Los paneles micro-OLED de estas gafas de realidad mixta tienen una resolución de 3.660 x 3.200 píxeles, según iFixit
La experiencia que nos proponen con contenido cinematográfico es lo que más me ha gustado de las Vision Pro
Mis expectativas antes de probar las gafas de realidad mixta de Apple eran muy moderadas. Mi experiencia con otros dispositivos de realidad virtual o realidad aumentada hasta ahora no ha sido totalmente satisfactoria, entre otras razones, porque me mareo con cierta facilidad. No he tenido la oportunidad de probar ni mucho menos todos los dispositivos de este tipo que podemos encontrar en las tiendas, pero ninguno de los que he utilizado hasta ahora me ha gustado lo suficiente para plantearme con seriedad comprarlo.
Las gafas de realidad mixta de Apple tampoco. Su precio (el modelo con 256 GB de almacenamiento cuesta 3.499 dólares) las coloca definitivamente fuera de mi alcance, pero esta no es la única razón por la que después de probarlas con bastante calma no me las compraría. Tengo que reconocer que mi primera reacción cuando me las puse y terminé de ajustarlas correctamente fue de sorpresa. La inmersión que nos proponen es profunda y el control es preciso gracias a una tecnología de seguimiento de los ojos muy bien resuelta.
Sin embargo, a pesar de lo impactantes que me parecieron durante los primeros minutos de prueba (reaccioné de forma natural en varias ocasiones con expresiones de sorpresa) solo uno de los escenarios de uso para los que nos las propone Apple me convenció plenamente. No las utilizaría para trabajar en mi día a día. Tampoco para escuchar música habitualmente. Y creo que no recurriría a ellas para jugar. Sin embargo, sí las utilizaría para ver cine y series. Este es el escenario de uso en el que a mí las Vision Pro me parecen irresistibles.
Un vistazo a sus matrices micro-OLED
Apple suele ser algo reservada cuando publica las especificaciones de sus dispositivos, y con las Vision Pro ha seguido el mismo camino de siempre: ha compartido con los usuarios algunos datos interesantes acerca de los paneles micro-OLED de sus nuevas gafas de realidad mixta, pero ni mucho menos todas las especificaciones. Sabemos que sus matrices orgánicas aglutinan 23 millones de píxeles y que su pixel pitch es de 7,5 micras (este parámetro mide la distancia en milímetros que hay entre el centro geométrico de dos subpíxeles del panel que reproducen el mismo color primario).
También sabemos que, según Apple, estas matrices micro-OLED son capaces de cubrir el 92% del espacio de color DCI-P3 (es una buena cifra, pero no es un dato impresionante), y que pueden trabajar a una frecuencia de refresco de 90, 96 y 100 Hz. Sin embargo, no conocemos el tamaño exacto de cada panel, por lo que no sabemos cuál es su resolución, y tampoco su densidad de píxeles. Afortunadamente, tenemos los datos que nos entrega iFixit. Según esta comunidad global de reparación de dispositivos cada panel micro-OLED de las Vision Pro tiene una resolución de 3.660 x 3.200 píxeles, por lo que nos entregan una densidad de 3.380 píxeles por pulgada. Esta sí es una cifra impresionante.
Con contenido cinematográfico sí me convencen, aunque tienen una gran limitación
Adoro el cine, y la posibilidad de disfrutar mis películas y series favoritas en las Vision Pro me entusiasma. En mi opinión su densidad de píxeles es suficiente para que a pesar de lo cerca que están las matrices micro-OLED de nuestros ojos no percibamos los píxeles individuales y no se rompa la sensación de continuidad de las imágenes. Punto para el dispositivo de Apple. Por otro lado, su reproducción del color es muy convincente.
Estas matrices orgánicas no reproducen los tonos con el nivel de saturación que nos propone la mayor parte de los televisores OLED. Tampoco nos entregan un nivel de brillo subjetivo equiparable al de un televisor mini-LED prémium. Sin embargo, y para mí esto es muy importante, reproducen las imágenes con una estética muy cinematográfica. Estoy convencido de que los ingenieros de Apple han calibrado minuciosamente los paneles micro-OLED para conseguir este efecto.
Por otro lado, la sensación de inmersión que nos garantizan las Vision Pro es espectacular. La rueda infinita alojada en la parte superior de su extremo derecho nos permite bloquear completamente las imágenes procedentes de nuestro entorno siempre que prefiramos aislarnos de él completamente. Creo que para ver cine y series es lo ideal, y en estas condiciones realmente tienes la sensación de que estás situado a cuatro o cinco metros de una pantalla de cine de aproximadamente 600 pulgadas. De verdad, es una auténtica gozada.
Además, su sonido no está nada mal. No me parece impresionante y definitivamente en mi opinión no está a la misma altura que su calidad de imagen, pero tiene un nivel de detalle más que suficiente y alcanza un nivel de presión sonora notable. En cualquier caso, no debemos pasar por alto que las Vision Pro nos ofrecen una experiencia estrictamente personal. Son apetecibles para una persona que disfruta viendo sus películas y series en soledad, pero no para quien suele hacerlo con la familia o los amigos. Es una limitación importante y merece la pena que no la pasemos por alto.
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