Ya hemos visto algunos ejemplos como Filip II o LG KizON, ambos disponibles en algunos mercados, y con la misión de acercar el smartwatch a los más pequeños. Nos guste más o menos la idea, la prioridad parece estar en tener a los niños localizados.
Al contrario que los dos ejemplos que os comentamos, Jumpy no es un teléfono móvil, es más bien un reloj inteligente orientado a los más pequeños. Igualmente será compatible con teléfonos iOS y Android, desde los que los padres podrán interactuar con sus hijos.
Lo ha desarrollado una compañía de Taipei llamada JoyRay, dirigida por Jerry Chang, anteriormente en el departamento de telefonía de Foxconn. Aprovechando su relación con la gran factoría china, les van a confeccionar el reloj.
Todo el mundo puede desarrollar aplicaciones
En JoyRoy piensan que la competencia que está floreciendo está priorizando en el control, y no en las funcionalidades que puede otorgar el producto. Ellos van a proponer unas herramientas de desarrollo gratuitas, es decir, la posibilidad de que cualquiera pueda crear aplicaciones para el reloj.
Entre cinco y ocho años es la edad que consideran más interesante para el uso de Jumpy. En el siguiente vídeo podéis conocer su aspecto y funcionamiento. Destacan las correas intercambiables, las posibilidades de control mediante gestos y voz, y la tecnología implementada, como giroscopios, conectividad Bluetooth, etc:
Como alguno podíais intuir, Jumpy está pidiendo ayuda en una plataforma de financiación, donde lo vende a 99 dólares, con marzo del año que viene como fecha de salida al mercado. Actualmente llevan recaudado la mitad de lo que tenían previsto, y quedan 17 días.
El mercado de los relojes inteligentes va a crecer mucho en los próximos años, estimándose que se moverá en 373 millones cuando lleguemos a 2020. En 2014 se esperan unas ventas de más de 15 millones. Para mover esas cifras, muchos piensan que será importante meter a los niños en el negocio.
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