Las herramientas de código bajo o sin código, tales como los editores de arrastrar y soltar o los generadores de código, van a permitir que para 2024 el 80% de los productos y servicios digitales sean creados por personas que no saben programar, según las estimaciones de la consultora tecnológica Gartner.
Las investigaciones de esta compañía con sede en Stamford, Estados Unidos, señalan que la pandemia ha acelerado el desarrollo de las herramientas de código bajo, enriqueciéndolas con avances en inteligencia artificial y machine learning que ayudarán a automatizar y mejorar muchos de los aspectos del desarrollo de software, motivo por el que estiman que en unos tres años la creación de productos y servicios digitales ya no estará de forma mayoritaria en manos de profesionales de la tecnología.
“El crecimiento de los datos digitales, las herramientas de desarrollo de código bajo y el desarrollo asistido por inteligencia artificial se encuentran entre los factores que permiten la democratización del desarrollo tecnológico más allá de los profesionales de TI”, explica Rajesh Kandaswamy, vicepresidente de investigación de Gartner, en una nota de prensa.
Según las investigaciones de la consultora estadounidense, el número de personas que realizarán tareas como configurar y personalizar sus analíticas, monitorizar el inventario o automatizar procesos productivos de la empresa a partir de herramientas de código bajo en la nube, como las que ya ofrecen Amazon, Microsoft o IBM, entre otras, va a aumentar considerablemente en los próximos años.
El estudio señala que en la actualidad estas herramientas de código bajo no tienen un grado de madurez suficiente como para abarcar un porcentaje tan alto de la creación de productos y servicios digitales, pero asegura que la aceleración de la digitalización que ha potenciado la pandemia de coronavirus hará posible la rápida consolidación y simplificación de estas aplicaciones que podrá usar cualquier persona sin conocimientos de programación.
Por ello, Gartner considera que las empresas de tecnología deberán centrarse en los próximos años en proporcionar herramientas de código bajo a sus clientes, para que sean estos los que creen sus propios productos y servicios digitales en función de sus necesidades. “Los proveedores de tecnología deberán extender su abastecimiento de ideas y desarrollo tecnológico a nuevas comunidades, ya sean las que se basan en el desarrollo ciudadano, a sus propios clientes o a otras fuentes”, señala Kandaswamy.
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