Pebble fue pionera en el mundo de los relojes conectados. Comenzaron su andadura antes de que Android Wear o Apple Watch fueran reales. Se convirtieron en un producto deseado y tras tres generaciones es una marca reconocida. Las primeras unidades de Pebble Time comenzaron a llegar a los backers iniciales de Kickstarter hace unos días y la reserva en web, para que los que no lo compraron así en su momento, empezó hace poco.
Los relojes conectados han formado parte de la actualidad mediática estos días: el lanzamiento en España del Apple Watch y la distribución de las primeras unidades del reloj de Pebble. El lanzamiento de Pebble Time ha sido un éxito y ahora queda por ver si más allá de la campaña de Kickstarter lograr mejorar las cifras con las ventas en los diferentes distribuidores.
Los datos: buenas cifras y algún retraso
Haciendo un resumen con lo que ya sabíamos de Pebble Time nos encontramos con unas cuantas cifras y datos que tres meses más tarde de su campaña en Kickstarter sigue sorprendiendo. Ha sido la campaña más exitosa de esta plataforma y a día de hoy sigue manteniendo este recórd: más de 20 millones recaudados.
Estos 20 millones de traducen en casi 100.000 relojes vendidos. No todos han llegado a sus poseedores y es que como anunciaron en su día, esto va a ir poco a poco. Las primeras 10.000 unidades ya llegaron a las muñecas de quienes invirtieron en Kickstarter pero todavía hay muchos más que producir y ahí se están produciendo algunos retrasos.
El problema es el mismo que tuvieron en su día con Steel: las unidades que se venden a Europa y otras regiones se hace desde las fábricas que tienen en diferentes países asiáticos como Singapur. Esto hace que las gestiones logísticas se ralenticen y no lleguen en los tiempos que se prometieron originalmente.
La semana pasada además anunciaron la reserva de las unidades a través de su tienda online. Se puede comprar ya el nuevo Pebble Time y hasta el 22 de julio no se distribuirán las primeras unidades. De nuevo: vías diferentes para cada país. En Estados Unidos será Best Buy quien se encargue de distribuir las unidades mientras que en el resto del mundo saldrán de Asia.
Esto puede parecer irrelevante pero el hecho de que salga desde países como Singapur se traduce en que hay probabilidades de que el pedido quede retenido en aduanas y por extensión nos toque pagar algo más. Un servidor ya sufrió este problema con el Steel el año pasado y tuve que poner 80 euros adicionales.
El resto de cifras de Pebble son muy positivas: en 2013 lograron vender 400.000 unidades mientras que en 2014 la cifra subió hasta el millón. Públicamente no han previsiones para este año por lo que hasta que no acabe el curso parece que no tendremos datos oficiales. De momento los Time vendidos en Kickstarter son un buen augurio.
En mitad del camino podría estar el hueco de Pebble
Con dos grandes como Apple y Google compitiendo por nuestra muñeca queda preguntarse: ¿hay hueco para Pebble en el mercado? El tiempo lo dirá pero todo apunta a que sí. La filosofía de ser compatible con Android y iOS por igual hace que no tengamos que depender de un mismo ecosistema, problema que se da tanto con Apple Watch como los Android Wear. Ellos son más polivalente y no quieren que nos atemos a nada para poder usarlo.
Tienen una filosofía diferente y eso les hace atractivos: mientras que Apple y Google lucha por especificaciones potentes, diseños de interfaz distintos o navegación a través de botones físicos, Pebble quiere autonomía; que podamos usar el reloj sin preocuparnos de cargarlo cada noche o quedarnos a mitad del día sin batería.
También han dado más importancia a la personalización, podemos cambiar muchos aspectos del reloj y en eso mismo han potenciado su ecosistema. Hay quiene critican el último modelo de Pebble por ser poco estético, para gustos colores pero para mí ya demostraron en su día con Steel que pueden hacer un modelo atractivo y elegante.
Veremos si aguantan el embiste a medio y largo plazo. Android Wear de momento ha tenido unas cifras bastante discretas y el debut del Apple Watch ha sido potente. No hay que olvidar, claro, que ambas hacen campañas de marketing potentes mientras que Pebble tiene mucho más limitado su presupuesto para hacer publicidad. Sin embargo, su público reacciona muy bien.
Su mayor desafío a largo plazo es seguir mateniéndose atractivo. Son conocidos entre el público más entusiasta de la tecnología pero no tanto entre aquellos que no siguen el día a día de este sector. Tampoco nos olvidamos de los desarrolladores y de su interés por seguir creando aplicaciones para Pebble o saltar a otra plataforma. Estar entre medias es para ellos una oportunidad pero también la condena a quedarse en la mediocridad y en un triste color gris.
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