He cambiado mi Apple Watch por una pulsera inteligente de menos de 50 euros. No echo (casi) nada de menos

En tecnología, a veces, menos es más. Y la Xiaomi Smart Band 9 Pro es un buen ejemplo

Img 1758
15 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

No, no me he vuelto loco, pero el título que acabas de leer es real. Llevo usando el Apple Watch desde el lanzamiento del Apple Watch SE en 2021, y considero que no hay debate alguno sobre este dispositivo. Es el mejor reloj inteligente del mercado, y lo seguirá siendo hasta que WearOS logre superar a WatchOS, algo que no sucederá en el corto plazo.

De hecho, hasta hace poco estuve usando el Apple Watch Ultra 2, y es el reloj inteligente más espectacular que jamás he utilizado. La pantalla es brutal, el rendimiento es increíble, y a nivel estético es una pieza de lujo.

"Clínicamente aceptable". Pero las necesidades tecnológicas no solo entienden de qué es lo mejor. En mi opinión, el mejor producto tech es el que mejor se adapta a las necesidades del usuario, y la batería del Apple Watch empezaba a ser demasiado incompatible con mi ritmo de vida.

Dado que a nivel de precisión el Apple Watch es de los pocos que logra ser "clínicamente aceptable", y que salir de su ecosistema se traducía en perder fiabilidad, no me importaba demasiado apostar alternativas mucho más económicas. La precisión iba a convertirse en algo simplemente aproximado, algo que también me serviría.

La candidata. Tenía por casa una Xiaomi Smart Band 8 Pro, un dispositivo bastante reciente. A día de hoy, se vende por unos 60 euros en Amazon y 49,99 euros en la página oficial de Xiaomi, por lo que no merece la pena: su hermana más moderna, la Xiaomi Smart Band 9 Pro, se vende a casi el mismo precio.

La clave aquí era apostar por un dispositivo económico: si iba a renunciar al Apple Watch no tenía demasiado sentido irme al mejor reloj con WearOS de 400 euros. Sigo teniendo un Apple Watch SE casa que funciona perfectamente, quería algo económico, que hiciese lo justo, y con una batería que durase.

Lo que he ganado. Vaya por delante que la autonomía del Apple Watch tiene su razón de ser. Se critica bastante que solo dure un par de días, pero es de los pocos sistemas operativos realmente completos, prácticamente una versión de iOS en miniatura. Los dispositivos que tienen autonomías de más de una semana lo hacen con sistemas muy, muy simples, por más apps que tengan.

Pese a ello, uno de mis puntos de interés con los relojes inteligentes es la medición de sueño, para mejorar mis hábitos con el mismo. Podía establecer una rutina de carga diaria con el watch para medir sueño cada noche. Pero seré sincero, no estoy dispuesto a hacerlo, sería demasiado tedioso.

Con la Smart Band 8 Pro he ganado mucha, mucha autonomía. Me dura cerca de una semana con todo activo: sueño, oxígeno en sangre, ritmo cardíaco y estrés. Es un dispositivo mucho más simple, y la batería lo acaba notando.

Otro punto positivo es una de las críticas que más le hago al Apple Watch: la app central. En iOS, todo se desglosa entre la app Salud, la App Watch, Fitness... Todo funciona de 10, pero en lo personal no me agrada demasiado que todo esté tan desglosado.

La app Mi Fitness aglutina todo: nada más abrirla echo un ojo a cómo he dormido, mi ritmo cardíaco medio, datos de la pulsera, pasos dados, calorías, tiempo de pie...

Lo que he perdido. Hay tres puntos claves a perder cuando pasas de un Apple Watch a un reloj o pulsera económica: pagos NFC, llamadas, precisión y calidad en las apps/notificaciones. Vayamos por pasos.

El tema de los pagos no me importa lo más mínimo. Siempre pago con el móvil. El tema de las llamadas más o menos igual. Alguna vez he atendido una llamada con el Watch cuando iba montando en la moto, pero en el resto de situaciones no suelo usarlas -aunque he de admitir que la calidad de llamadas del Apple Watch es sorprendente-.

Respecto a la precisión, pasa algo curioso. Realmente no me importa que el reloj me marque 70 pulsaciones por minuto si tengo... ¿77? Me importa la variabilidad a lo largo del día, y conocer cómo cambian mis picos mínimos y máximos conforme cambio la carga de entrenamiento y hábitos. Esto cualquier reloj puede hacerlo a la perfección, y esta Smart Band no me da puntuaciones disparatadas. No es tan precisa, ni de lejos, como el Watch, pero cumple el objetivo que necesito.

Por último, el tema de las notificaciones está muy mal resuelto en los relojes sin WearOS, sin medias tintas. No se ven bien los emojis, no se puede responder con comodidad... Pese a ello, tan solo tengo activas notificaciones de WhatsApp, Telegram y poco más, así que con leer el mensaje tengo de sobra.

A veces, menos es más. Cambié de reloj por la batería, y me he acabado cuenta de que no necesitaba tanto. Reitero que el Apple Watch es un producto brillante, pero en mi caso el concepto de reloj/pulsera inteligente es mucho más sencillo. Tan solo necesito una buena autonomía, mediciones aceptables y una app sencilla que me muestre todo lo que necesito.

Imagen | Xataka

En Xataka | Mejores smartwatch en calidad precio. Cuál comprar y 14 relojes inteligentes recomendados

Inicio
×

Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información