esto no lo voy a firmar”."
Claro que si, guapi. Ya me dirás como cojones te van a sacar la factura entonces...
Has tenido suerte de que te dejaran dormir en el hotel porque tienen la obligación, por ley, de tomar los datos de todos los que se alojan y, evidentemente, sin tu consentimiento expreso, no lo pueden hacer.
mantuano
Pues cuidadito con los empleados públicos, que pueden vender tu info a quien se la pague, y sacarse unos sobresueldos.
A mi me ha pasado darme de alta en el censo municipal y recibir a continuación llamadas al movil preguntando por mi casero, cosa que solo puede haber salido de los impresos del censo.
jose.munozperez.5
Los datos del DNI para la policía y la dirección y datos personales para Hacienda. De eso no te libras.
Eso sí, única y exclusivamente para eso, durante el tiempo necesario y sin poder comunicarse contigo para nada.
Una cosa es dar tus datos necesarios y otra que los usen para Cosas distintas de lo que la ley les obliga.
antonioherreromartinez
Mucho cuidado con lo que se hace, que pasarse de listos puede llevar a problemas...
El GPDR tiende a muchos errores, y en algunos casos pueden no dejaros alojaros en el hotel. ¿Conocéis eso de "reservado el derecho de admisión"?
Los servidores de servicios tienen obligaciones que cumplir y los que hospedan gente tienen la obligación de registrar a todos sus huéspedes por si las autoridades competentes piden dicha información.
Si tu llegas y no les permites el tratamiento de tus datos, al no ser un derecho que tengas el alojarte en ese hotel, al tener ellos la obligación y al estar dentro de su política (la cual aceptas al contratar el servicio) bien te podrían haber dicho que allí NO duermes.
Claro esta, siempre que te pidan SOLO datos necesarios para la prestación del servicio y no el email, consentimiento para el envío de notificaciones y cosas así.
Así que mucho ojo, que esto no es, mis datos son míos y por lo tanto NO se los cedo a nadie porque puede ir (y en muchos casos debe ir) en vuestra contra.
PD: No os quede la menor duda que pese a que no se aceptará el tratamiento de datos, el hotel los ha tratado... al menos los que necesitara para dejarle alojarse... Situación ilegal? es posible... pero es lo que hay dado que no se han reformado todas las leyes a raíz ni del RGPD ni de la ley que la desarrolla y por lo tanto no están todos estos agujeros cubiertos ni mucho menos...
nino
Mucho hablas de que "eso es en beneficio de la empresa que recoge mis datos, no en el mío"
A ver, si la empresa en una de las comunicaciones comerciales que hace contigo a través del email (si es lista será uno o dos emails al mes, más es molestar) te ofrece algo con un buen descuento o una promoción que te convence como cliente...
¿acaso no te beneficias de dicha información? ¿esa empresa es malvada por intentar venderte sus productos y servicios?
Repito, si la empresa es lista debería de enviarte uno o dos emails al mes, y además ofrecerte promociones que sean exclusivas para su base de datos y no para el resto. Es decir, si tienen tu email obtienes la promoción, si no lo tienen no accedes a dicha promoción. Eso otorga cierta exclusividad y le da valor al hecho de que tengan tu email.
qué malvados, mira que querer venderme cosas esta gente, debería de darles vergüenza... pues como todos. Recibimos impactos publicitarios constantemente, en TV, prensa, internet, vallas publicitarias... no os veo maldiciéndoles por querer sacarte el dinero.
Un saludo.
freeipad
luego, vas en la reserva y das y ok a las cookies. Datos pillados. Eso si, no firmes en recepción
otario
La solución es fácil, no conectarse a Internet, no dar nada más que los datos imprescindibles en los sitios físicos donde los necesiten.
Si quieres Internet usa siempre una VPN, una cuenta de correo antispam, de pago naturalmente, que protejan tu anonimato.
Usa máquinas virtuales para poder borrar todo rastro, usa operadores que utilizan la misma IP para varios clientes, reinicia el modem con frecuencia.
Pero claro, queremos entrar a sitios como este para estar informados, gratis naturalmente, y sobre todo para criticarlos porque usan la información para poner anuncios, la cuenta de correo también gratis, que nos encuentren la información que necesitamos al instante, que nos muestren el camino para poder ir de un sitio a otro, en coche, en trasporte público, en bici... y por el camino más rápido, pero que nadie sepa por donde vamos y como nos desplazamos.
Así que te conviertes en lo que criticas, usas la información que han suministrado otros en tu beneficio, y naturalmente te quejas de que los demás hagan lo mismo. ¿Acaso no te gusta que Google Maps te muestre el camino más rápido para ir de un sitio a otro?, o saber que tal es un restaurante, o que cosas visitar en un determinado sitio. Si, todas esas cosas que buscas con tu móvil cuando viajas.
Es el quiero, quiero, quiero, quiero... yo, yo, yo...
Y no, no me gusta que me pregunten datos que no necesitan, pero tampoco me quejo cuando veo un anuncio en un sitio como este. De alguna forma tienen que obtener ingresos para mantenerlo, porque supongo que a todos os gusta que os paguen por vuestro trabajo.