Nothing trajo con sus auriculares y su primer teléfono, a punto de empezar sus ventas, una estética marcada por el diseño físico transparente. Nothing se consolidará como una marca de éxito o se quedará por el camino, pero en su lanzamiento se le ha de reconocer un cierto arrojo por el diseño: frente a teléfonos muy difíciles de diferenciar porque todos se han reducido a rectángulos de cristal muy similares, y auriculares que esencialmente copian la estética de los AirPods, ver que un fabricante llega con una propuesta convencida de cincelar su propia identidad es tan refrescante como un vaso de Coca-Cola hasta arriba de hielo en mitad del desierto.
Esa estética marcada por los diseños transparentes, que dejan ver la circuitería del interior, tuvo su apogeo en la tecnología de los años noventa y primeros 2000. La evolución tecnológica siguió por otros derroteros y, mientras esperamos que Nothing contagie a otras marcas el espíritu de las carcasas translúcidas, veamos un recorrido por toda esa generación de productos que compartían dejar ver sus tripas a través de su estructura.
Las consolas de Nintendo
Nintendo fue posiblemente el fabricante que mejor capitalizó esta tendencia. Con diseño transparente lanzó la Game Boy en varias de sus generaciones. Quizás la más espectacular, por su tamaño comedido y la placa verde a la vista, combinando con el negro de la cruceta y el rosa oscuro de los botones, fue la Pocket Lite.
El modelo que estrenó el color en la pantalla de las Game Boy, ya a finales de siglo, tuvo en el color morado translúcido seguramente el estilo más famoso de su generación.
Mención especial para la espectacular variante verde, conocida como "Extreme Green".
La primera consola portátil de Nintendo en el nuevo siglo, la Game Boy Advance, también tuvo algunos colores en versión translúcida que dejaban ver parte de su circuitería interna, sobre todo por su parte trasera. Aquí, la morada translúcida.
Y una consola no muy recordada fue la sencilla Pokémon mini, con minijuegos muy básicos a tamaño y precio de menos de la mitad que la Game Boy.
Más allá de las portátiles, Nintendo también encontró en la Nintendo 64 la consola perfecta para probar a lanzar muchos modelos translúcidos, en varios colores base.
La Nintendo Switch en comparación es una consola modosita que solo se desmelena cuando se pinta un Joy-Con de cada color.
PlayStation, Xbox y Dreamcast
Aunque no hicieron grandes apuestas en este sentido, también pudimos ver en esta generación algunos guiños transparentes.
La malograda consola de Sega, con mandos al estilo de los de Nintendo 64: un color base y un acabado translúcido, que sentaba genial a una consola con tanta personalidad como la Dreamcast.
Los mandos de PlayStation vivieron procesos similares, apostando por el modelo totalmente transparente, aunque por parte de terceros más que de la propia Sony.
A modo de curiosidad, esta fue la portada de Joypad, una revista italiana sobre videojuegos, en su primer número, enero de 2000. 4.900 liras italianas de la época, nostalgia a raudales para su propietario durante décadas.
La primera generación de la Xbox también tuvo esta modalidad, fue concoida como "Crystal Edition".
La Apple pre-iPhone
En los últimos 90 y primeros 2000, con Steve Jobs recién regresado a la compañía y teniendo que tomar decisiones drásticas para evitar su quiebra, Apple apostó por toques transparentes y translúcidos en algunos de sus productos.
Quizás uno de los más icónicos fue el iMac G3, que dejaba ver el interior de su enorme pantalla de tubo. La época.
Una vista lateral...
...y el otro lateral.
Mención especial para el Power Mac G4 Cube, un ordenador también malogrado de vida corta que sigue siendo recordado por su diseño casi veinte años después.
Su carcasa transparente no tenía el mismo sentido de transparencia al contar con la placa opaca intermedia, pero el gesto de "sacar" el ordenador como tal de su interior sí dejaba mostrar la circuitería en todo su esplendor. Algo es algo.
Un vistazo al montaje completo, con los altavoces, el monitor y los periféricos que comparían toques de diseño transparente.
Y más
Al margen de la electrónica que generaba fans, también quedan productos menores que apenas hemos vuelto a ver. Muchas casas de finales de los 90 y primeros 2000 tenían también un teléfono fijo transparente o translúcido. Uno como este de Unisonic.
También había discman transparentes.
Y no olvidemos al rey de la música con diseño transparente.
O las cámaras transparentes, algunas desechables, otras perennes.
Esto no se vio apenas por nuestras latitudes y fue algo anterior a todo lo antes mostrado, pero bendita la hora en que a alguien se le ocurrió que un televisor también podía ser transparente en una época de monopolio del negro.
Vestigios
En 2022 se siguen fabricando ciertos accesorios transparentes, sobre todo por parte de terceros, aunque el mando Pro de la Switch mantiene cierto aspecto translúcido. Esos terceros son los que hacen unos Joy-Con totalmente transparentes que sientan de muerte a la consola de Nintendo.
Hay ciertos síntomas de interés en recuperar esta estética. Por ejemplo, no hay año en que no aparezcan fondos de pantalla que emulan el interior de cada iPhone, para simular transparencia.
Los Nothing ear (1) quedan como uno de los dispositivos que más atención inmediata han capturado, especialmente del público más habitualmente interesado por la tecnología.
Quizás podamos soñar con un revival de la tecnología transparente y translúcida. Se suele decir que la nostalgia sigue ciclos de veinte años desde que algo pasa de moda hasta que se le empieza a echar de menos. ¿Serán los años veinte los de una vuelta a la tecnología cuyo diseño no es aburrido, sino alocado?
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