Puede parecer que las consolas mini que están llegando al mercado a un ritmo cada vez más alto son las responsables de «la fiebre por lo retro». Nada más lejos de la realidad. Lo que están haciendo Nintendo, Sony, SNK o SEGA, entre otras compañías, es aprovechar el interés que cada vez más usuarios tienen por las consolas y los ordenadores antiguos para vender más. Por supuesto, es una decisión lícita que muchos usuarios agradecen, aunque también hay fans de los sistemas clásicos a los que estas consolas no les dicen nada.
Un reflejo muy fiel del «tirón» que tiene el mundo retro desde hace muchos años, especialmente durante la última década, es la proliferación en muchas ciudades españolas de exposiciones que tienen como protagonistas indiscutibles y en exclusiva a las consolas y los ordenadores antiguos. Los dispositivos que usamos actualmente no suelen tener cabida en estos eventos. RetroMadrid, Retro Weekend, RetroBarcelona, RetroEuskal, RetroMurcia, RetroZaragoza, RetroPíxel Málaga, Retroalba… Esta es solo una pequeña muestra de la infinidad de ferias de este tipo diseminadas por toda la geografía española.
Muchas ciudades españolas, como Madrid, Bilbao, Barcelona, Murcia o Zaragoza, entre otras, acogen eventos volcados en cuerpo y alma con la retroinformática
Lo más curioso es que muchos de los equipos clásicos que podemos disfrutar en estos eventos, y que algunos usuarios atesoramos en nuestras casas, cuentan con el respaldo de comunidades de usuarios con un tamaño muy respetable. Los Commodore Amiga y 64, los Spectrum, Amstrad y MSX, la Mega Drive y otros muchos sistemas siguen deparando horas de disfrute a cientos de fans, que con frecuencia se organizan dando forma a asociaciones culturales especializadas en el mundo retro, como AUIC, RetroAcción, ARCADE, Mutecvi o RetroManiacs, entre otras.
Todo esto está muy bien, pero… ¿qué podemos hacer cuando una de las consolas o los ordenadores antiguos que tenemos en casa deja de funcionar correctamente? Como es lógico, hace muchos años que expiró el soporte oficial de estos dispositivos. Y, como cualquier otro producto electrónico, es comprensible que con el paso de las décadas dejen de funcionar bien. Afortunadamente, los usuarios tenemos varias opciones a nuestro alcance que pueden ayudarnos a insuflar aire fresco a nuestros equipos retro. Si quieres conocerlas solo tienes que seguir leyendo.
Estos son los problemas de los fans de lo retro: el amarilleado de la carcasa y los condensadores
Os propongo que empecemos con una buena noticia: los equipos antiguos son menos sensibles a los fallos que los modernos. Y aquí no hay esoterismo ni magia alguna. De hecho, podemos intuir la explicación sin esfuerzo: los dispositivos antiguos, especialmente las consolas que utilizan cartuchos, son más robustos porque tienen menos elementos mecánicos y la complejidad de su lógica electrónica es muy inferior a la de los dispositivos modernos.
El problema más frecuente con el que nos encontramos los aficionados a los dispositivos retro afortunadamente es, sobre todo, estético. Y es que su chasis de policarbonato suele sufrir un proceso de pérdida de oxígeno como consecuencia de su exposición prolongada al calor ambiental, y, sobre todo, a la radiación ultravioleta presente en la luz solar.
Este fenómeno provoca que el plástico poco a poco pierda su color original y adquiera un tono parduzco mucho menos atractivo. Además, cuando las carcasas adquieren un tono muy amarillento cabe la posibilidad de que el policarbonato se haya vuelto excesivamente poroso como consecuencia de la pérdida de oxígeno, lo que podría debilitarlo.
Afortunadamente, este problema casi siempre tiene solución. Si la carcasa se ha debilitado no podremos devolverle su robustez original, pero es posible sanearla para eliminar la suciedad incrustada en los poros y reoxigenarla. Hay varias formas de llevar a cabo este proceso, pero la más eficiente consiste en desmontar el chasis completamente para exponer las partes de plástico dañadas a una solución de peróxido de hidrógeno, que no es otra cosa que agua oxigenada.
Eso sí, los mejores resultados no los obtendremos usando agua oxigenada convencional, la que solemos comprar en las farmacias, sino empleando agua oxigenada con una concentración del 30% o agua oxigenada en crema. La podemos conseguir en algunas farmacias, normalmente por encargo. También es habitual encontrarla identificada con la notación que mide los volúmenes, y no el porcentaje de concentración. En este caso el agua oxigenada que nos interesa es la de cien volúmenes, lo que significa que un litro de solución es capaz de producir cien litros de oxígeno en un ambiente con una presión y una temperatura normales.
El peróxido de hidrógeno con una concentración del 30% y el agua oxigenada en crema pueden ayudarnos a devolver a la carcasa de nuestros equipos clásicos su apariencia original
El fin que perseguimos exponiendo la carcasa al agua oxigenada es devolver al plástico el oxígeno que ha perdido, por lo que desaparecerá ese feo tono amarillento o parduzco y recuperará un color más vivo y parecido al que tenía originalmente. Es muy importante, eso sí, que antes de aplicar el agua oxigenada nos cercioremos de que ninguna pieza metálica entra en contacto con la solución o la crema. Los metales actúan como catalizadores de la descomposición del peróxido de hidrógeno, por lo que debemos evitar que estos elementos entren en contacto. De lo contrario, las piezas metálicas quedarán seriamente dañadas.
No tenéis por qué tirar la toalla si no os atrevéis a llevar este procedimiento químico a cabo vosotros mismos. Muchas de las tiendas especializadas en máquinas y videojuegos retro, de las que hablaremos un poco más adelante en este mismo artículo, pueden hacerlo por vosotros. Además, es probable que un profesional experimentado pueda aseguraros un aclarado de la carcasa más logrado.
Si el tratamiento químico no es posible porque el plástico está muy debilitado, aún tenemos una alternativa: comprar una carcasa nueva y reemplazar la original «amarilleada». No es fácil conseguirlas y, desafortunadamente, están disponibles para pocos equipos antiguos. La gente de A1200.net fabrica chasis para el Amiga 1200 de Commodore, y en unos meses tendrá carcasas también para el Amiga 500, por lo que merece la pena seguirles la pista en previsión de lo que puedan lanzar en el futuro (suelen poner en marcha campañas de financiación en Indiegogo).
Si nos ceñimos a la electrónica el problema más habitual con el que podemos encontrarnos al volver a utilizar un ordenador o una consola de videojuegos con muchos años a cuestas deriva del malfuncionamiento de los condensadores soldados a la placa de circuito impreso (PCB). Un condensador es, grosso modo, un componente eléctrico pasivo utilizado en electrónica para almacenar energía potencial mediante un campo eléctrico.
Hay condensadores de muchas calidades, con tamaños muy diversos y con características eléctricas diferentes, pero los electrolíticos, que hasta no hace mucho eran los más utilizados, suelen dañarse cuando el electrolito que contienen en su interior empieza a secarse y las propiedades del condensador cambian. El electrolito es una solución ácida que contiene iones libres (partículas con carga eléctrica positiva o negativa), y que, por tanto, tiene la capacidad de conducir la electricidad.
Los condensadores electrolíticos tienen cierta tendencia a estropearse tanto por sobrecalentamiento como por la pérdida de su estado químico interno óptimo debido a un largo período de inactividad. De ahí que sea aconsejable que no dejemos de utilizar durante mucho tiempo nuestros aparatos electrónicos, sobre todo si son antiguos. Esta tendencia de los condensadores electrolíticos ha provocado que en la mayor parte de los dispositivos electrónicos modernos se hayan reemplazado por condensadores sólidos en los que el electrolito ha sido sustituido por un polímero orgánico. Además, estos últimos tienen un sellado de más calidad.
En las placas de circuito impreso de los ordenadores y las consolas actuales se utilizan mayoritariamente condensadores sólidos, que tienen una vida útil más larga que los electrolíticos. También resisten mejor las altas temperaturas, las variaciones de la impedancia y son menos contaminantes. Como veis, son mucho más atractivos que los condensadores electrolíticos tradicionales. El problema es que la mayor parte de nuestras consolas de videojuegos y ordenadores clásicos incorpora condensadores de este último tipo. Y este es, sin duda, su principal «talón de Aquiles».
Afortunadamente, los condensadores dañados pueden sustituirse. No es un procedimiento complicado, pero requiere cierta pericia, sobre todo durante el manejo de la soldadora de precisión. También es aconsejable contar, además de con la soldadora, con un multímetro digital con lectura de capacitancia o uno analógico con lectura de resistencia, así como con algunas herramientas adicionales (destornilladores, guantes aislantes, fuente de alimentación, etc.). Un multímetro es un aparato equipado con una pequeña pantalla que sirve para medir corrientes, tensiones, resistencias, capacidades, etc.
Los condensadores electrolíticos pueden estropearse tanto por sobrecalentamiento como por la pérdida de su estado químico interno óptimo
Si tienes conocimientos de electrónica y el instrumental que he mencionado en el párrafo anterior no te intimida, quizás puedas reemplazar los condensadores dañados tú mismo. En caso contrario lo ideal es recurrir a un profesional que pueda llevar este procedimiento a cabo con garantías, como cualquiera de los que mencionaré más adelante, que, además, son expertos en la reparación de dispositivos retro y conocen al dedillo las peculiaridades de las consolas de videojuegos y los ordenadores clásicos.
Como hemos visto, las carcasas «amarilleadas» y los condensadores dañados son los problemas más frecuentes con los que nos toparemos si somos aficionados al retro, pero no son los únicos desafíos que tendremos que superar. Algunas series de determinadas consolas portátiles antiguas, como la popular Game Gear de SEGA o la mucho menos conocida Lynx de Atari, adolecen de problemas con la pantalla. Y en otros casos la avería reside en la fuente de alimentación o en otros componentes de la placa de circuito impreso. En cualquier caso, le pase lo que le pase a nuestro dispositivo retro, es muy probable que un profesional pueda repararlo. Sin duda, merece la pena darle una segunda oportunidad.
La primera parada cuando llegan los problemas: los foros
El interés por las consolas de videojuegos y los ordenadores clásicos nunca se ha extinguido. Muchos aficionados, entre los que me incluyo, seguimos disfrutándolos desde que llegaron a nuestra vida a principios o mediados de los años 80. Lógicamente, en aquella época esos dispositivos no se consideraban clásicos, pero, lejos de caer en el olvido a medida que han ido llegando al mercado propuestas más avanzadas, durante la última década y media se han desarrollado decenas de comunidades y foros en los que se reúnen los fans que, aún hoy, siguen dedicando una parte de su tiempo a estos dispositivos clásicos.
Lo más curioso es que estos usuarios no se limitan solo a reparar y utilizar sus ordenadores y consolas de 8, 16 y 32 bits; algunos de ellos, incluso, siguen desarrollando nuevos videojuegos para estos sistemas. De hecho, en la mayor parte de las ferias de retroinformática que he mencionado en el segundo párrafo de este artículo podemos descubrir con frecuencia pequeñas obras de arte bajo la forma de demostraciones técnicas o, incluso, de juegos totalmente funcionales, que algunos programadores escriben para demostrar hasta dónde se puede llegar hoy en día cuando se aprovecha al máximo el hardware de estos equipos antiguos. El resultado en ocasiones es asombroso.
Dado el enorme interés que despierta el mundo de lo retro hoy en día y la gran cantidad de recursos que podemos encontrar en Internet, es una buena idea recurrir a los foros o las comunidades on-line cuando se presenta un problema que nos impide disfrutar alguno de nuestros equipos antiguos. Es probable que de esta forma podamos acceder a consejos y guías que, quizás, nos permitan subsanarlo debido a que con total seguridad otros usuarios habrán lidiado con lo mismo antes que nosotros. O, al menos, descubriremos el origen del problema y averiguaremos si es necesario que recurramos al servicio técnico de alguna tienda especializada en retroinformática para reparar nuestra máquina.
Muchos portales de videojuegos cuentan con subforos dedicados al mundo del retro, pero yo empezaría recurriendo en primer lugar a las comunidades especializadas porque suelen ser las que aglutinan más información. Algunas de las que tienen hilos interesantes que pueden resultarnos de ayuda son RetroPlayers, Va de Retro, Lo retro vuelve, Zona de pruebas, el subforo retro de ElOtroLado.net o Retrobits. Si no encontramos en ellas lo que buscamos también podemos recurrir a los subforos dedicados al retro que tienen webs de videojuegos generalistas como 3DJuegos, Vandal, Meristation o IGN.
No tienen soporte oficial, pero aquí nos reparan nuestros dispositivos «retro»
Si las comunidades on-line no nos ofrecen la solución al problema que nos impide disfrutar nuestros equipos clásicos quizás lo más razonable sea recurrir a una tienda especializada en retro que cuente con un servicio técnico de calidad. Afortunadamente, hay varias diseminadas por la geografía española en las que podemos confiar porque sus responsables son profesionales cualificados y con muchos años de experiencia sobre sus espaldas. Uno de ellos es, sin duda, Juan Santos, el responsable de TecVia, una encantadora tiendecita ubicada en el madrileño barrio de Vallecas.
En el local de Juan y Lucinda, su esposa, podemos encontrar centenares de juegos, tanto nuevos como de segunda mano, para cualquiera de los sistemas clásicos que han llegado al mercado desde los años 70. Juan trabajó durante buena parte de los años 80 y 90 como responsable del departamento técnico de Spaco, la empresa que distribuyó NES, la consola de sobremesa de 8 bits de Nintendo, aunque confiesa que toda su vida ha estado ligada a esta afición. De hecho, actualmente, con más de 60 años, sigue jugando con asiduidad. Y, además, lo hace realmente bien.
Juan no solo es capaz de reparar prácticamente cualquier equipo antiguo que se le ponga a tiro; también los modifica para mejorar sus prestaciones. Una de las alteraciones más populares que realiza para fans de toda España consiste en lograr extraer una señal de vídeo RGB de las consolas más antiguas, que habitualmente solo estaban capacitadas para enviar a nuestros televisores de tubo (CRT) una señal de vídeo compuesto con una calidad que habitualmente deja mucho que desear. También es muy popular su modificación para lograr que las consolas sean multirregión.
TecVia es uno de los santuarios del mundo de la retroinformática al que peregrinan aficionados de todo el país. Y es que Juan, su propietario, es capaz de insuflar nueva vida a cualquier equipo clásico
TecVia es probablemente la tienda especializada en retro con servicio técnico más reputada en España, pero no es en absoluto la única. Otra tienda que también cuenta con este servicio es Emere. Sus oficinas centrales están en Torrejón de Ardoz, en Madrid, pero tiene una tienda física en Guadalajara. Otra opción interesante que nos viene bien contemplar es LaTiendaDeVideojuegos.com, que también tiene servicio técnico y cuenta con dos tiendas físicas ubicadas en el centro de Madrid.
En Barcelona tenemos otra opción muy interesante: Play Games and Cards. Como las demás tiendas que estoy mencionando, está especializada en retro, tiene servicio técnico y cuenta con una tienda física ubicada en el centro de la ciudad condal. Muy cerca, en Ripollet, se encuentra DisfrutaDeTuConsola.com, que, aunque no es una tienda especializada en retro, tiene un local físico y cuenta con servicio técnico, por lo que es una buena idea tenerla en cuenta.
Desafortunadamente, durante los últimos años han cerrado muchos establecimientos dedicados en cuerpo y alma a la retroinformática que estaban diseminados por algunas de las capitales de provincia españolas. No obstante, si conocéis alguno del que no hayamos hablado que tenga tienda física y un servicio técnico capacitado para reparar ordenadores y consolas antiguos, os invitamos a que lo compartáis con nosotros y con los demás lectores de Xataka hablándonos de él en los comentarios de este artículo. Al fin y al cabo, esta afición se nutre de algo muy valioso: la colaboración entre los fans de la retroinformática. Que todos sigamos disfrutándola.
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