Con el teléfono móvil convertido es el dispositivo en el que solemos mirar la hora la mayoría de usuarios, los relojes de pulsera buscan nuevos nichos de mercado. Y la exclusividad y ser piezas de diseño es una de ellas.
El Qlocktwo W es bastante original en su concepción: la hora hay que leerla literalmente. A modo de sopa de letras con una matriz de 110 letras, la hora va apareciendo en su esfera (que no lo es en realidad) por medio de palabras que se iluminan gracias a los LED de los que está fabricado el reloj.
De momento el español no está contemplado como uno de los idiomas soportados, así que si quieres este reloj tienes que elegir entre inglés y alemán.
El lanzamiento se producirá este otoño con un precio de unos 500 euros.
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