Dell Technologies venderá su división de servicios en la nube, Boomi, a dos firmas de capital de riesgo, Francisco Partners y TPG, por un monto que ronda los 4.000 millones de dólares. La transacción, que se hará efectiva a finales de 2021, ha sido anunciada sólo unas semanas después de que se conociese el acuerdo al que llegó el fabricante informático con VMware para que esta última volviese a ser independiente, una operación que reportará a las maltrechas arcas de Dell otros 9.500 millones de dólares, aproximadamente.
Y es que Dell arrastra desde hace varios años una deuda que, según el balance de resultados de la compañía, ascendía a más de 40.000 millones de dólares en febrero de 2021, buena parte de ella derivada de la compra en 2015 de EMC por 67.000 millones de dólares. Una transacción que, hasta la fecha, sigue siendo la más abultada entre empresas tecnológicas de la historia.
De esta forma, con la separación de VMware y la venta de Boomi, el fabricante estadounidense se desharía de una parte importante de su deuda, aunque sus números rojos seguirán siendo importantes.
Boomi es una empresa especializada en la integración de datos y procesos en la nube, un servicio conocido como iPaaS (integration platform as a servive). Fue adquirida en 2010 por Dell en una operación de la que no se compartieron cifras económicas.
Dell se centra en su negocio original
Después de que algunas de sus inversiones en empresas de software no hayan salido todo lo bien que esperaba, las recientes operaciones de VMware y Boomi parecen apuntar a que Dell va a retomar la senda del hardware que la llevó a convertirse en un gigante tecnológico que durante años fue uno de los principales vendedores de ordenadores del mundo.
La coyuntura es favorable para ello. La pandemia de coronavirus ha aumentado considerablemente la demanda de ordenadores, portátiles y periféricos, y Dell ha experimentado en sus propias carnes ese incremento: sus ingresos por la venta de estos equipos rozaron los 14.000 millones de dólares en el cuatro trimestre de 2020, según datos de la compañía.
Asimismo, en 2020 el fabricante estadounidense batió su propio récord en venta de ordenadores al distribuir 50,3 millones de unidades, un 8% más que en 2019.
De esta forma, parece que los planes de Dell para el futuro inmediato pasan por reforzar la línea de negocio que les llevó a la cumbre y retroceder en sus estrategias de diversificación, aprovechando el considerable aumento en la demanda de equipos informáticos impulsada por la pandemia y la extensión del teletrabajo, el trabajo híbrido y la educación a distancia.
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