Si uno de los creadores de la mítica Swatch tiene tan claro que en poco tiempo Apple estará vendiendo más relojes que toda la industria suiza junta, no me extraña que diagnostique algo así como la edad de hielo de los fabricantes históricos por culpa del Apple Watch.
Elmar Mock, que popularizó y de qué manera la relojería suiza con la marca Swatch, está convencido de que la entrada de Apple en el mercado de los relojes supondrá un problema muy grave a nivel de empresas y trabajo en Suiza. Desde el país europeo salieron 28 millones de relojes en 2014, y las previsiones que apunta Mock para Apple son de casi 30 millones de Apple Watch al año en los primeros años.
No hay que subestimar lo que Apple dará al reloj
No hay declaración de Mock que no sea desesperanzadora para la actual industria. Al Apple Watch lo coloca en revolución para la industria del reloj al mismo nivel que su tienda de música lo fue para el CD o el primer iPhone para la entonces reina del mercado, Nokia.
Afirma además que un error que podrían estar cometiendo algunas marcas suizas clásicas es no darse cuenta de la amenaza y tratar de responder entrando en el mercado de los smartwatches. Las gamas de entrada y media, no las de lujo, serían las más afectadas. Para ellas, si no reaccionan, prevé pérdida de empleos de la misma manera que ya ocurriera en los 70 y 80 con la llegada al mercado de los relojes de cuarzo asiáticos.
Pero no todos ven negro el futuro de la industria suiza. El presidente de LVMH, Jean-Claude Biver, a la cabeza de un grupo que tiene entre otras marcas a TAG Heuer, cree que podrán solventar esta amenaza de Apple dotando de mejores prestaciones a sus relojes, como GPS o notificaciones, y sobre todo confía en que la popularización del reloj que hará previsiblemente Apple ayude a las nuevas generaciones a interesarse por los relojes mecánicos. ¿Dos relojes en la muñeca entonces?
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