Primero se habló de gafas al estilo de Google Glass y finalmente terminó siendo un casco de realidad virtual. Parecía claro que Samsung quería ponerno algo delante de los ojos y no sus televisores sino algo más cercano e inmersivo. Finalmente tras rumores y una exclusiva antes de su lanzamiento ya es oficial: Samsung Gear VR.
Resulta curioso que Samsung decida meterse en un mundo como este pero si nos paramos a pensar en la repercusión que está teniendo gracias a Oculus Rift está claro que la realidad virtual ha venido con fuerza y, ojo, la empresa adquirida por Facebook no es la única capaz de hacer un buen casco de estas características. Atención a los coreanos porque su Gear VR promete ser un accesorio muy interesante.
Un casco de realidad virtual muy real
No era casual que John Carmack estuviera en la presentación de Samsung el día tres. ¿Oculus desarrollando para la competencia? No exactamente pero Oculus Rift ha trabajado con los coreanos para hacer realidad este accesorio para el Samsung Galaxy Note 4. Resulta curioso verlos juntos porque ambos son rivales y sus aproximaciones son muy parecidas entre sí.
Cuando cogemos Samsung Gear VR sorprende por lo ligero que es. No hemos colocado todavía el teléfono pero la sensación que transmite es bastante buena. Carcasa de plástico y un diseño que ya conocíamos. Visor frontal, diadema trasera y una goma elástica en la parte superior para sujetar todo el conjunto. El dispositivo es muy cómodo cuando lo tenemos puesto y no es molesto. El ángulo de visión es de algo más de 90 grados y la experiencia es completamente inmersiva.
En la parte del visor tenemos una pieza de plástico que se quita y donde engancharemos el Samsung Galaxy Note 4 a un puerto USB. Sencillo, con un conector robusto y que no se mueve en absoluto gracias a una pieza que sujeta el móvil en el extremo superior. En la parte superior de las gafas tenemos una rueda que nos sirve para calibrar la imagen. Perfecto para miopes como yo, olvídate de usar el casco con gafas, es imposible.
En uno de los laterales tenemos un pad táctil que nos servirá para hacer diferentes funciones así como un botón para volver atrás y dos para ajustar el volumen. Están bien implementados, la navegación por los diferentes menú es muy sencilla y muy intuitiva. No hemos tenido problema para movernos por la interfaz ni para ejecutar aplicaciones como los juegos.
Nos ponemos el casco y lo primero que hago es calibrarlo para poder verlo correctamente. Aquí he de decir que estoy sorprendido con lo bien que se ajusta porque en uno de los ojos tengo muchas dioptrías mientras que en el otro apenas tengo. Rápido me olvido de que no llevo gafas y empiezo a moverme por los diferentes menú.
Entre las opciones aparece una demo de naves espaciales muy parecida a la que había en Oculus. Nada que no conociera pero es una buena piedra de toque para hacer una comparación. El headtracking es bastante ágil y el retraso entre el movimiento y la imagen apenas se aprecia. Está presente (Samsung dice que es menor a 20 milisegundos) pero en ningún momento ha sido un impedimiento.
En lo que respecta a la resolución Samsung aprovecha muy bien montar un panel WQHD para ofrece dos imágenes estereoscópicas al mismo tiempo con muy buena definición. Es cierto que no tiene el toque de nitidez de una imagen full HD plana pero la sensación es muy buena. Con una demo de vídeo con rotación libre se puede comprobar que Samsung ha hecho los deberes. Muy bien trabajado porque es capaz de crear algo de valor y estar a la altura de la competencia.
Un modo muy interesante del Gear VR es poder utilizar la cámara del móvil para ver como si fueran nuestros ojos con un menú de realidad aumentada para abrir las diferentes aplicaciones. Muy resultón y, de nuevo, demostrando que el hardware del Note 4 es todo un portento. La experiencia probándolo ha sido muy positiva pero hay algún que otro pero.
Por un lado está lo relacionado con la autonomía. El casco no tiene ningún conector de carga USB y aunque el hecho de usar el teléfono en vez de crear un dispositivo con todo integrado tiene muchas ventajas pero también el inconveniente de que estamos usando la batería de nuestro móvil y no de un gadget dedicado a realidad virtual.
Luego tenemos todo lo relacionado con el software. A nivel de hardware poco se le puede achacar ya que Samsung ha logrado crear un buen casco de realidad virtual partiendo del Galaxy Note 4. Queda por ver si contará con suficientes aplicaciones y contenido para ser atractivo. De quedarse solo en las demos y un catálogo de poco contenido, apenas tendrá recorrido.
Samsung se mete de lleno en la realidad virtual
Al contrario de lo que le puede pasar con otras categorías donde parece que todavía no ha terminado de atinar con la fórmula, con la realidad virtual se ha estrenado con muy buen pie. Un accesorio muy atractivo donde utilizar un móvil es un acierto aunque, como vimos con la batería, le da también algunos problemas, especialmente en el precio.
Es decir, si nos interesa como casco de realidad virtual eso nos obliga a que tengamos que hacernos con el Note 4 por lo que la inversión es mayor que si nos hiciéramos con el último SDK de Oculus Rift. Es un buen valor añadido para los que tengan pensados hacerse con el móvil porque técnicamente han logrado llegar a un nivel de calidad muy bueno.
Veremos si con el software logran darle continuidad al proyecto y no quedarse estancados porque tienen un buen planteamiento. De este modo el tablero se queda con Oculus Rift, Sony Playstation y Samsung. Habrá que seguirle la pista y ver si los coreanos se animan a comercializarlo y darle un buen empujón. De momento su coletilla "Innovators Edition" no deja claro si es un dispositivo para desarrolladores o bien quieren recalcar su naturaleza pionera.
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