¿Cómo se está preparando la vuelta a la oficina por parte de las empresas? Los resultados de una encuesta de Future Forum (un consorcio de empresas, liderado por Slack, en el que desarrollar una forma de trabajo flexible, inclusiva y conectada) muestra que de forma muy desconectada entre directivos y empleados.
Dos de cada tres directivos creen que está siendo “muy transparente” a la hora de diseñar las políticas post pandémicas, pero, al mismo tiempo, reconocen que a la hora de diseñar este regreso tiene en cuenta muy poco o nada la opinión de los empleados.
Los directivos quieren volver
La encuesta ha sido realizada entre 10.569 trabajadores en los EE.UU., Australia, Francia, Alemania, Japón y el Reino Unido. Una de las conclusiones más llamativas es hay una diferencia abismal en el deseo de volver (o no) a la oficina en función del rol que se tiene.
De aquellos que siguen trabajando de forma remota, casi la mitad de los directivos (44%) quieren volver a ella todos los días, frente al 17% del resto de los empleados. Es decir, que por cada empleado que quiere volver, hay 2,5 directivos que también quiere hacerlo.
De esos ejecutivos que desean volver al trabajo, tres de cada cuatro quieren ir de tres a cinco días a la semana. Una opción elegida por solo el 34% de los empleados.
Directivos más satisfechos
La encuesta también encuentra que la satisfacción laboral de los directivos es un 62% mayor que la del resto de empleados. Curiosamente, esta mayor satisfacción viene dada por índices más altos en cuestiones de flexibilidad (+ 51%), sentido de pertenencia (+ 52%), conciliación (+ 78%) y estrés y ansiedad relacionados con el trabajo (+ 114%).
Además, el informe pone de relieve que la flexibilidad laboral es, cada vez más, un factor de peso para los empleados. De hecho, entre los trabajadores que manifiesta una baja satisfacción con sus niveles actuales de flexibilidad en el trabajo, el 71% está abierto a nuevas oportunidades.
La gran desconexión
El informe Future Forum Pulse habla también de que se está produciendo una Gran Desconexión entre directivos y empleados, después de lo que se conoce como la Gran Renuncia.
La encuesta asegura que a los ejecutivos “les está yendo mucho mejor que los mandos intermedios y los colaboradores individuales” en casi todas las medidas analizadas: desde la experiencia de los empleados hasta las percepciones y las preferencias. Además, los datos muestran que existe un gran abismo entre las expectativas de los empleados y las políticas impuestas por los ejecutivos.
Así, los directivos confían en que las políticas posteriores a la pandemia que están implementando serán del agrado de los empleados (el 94% de los ejecutivos encuestados tiene al menos una "confianza moderada" de que estas nuevas normas coinciden con las expectativas de los empleados, y el 59% tiene "mucha confianza").
Por su parte, los empleados demandan flexibilidad en el lugar (76%) y en el tiempo (93%) de trabajo. Unos datos que no han cambiado en los últimos seis meses.
Qué provoca la gran desconexión
El informe también indaga sobre cuáles son los factores que están propiciando esta gran desconexión entre directivos y empleados. Según sus conclusiones, estas razones son:
- Experiencias dispares: cuando las empresas han ordenado la vuelta a la oficina, la "satisfacción general con el entorno laboral" de los ejecutivos aumentó un 3%, mientras que la satisfacción de los empleados no ejecutivos cayó un 5% con respecto a los resultados de la encuesta de junio de 2021.
- Sesgo de confirmación: los directores ejecutivos reconocen que las políticas de la fuerza laboral son fundamentales para el negocio; por lo tanto, la mayoría de los directores ejecutivos (69%) lideran personalmente el proceso de planificación. Sorprendentemente, los jefes de recursos humanos están liderando el proceso en solo el 3,1% de las empresas.
- Falta de transparencia: Dos de cada tres ejecutivos (66%) creen que están siendo "muy transparentes" con respecto a sus políticas de trabajo remoto después de la pandemia, pero menos de la mitad de los trabajadores (42%) lo ve así. Además, mientras que el 81% de los ejecutivos dice que el liderazgo de su empresa es "transparente en cuanto a compartir nuevos desarrollos que afectan a la empresa", solo el 58% de los empleados está de acuerdo.
El nuevo rol de las oficinas
Por último, cabe señalar que el informe asegura que la oficina no está muerta, pero sí que debe replantearse su función y que la sede principal de cada negocio es ahora virtual.
Por eso, recomienda a los directivos a reconsiderar el uso del espacio físico de la oficina hacia entornos que fomenten intencionalmente la colaboración y la conexión entre colegas remotos y que comparten el mismo sitio, al tiempo que conservan algo de espacio para el trabajo individual.
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