He visitado ‘Hysteria in Boothill’, la primera atracción de realidad mixta en un parque temático. Ojalá más así

  • La experiencia surge fruto de la colaboración entre PortAventura World y Spatial Voyagers

  • ‘Hysteria in Boothill’ combina elementos reales y virtuales en tiempo real gracias al poder de la computación espacial

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar PortAventura Park para probar la primera experiencia de realidad mixta en un parque temático a nivel mundial. Habiendo utilizado con anterioridad dispositivos como las Meta Quest o las Vision Pro de Apple me hacía una ligera idea de lo que me esperaba, pero la experiencia me sorprendió bastante más de lo que me imaginaba en un primer momento.

‘Hysteria in Boothill’ nos traslada al lejano Oeste para vivir una aventura paranormal usando las Meta Quest 3, las gafas de realidad mixta que Meta lanzó al mercado en octubre del año pasado. El proyecto surge fruto de la colaboración entre PortAventura World y Spatial Voyagers, una compañía española con más de diez años de trayectoria en la creación de contenidos y aplicaciones de realidad virtual y realidad aumentada.

Durante el recorrido vamos equipados con las Meta Quest 3 y unos auriculares

‘Hysteria in Boothill’ mezcla efectos y personajes virtuales con el mundo real gracias a la tecnología de las Meta Quest 3: al mirar a nuestro alrededor veremos a las personas con las que estamos compartiendo la aventura (está pensada para vivirla en grupos de hasta seis personas) y la estancia en la que nos encontramos en cada momento, pero también veremos cosas que en realidad no están ahí (o eso esperamos).

Foto de la casa de la familia McGregor. Imagen: PortAventura World

Nada más llegar al lugar en el que se desarrolla la historia me sorprendió mucho lo que han montado en el parque. Sabía de antemano que no iba a probar un juego en realidad virtual, pero no me imaginaba el nivel de detalle y las dimensiones de la casa en la que transcurre la experiencia: ‘Hysteria in Boothill’ se desarrolla a lo largo de una superficie de 200 metros cuadrados perfectamente ambientada. Todas y cada una de las estancias que recorremos durante la historia están decoradas con todo tipo de objetos y detalles que contribuyen de forma muy positiva a generar una atmósfera inquietante.

Al contrario que lo que suele ocurrir con los juegos en realidad virtual, en ‘Hysteria in Boothill’ no tuve la sensación de estar aislado o sumergido en un mundo virtual: las Meta Quest 3 nos abren la puerta a la historia que tiene lugar entre las paredes de la casa, pero muy pronto me olvidé de que las llevaba puestas. Una de mis preocupaciones era que no pudiese disfrutar al completo del recorrido al llevar gafas graduadas, pero esto no supuso problema: las Meta Quest 3 pueden utilizarse con gafas sin mayores inconvenientes.

Foto del salón de los McGregor, donde tiene lugar la sesión de espiritismo. Imagen: Xataka

El recorrido comienza con una sesión de espiritismo que tiene lugar en el salón de la antigua casa de los McGregor, una familia del pueblo de Penitence que desapareció hace diez años en extrañas circunstancias. Nada más entrar en la casa nos recibe la antigua criada de la familia, que nos pone en situación y nos prepara para lo que viviremos a lo largo de los próximos minutos. Tras recorrer el largo pasillo de entrada llegamos a una estancia en la que nos equipamos con las Meta Quest 3, unos auriculares y una capa antes de pasar al salón principal, donde la médium Madame Bladsky tratará de contactar con los espíritus de la familia para esclarecer las circunstancias que rodean a su muerte.

La atracción se encuentra situada en el área de Far West de PortAventura World y está sujeta al pago de un suplemento de siete euros sobre el precio de la entrada al parque. Es cierto que el hecho de tener que pagar un extra puede echar para atrás a algunos, pero no me marcharía de PortAventura sin pasar por la casa de los McGregor. La duración aproximada del recorrido es de algo menos de 10 minutos que se pasaron más rápido de lo que me habría gustado, pero pienso que merece la pena y es una oportunidad única de probar algo muy distinto a lo que normalmente encontramos en un parque temático.

La casa de los McGregor está perfectamente ambientada y llena de detalles que ponen los pelos de punta. Imagen: Xataka

‘Hysteria in Boothill’ es una muestra de las posibilidades de la computación espacial

A nivel tecnológico, ‘Hysteria in Boothill’ supone un reto importante. Los sensores y las cámaras de las gafas de Meta permiten reconocer las paredes, el suelo y todo lo que nos rodea en cada momento: esto hace posible que donde hay una silla veamos un fantasma o que alguien aparezca de repente a escasos centímetros de nosotros.

Dado que la compañía responsable del proyecto sabe el punto exacto en el que se encuentra cada miembro del grupo a lo largo del recorrido, hay situaciones que ocurren a la misma vez para todos y otras que tienen lugar cuando cada uno llega a un punto determinado. Spatial Voyagers evita así que nos perdamos algo relevante si estamos recorriendo un pasillo y vamos los últimos, por ejemplo.

Algo que conviene tener en cuenta es que no es una experiencia de terror. Es cierto que ‘Hysteria in Boothill’ logra crear una atmósfera inquietante gracias al uso del decorado, de la música y del poder de la sugestión, pero no estamos ante una atracción de terror como algunas de las que encontramos en el parque. En lugar de ello, se trata de una aventura de misterio en la que nos llevaremos algún que otro susto a medida que recorremos las diferentes estancias de la casa y descubrimos los detalles relacionados con la desaparición de los McGregor. Por este motivo, ‘Hysteria in Boothill’ es una atracción ideal para experimentar en familia.

No entraré demasiado en detalles sobre lo que vemos a lo largo del recorrido para no estropear el factor sorpresa, pero hubo momentos que me sorprendieron bastante. Por ejemplo, en un punto del recorrido salimos brevemente al exterior y sentimos una corriente de viento que nos hace pensar que estamos al aire libre, cuando en realidad seguimos estando en un interior. La sensación estaba muy lograda y pienso que detalles como este ayudan a meternos en la historia y contribuyen de forma muy positiva a la sensación de inmersión.

El uso de la realidad mixta en un parque temático tiene mucho potencial por delante

Durante nuestra visita se destacó el hecho de que estamos ante la primera experiencia de realidad mixta en un parque temático en todo el mundo y se habló acerca del potencial que ofrece esta tecnología: aunque el recorrido se plantea a día de hoy en una nave de 200 metros cuadrados, en un futuro podrían ofrecerse experiencias similares en edificios de varias plantas e incluso exteriores.

Imagen: PortAventura World

Andreu Tobella, director digital de PortAventura World, ha apuntado que “con este estreno, reafirmamos nuestro compromiso con la innovación y el entretenimiento, ofreciendo a sus visitantes experiencias únicas e inolvidables”.

A su vez, Edgar Martin-Blas Méndez, CEO de Spatial Voyagers, explica que “el reto propuesto por PortAventura ha sido muy grande ya que la escala real-virtual a la que se proyecta esta experiencia no se había realizado antes. Por un lado la parte técnica para hacer sentir al usuario que los elementos virtuales son casi físicos y ‘están allí’; y a la vez la parte narrativa, para que todo tenga sentido y sensación de sorpresa continua. Estamos encantados con esta colaboración y por lo que supondrá para el futuro del entretenimiento”.

‘Hysteria in Boothill’ demuestra el interés de PortAventura World en seguir explorando nuevas oportunidades de entretenimiento

Tras el recorrido tuvimos la oportunidad de charlar con el equipo de Spatial Voyagers, que nos habló acerca de los retos a los que se enfrentaron durante el desarrollo. Algo que me pareció interesante es que llegado un momento decidieron añadir una especie de luz blanca que va flotando por la estancia para que en todo momento sepamos qué camino seguir y no nos perdamos. Además, el equipo fue modificando la historia en base al feedback recibido para hacerla más fácil de entender: originalmente había dos posibles finales, pero finalmente se decantaron por ofrecer un único desenlace.

Ofrecer una atracción totalmente nueva gracias al poder de la computación espacial es complicado y aquí es necesario destacar el mérito de Spatial Voyagers, la compañía detrás del proyecto. Pienso que ‘Hysteria in Boothill’ puede atraer especialmente a todos aquellos aficionados al mundo de los videojuegos y de la tecnología, aunque también sorprenderá a quienes nunca hayan usado dispositivos como las Meta Quest 3. De hecho, el recorrido será más impactante en ese caso. Sin duda, merece mucho la pena.

Imagen de portada | PortAventura World

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